Primer Ministre | Comparecencia extraordinaria del 29 de diciembre de 2018

Emisión en directo

MENSAJE A LA NACIÓN



Alfons Gironel
Primer Ministro

Buenas tardes.

Es mi deber, y lo cumplo con gozo, anunciar en primer lugar que acabo de ser recibido por Su Majestad el Gran Duque  Josep III y que le he comunicado mi intención de disolver las cortes y convocar elecciones de manera inmediata. 

Es una noticia que ni este Govern, ni yo, deseábamos. Pero es sin duda la única posible a raíz de los recientes acontecimientos. La mayoría que sustentaba este gabinete ya no existe, varios de los miembros que conformaban el ejecutivo han dimitido en las pasadas horas, el plan reformista bajo el cual recibí el encargo de dirigir el ejecutivo, se ha esfumado definitivamente. Asumiendo la responsabilidad de mi cargo, me he visto en la obligación de proponer al Jefe del Estado la necesidad de una convocatoria anticipada de elecciones que otorgue a la ciudadanía la posibilidad de determinar su futuro inmediato y con el conocimiento real de la situación actual del pais.

Pues los hechos acaecidos en el país en las últimas semanas deben, forzosamente, conducir a una profunda reflexión. El Gobierno, apoyado en la amplia mayoría fruto del acuerdo alcanzado por Demòcrates y el Partit Socialista, tomo la complicada decisión de asumir bajo sus espaldas todo el peso de las duras medidas que si bien no eran populares, si eran imprescindibles. Un servidor apenas es eso mismo, no goza de ambiciones políticas y su posición en el gabinete era la de capitanear ese rumbo previsto. La imposibilidad de sacar adelante unos presupuestos, echa al trasto el ambicioso programa de reformas que debíamos aplicar para garantizar la viabilidad de nuestro estado. 

Las razones de ese rechazo son únicas y exclusivas de quiénes tomaron dicha decisión, y deberán ser los ciudadanos quiénes elijan sus consecuencias.

La negativa a iniciar el trámite parlamentario de la reforma laboral es achacable únicamente a mí, tome la decisión de no iniciarlo para evitar una convulsión mayor y un quebranto total del ejecutivo tras la marcha de varios de sus miembros. 

No toda la responsabilidad del adelanto electoral al que nos conduce esta situación, que a nadie beneficia y sólo perjudica a Ribagorza, es de este Govern. Pues considero no sólo una opción, sino mi más estricto deber llamar a la Oposición a asumir responsabilidades por su actuación ante esta crisis. 

Este Primer Ministro no tiene, ni ha tenido, la menor intención de aferrarse a su cargo. He manifestado en muchas ocasiones que mi intención era culminar el mandato constitucional de cuatro años para el que fui elegido por el parlamento, pero dadas las circunstancias considero que presto un servicio a la Ribagorza disolviendo las actuales Cortes y convocando las elecciones. La desmesura de la oposición parlamentaria tanto en sus palabras como en sus actos, totalmente injustificada en las delicadas horas que hemos pasado, invita a pensar  en un año convulso y plagado de crispación que no beneficiará a los ribagorzanos.

No me satisface terminar la Legislatura sin culminar los proyectos en los que el Gobierno seguía trabajando. Se encuentran aprobados varios Proyectos de Ley que deseábamos tramitar antes del final del mandato, pero igualmente renunciamos a afianzar el cumplimiento de las últimas promesas hechas en mi investidura en favor de otorgar la palabra a la Nación. 

Pues es el Parlamento, y no la calle o los Tribunales, dónde construiremos una democracia plena.

Invito a todos los ciudadanos a que comparezcan en esta llamada a las urnas para otorgar un mandato claro que permita a quien me suceda en este cargo gobernar de acuerdo al proyecto que obtenga el respaldo democrático del pueblo. Nada me importa más que Ribagorza y su futuro, y es por eso que de nuevo dejo éste en manos de su legítima propietaria: la soberanía nacional.

Buenas tardes.

Palau de Montcada