26 DE DICIEMBRE DE 2018 | El Primer Ministro Gironel fracasa en su intento de consensuar una reforma laboral

Las tensiones entre los miembros del ejecutivo ribagorzano, el inquilino del Palau de Montcada y los parlamentarios que sustentan la mayoría de gobierno, cada dia son más intensas. Tras unas negociaciones presupuestarias, bajo la larga sombra del cercano fin de la legislatura, el Primer Ministro Alfons Gironel finalmente fue incapaz de conciliar las peticiones de socialistas y demócratas. El rechazo a los presupuestos presentados por el Govern, surgió de un grupo de diputados demócratas (9 de los 17) dirigidos por los parlamentarios del sector renovador: Enmanuel Jané (sobrino del Ministro de Hacienda) y Martí Giesler (antiguo Director General de Prisiones) quiénes aludiendo a la pérdida de soberanía económica, rechazaron las cuentas preparadas con la colaboración de instituciones financieras internacionales.

El tremendo varapalo parlamentario, al que siguió la exigencia de una convocatoria electoral por parte de líderes como Jaume Cabanes (Partit Nacional), produjo una amplia división en el seno del gabinete que Gironel trata de dirigir, no sin demasiada eficacia.

Ante ello se expone la gran fragilidad del poder interno de Marc Jané (Demócrates), quién parece no disponer ya de las riendas del partido frente al ala dura, los "halcones", que lideran su joven sobrino y un antiguo funcionario de Interior sobradamente conocido por su política de mano dura.

Lo que todas las encuestas comienzan a pronosticar es que la política del decano PS, parece volver a convencer a la sociedad ribagorzana en este clima de inestabilidad e incertidumbre permanente en la que parece se ha anclado la actualidad del país.

El crecimiento de la figura política del Ministro del Interior, Bernat Ferriols (Partit Socialista), que se perfila en todas las encuestas como el futurible Primer Ministro, amenaza la tendencia alcista de formaciones como el Partit Nacional, y la recuperación del voto perdido en la alianza de partidos de izquierda que conforman Iniciativa per la Franja.

Lo cierto es que Gironel no goza de demasiado apoyo entre la sociedad ribagorzana, que le ve cómo un tecnocrata, incapaz de acercarse al ciudadano de a pie y destinado únicamente a aplicar un paquete de medidas de ajuste alejado de la percepción social del país.