El País - Entrevista a Eduardo López

Eduardo López Muñoz (Madrid, el 26 de marzo de 1975), nace en el seno de una familia trabajadora y de amplia militancia socialista y republicana. Con tan solo catorce años se afilia a las Juventudes Socialistas de España, y al cumplir los 18  comienza su militancia activa en el PSOE. En el ámbito académico habría que señalar que cursó sus estudios de bachillerato en el IES Beatríz Galindo, y posteriormente se licenció en Historia y en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, donde además obtuvoen 1998 el doctorado con una tésis sobre la comunicación política para el nuevo milenio. En el año 2000 comienza a trabajar en el departamento de comunicación de la ONG Solidaridad Internacional, hasta que en las elecciones autonómicas de 2003 resulta electo diputado en la Asamblea de Madrid. Es entonces cuando escribe en el diario El País Tamayazo: Traición al progreso I - II, dos artículos muy polémicos acerca de los dos diputados tránsfugas socialistas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáenz, que impidieron el pacto de gobierno PSOE-IU y la elección de Rafael Simancas como presidente de la Comunidad de Madrid. Defensor de las tésis del socialismo democrático y del republicanismo cívico, así como de la España federal y plurinacional, fue, además, miembro del Comité Federal del PSOE. Volvió a repetir en la lista autonómica de los socialistas madrileños a la Asamblea de Madrid en 2007. En 2011, al perder el escaño autonómico, regresa a Solidaridad Internacional, donde trabajó en la estrategia para la erradicación de la pobreza mundial, al tiempo que siguía militando en la Agrupación Socialista de Puente de Vallecas. En el año 2015 vuelve a resultar electo, pero esta vez al Congreso, como diputado por Madrid, convirtiéndose en el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, y posteriormente portavoz del mismo. En último congreso socialista es nombrado por Adolfo Thatcher vicesecretario general, pése a no pertener a la corriente cristiana socioliberal que éste defiende. Por último y, de la mano de Salvador Prim, plantean una moción de censura contra el gobierno de Begoña Cospedal, y Eduardo López se convierte en la mano derecha de Prim -como vicepresidente, ministro de la presidencia y portavoz del gobierno-, tras éste ser investido presidente del Gobierno.

Buenos días, señor López. Le agradezco que haya accedido a responder a esta entrevista.

Me gustaría comenzar la entrevista directaente al grano. ¿Tiene el Presidente del Gobierno el apoyo de todos los miembros del Gobierno en su reforma?
Absolutamente de todos los miembros del gobierno, en tanto en cuanto el borrador ha sido elaborado por el conjunto de este Ejecutivo. Se trata de una reforma que, como en otras ocasiones he dicho, es de calado, es decir, engloba distintos ámbitos de nuestra sociedad y, por consiguiente, la práctica totalidad de la Constitución. Con lo cual, este borrador ha contado con las aportaciones de los diferentes ministerios para la revisión y modificación de artículos relevantes. Dicho de otro modo más coloquial, sí, se han mojado todos los ministros (López sonríe).

¿Considera que ahora es el momento adecuado para esta reforma?
No solo es el momento mas adecuado, sino que además es el momento más necesario de la historia moderna de nuestro país para plantear la reforma de nuestro modelo de convivencia. Eso sin duda pasa por revisar, por reformar nuestra Constitución, con el fin de adaptarla a los nuevos tiempos, a la era de la globalización, a las necesidades y al sentir de los españoles. Por eso es necesario, y necesario es, además, contar con todos: partidos, sindicatos, patronal, movimientos sociales y, por supuesto, la libre iniciativa ciudadana que estamos impulsando en este proceso. Queremos hacer una Constitución de consenso, ni la de unos ni la de otros, la de todos.

Hemos visto que el Presidente del Gobierno ha decidido reunirse en público con el PP para la reforma de la Constitución. ¿Considera que las otras reuniones se celebrarán del mismo modo?
Me alegra que me haga esta pregunta, porque desde determinados sectores, curiosamente desde los que menos están aportando, se ha criticado esta reunión. Si el presidente Prim se ha reunido con el PP es por algo muy evidente: es el principal partido de la oposición. Pero por una razón además, porque fue el único partido que, junto a Ciudadanos, mostró su interés en contribuir a esta reforma, y sí, hablo en pasado, porque la espantada que tuvimos que ver el pasado martes, el presidente y yo, no tiene nada que ver con la disposición al diálogo que días antes la señora Iglesias mostró. En las últimas semanas es cierto que se han sumado otros partidos como CiU o PNV, a los cuales finalmente hemos invitado, puesto que creemos que importante conocer todos los puntos de vista y escuchar las aportaciones que quieran hacernos. Pero con lo que estamos también bastante sorprendidos es con la actitud pasiva del PCPE, al cual -por cierto, también tendimos la mano y no se ha dignado a contestar, no se si debido a que se esconde en su coraza de ortodoxia ideológica, pero que lleva sin aparecer en el escenario político desde hace meses, no particpan ni tan si quiera en el debate parlamentario ni han aparecido en la Comisión Permanente -sobre la Generalitat- del Congreso. Queremos contribuciones, aportaciones a la reforma, y las queremos ya. Si no fuera así, cuando se tramite a debate el borrador en las Cortes, y en la comisión que a dichos efectos se constituya, será absolutamente injustificable hablar de "falta de consenso". Otra cosa no, pero consenso se está buscando, y lo está buscando el gobierno y el Partido Socialista.

¿Cree que la reforma pasará el escrutinio público? Es decir, ¿se sometará a referéndum?
Por supuesto que sí, más aún tras el espectáculo del pasado martes. Precisamente emprendemos esta reforma para acercar las instituciones y las decisiones políticas a los ciudadanos, para que sea la ciudadanía la que se involucre en el devenir de su país. Por ello, someteremos a referéndum esta reforma que, por otra parte, debido a todos los títulos que abarca, no olvidemos que es imprescindible tal y como marca nuestra Constitución. Pero más de ello, el compromiso de este gobierno con más democracia, más transparencia y más participación es ineludible.

Hay un artículo del borrador que ha sido criticado por el PP por dar "alas al independentismo". ¿Que opina usted de la competencia de referéndums no vinculantes para las comunidades autónomas?
Volvemos a lo mismo de siempre, queremos impulsar la participación ciudadana. Y esto no tiene nada que ver con dar "alas al independentismo" ni a ninguna otra posición ideológica, esto tiene que ver con dar respuesta a lo que nos pide la ciudadanía: participar en la vida política actual, escuchar su voz. Va más allá de "alas al independentismo". Lo mismo, los andaluces tienen algo que decir sobre el actual sistema de regadío o los madrileños sobre los programas privatizadores, como el que se pretendió llevar acabo de la gestión del Canal de Isabel II. Por eso hemos incluído esta competencia en el borrador.

¿Como cree que acabará el tema del independentismo catalán? ¿Cree que Catalunya puede convertirse en un nuevo estado?
Desde luego yo no aspiro a ello. Desde el gobierno y desde el Partido Socialista estamos poniendo encima de la mesa una solución que se llama federalismo. No es una opción facil de defender y lo sabemos. Más aún en un momento de tensión como es el que estamos viviendo, en el que dos posturas, dos extremos, el inmovilismo y el separatismo, fortalecidas por la simpleza de su explicación acaban rompiendo la cuerda de la convivencia. Ante ello, nosotros decimos que sí, que hay una alternativa sensata y racional, que permite combinar la singularidad de España y el autogobierno autonómico, con la unidad y el futuro compartido de los pueblos de España. Muchos países optaron por el federalismo y encontraron en él la solución a las cuestiones y problemáticas territoriales.

¿Cree que es posible amnistiar al señor Macià y su gobierno? ¿Que cree que hará el PP?
El gobierno de España no tiene la facultad de "liberar", tal y como se han referido algunos otros. Estamos hablando de una cuestión muy seria: el President Macià incumplió, con la Declaración Unilateral de Independencia, la legalidad vigente; la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Por ello tendremos que estudiar todas las posibilidades, pero sin olvidar nunca lo que hizo el expresidente de la Generalitat, contribuyendo a levantar muros de confrontación entre los catalanes y el conjunto de españoles. Ante lo cual espero que el Partido Popular, como partido de Estado, esté a la altura y lo demuestre buscando el acuerdo y el consenso con el gobierno de España, en un momento crítico que vive nuestro país.

Cambiando de tema, se ha criticado al gobierno por, según la oposición, tratar de hacer una cortina de humo de la economía con la reforma de la constitución. ¿Que opina de ello?
El gobierno de España tiene problemas suficientemente graves como para ponerse a entramar cortinas de humo. Por tanto, no, no es una cortina de humo, es una necesidad. Y es una necesidad precisamente por la situación económica. Problema como la elevada deuda de las comunidades autónomas, de las duplicidades en la gestión de determinados servicios, de las diputaciones provinciales, y un largo etcétera que no voy a exponer aquí, pero que sin duda, implican un aumento en el gasto público y, por ende, un aumento del endeudamiento. Esto tiene una explicación institucional, pero también una solución que pasa la reconofiguración de nuestras administraciones, y es que es ahí donde entra en juego la reforma de la Constitución que este gobierno intenta emprender, en diferentes ámbitos: territoriales, institucionales y administrativos, la gestión del déficit... Todas estas cuestiones las hemos abordado y aparecen en el borrador que es público.

Algunos, en vez de conspirar y ver tramas donde no las hay, deberían abrir los ojos, repasar nuestra historia y darse cuenta que los problemas económicos que sufren nuestro país son de carácter indudablemente estructural. Nuestro país necesita recomponer un sistema productivo que le permita competir con el resto de naciones, que no se base exclusivamente en un único sector de la economía, tal y como paso con el de la construcción, y en tanto en cuanto carezcamos de él, seguiremos sufriendo las consecuencias del desempleo, de la deuda, de las adversas cifras macroeconómicas, etc. Esta reforma no solo no es una cortina de humo sino además es una solución a los problemas estructurales de nuestro país.

¿Cree que la nueva constitución repercutirá positivamente en la economía?
Por supuesto que sí. Mientras no pongamos remedio a los problemas políticos, territoriales e institucionales que contempla la presente reforma, no podremos emprender ningún tipo de solución a las cuestiones económicas; cuestiones económicas, por cierto, que también planteamos en el borrador. Sin un marco estatal completamente definido, en el conjunto de sus ámbitos, y adaptado a los nuevos tiempos, poco se podrá hacer. Lo he dicho en otras ocasiones: España no podrá poner solución a sus problemas hasta que no se mire a un espejo y se reconozca tal cual es, dotándose de los  mecanismos que así lo posibiliten.

Permítame saltar a un ámbito más personal. Si la reforma sale adelante, se renueva el personal de las Cortes. ¿Intentará repetir en su cargo? ¿Aspira a la Presidencia de España?
Es una cuestión que en estos momentos considero irrelevante. Ahora yo estoy por contribuir junto al resto del gobierno para mejorar la situación de España, la situación de los ciudadanos; y desde el PSOE, como vicesecretario general, demostrando que existe una alternativa progresista para salir de la crisis sin perder derechos y conquistas sociales. Cuando llegue ese momento que plantea, el Partido Socialista, como ha hecho siempre, iniciará su proceso de elección de candidatos, mediante los mecanismos internos y, por supuesto, abiertos -y subrayo abiertos-, ya que en caso de haber más de un precandidato, se someterá la elección del candidato a la presidencia del gobierno a unas primarias abiertas. Lo que si le puedo decir es que no descarto ninguna posibilidad, ninguna.

Muchas gracias, señor Vicepresidente. Ha sido un placer.
El placer ha sido mío.