(PCE) Mitin de Capdevila en Palma. El 11 de enero todos por la república.

Compañeras y compañeros, comunistas, republicanas, obreros, trabajadores, pueblo de Mallorca. Os convoco a la concentración en Palma el día 11 de Enero en la Plaça de Cort. Os convoco en nombre de la república, de la república del pasado y de la república que ha de venir. En nombre de la democracia, la que nos arrebataron y la que estamos construyendo. En nombre del Partido Comunista, el histórico, el de siempre, el nuestro. Os convoco en nombre de la memoria y de la justicia histórica. En nombre de la esperanza y de las ilusiones. En nombre de un futuro mejor. Os convoco, hijos de Pasionaria, en nombre de nuestra madre. Os convoco en nombre de la lucha contra el fascismo, la que perdimos y la que queremos ganar. Os convoco porque no podemos permitir que Bonaventura Casals llene la Plaça de Catalunya en Barcelona y nosotros no llenemos media ciudad de Palma.

Concentrémonos, reunámonos, unámonos delante de la batllia para demostrar que somos más de los que dicen, muchos más de los que se creen. Seamos la voz del pueblo, la conciencia que no duerme, la vanguardia. El día 11 todos en Palma por la república. Todos los republicanos. Con los socialistas que se atrevan a venir. Con Esquerra Republicana. Con la izquierda independentista y los republicanos extraparlamentarios. Con los falangistas. La unidad de acción republicana en la calle. Sólo juntos lo conseguiremos. El pueblo, unido.

Seremos la voz del pueblo. Seremos la voz de un pueblo que ha callado pero dice "basta". Seremos los que demostraremos que el pueblo no está derrotado. Que no todo el pueblo duerme.

Asumirás la voz de un pueblo, dice Estellés, el poeta de Burjassot, en un poema de hace unos pocos años. Y será la voz de tu pueblo. Y serás, por siempre, pueblo. Y sufrirás. Y esperarás. E irás siempre entre el polvo. Sólo tú estarás despierto, sigue más adelante. Y tú estarás despierto por todos. No te han parido para dormir: Te parieron para velar en la larga noche de tu pueblo. Tú serás la palabra viva, la palabra viva y amarga.

Pero no todo será silencio. Porque dirás la palabra justa, la dirás en el momento justo. No dirás tu palabra con voluntad de antología, porque la dirás honestamente, con ira, sin pensar en ninguna posteridad que no sea la de tu pueblo. Puede que te maten o que se burlen, puede que te delaten; todo esto son banalidades. Lo que vale es la conciencia de no ser nada si no se es pueblo. Y tú, gravemente, has elegido. Tras tu silencio estricto, caminas decididamente.

¡Por la República!