[eldiario.es] PSOE y Compromís ponen fin al "gobierno a la valenciana"

PSOE y Compromís ponen fin al "gobierno a la valenciana"

• Ximo Puig ha cesado a los consellers de Compromís después de que estos se reunieran unilateralmente con Conservadores.
  
• PSOE y Compromís se atacan mutuamente mientras Podemos, Conservadores y Ciudadanos observan la evolución de los acontecimientos.
  
• César Alarcón, hombre fuerte del PSPV en Madrid, regresa a Valencia para convertirse en vicepresidente y portavoz del Consell socialista, que intentará gobernar en minoría.
  

Joan Gallent - @jgallent
06/01/2017

Los Reyes Magos han traído convulsión política a Valencia. Ayer a mediodía el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, convocaba a los medios en una rueda de prensa extraordinaria para anunciar la noticia. Compromís salía del Consell, que pasaría a estar formado únicamente por socialistas poniendo así fin al Acord del Botànic.

El pacto, denominado así por firmarse en el Jardín Botánico de Valencia, supuso el regreso de la izquierda al gobierno de la Comunidad Valenciana tras veinte años de gobiernos del Partido Popular. Al igual que en otras comunidades como Aragón o Baleares, se formó un gobierno bipartito del PSOE con Compromís apoyado desde la oposición por Podemos, grupos que sumaban 55 diputados frente a los 44 de PP y C’s. Nadie podía imaginar aquel 11 de junio de 2015, ni cuando hace poco menos de un año Joan Baldoví y Pablo Iglesias animaban a Pedro Sánchez a formar un gobierno “a la valenciana”, este desenlace.

Según el PSOE, la ruptura del pacto viene dada por “la deslealtad y la desconfianza” que genera Compromís de un tiempo a esta parte. Puig acusa a la coalición ecosoberanista de haber intentado negociar con Conservadores una moción de censura contra él. Cuesta hacerse a la idea de que una formación surgida de la unión del nacionalismo progresista, la izquierda alternativa y el mundo ecologista, que tanto luchó contra las políticas y abusos de la derecha en Valencia, busque ahora a Conservadores como socio. De hecho, si el pacto tenía posibilidades de romperse era por la formación de un frente Compromís-Podemos contra el Partido Socialista, no Compromís-Conservadores.

Rafa Hernando, aspirante a liderar a Compromís y a conducir a la formación hacia el “centro progresista”, ha respondido a las palabras de Puig calificándolas de “elucubraciones”, pero lo cierto es que sí se reunieron con Conservadores. Fuentes de Compromís consultadas por eldiario.es aseguran que hubo reuniones entre ambos partidos con el objetivo de llegar a acuerdos sobre algunas cuestiones específicas, que requerían de una mayoría de dos tercios, pero nunca para una moción de censura. Los socialistas conocían esos proyectos, algunos de los cuales estaban incluidos en el acuerdo de legislatura, pero no fueron informados de los contactos. Según Puig, cuando el PSOE pidió explicaciones a Compromís “la respuesta fue breve, hostil y repleta de insultos”. La situación, insostenible e incluso surrealista, que sobrepasaba la ficción según el presidente valenciano, motivó la ruptura definitiva.

Primeras reacciones

Compromís ha contraatacado rápidamente negando los hechos y acusando al PSOE de “ataque de celos”, “sectarismo” e hipocresía, “al ser ellos quienes han pactado con la derecha en el Congreso”. Asimismo, ya ha presentado una proposición no de ley por la que instan a Puig a someterse a una cuestión de confianza. La iniciativa no tiene ningún valor legislativo, pero pondrá de manifiesto la posición de los diferentes grupos representados en Les Corts. En anteriores crisis de gobierno, Compromís afirmó que en ningún caso permitirían el regreso de la derecha al Consell valenciano. Hoy todavía no se ha escuchado esa afirmación.

Conservadores ha intentado mantenerse al margen de la disputa. Marco Janer ha asegurado que esto es “consecuencia del populismo nacionalista” y que su partido “asumirá su responsabilidad en Valencia”. Por el momento, sus líderes en la Comunidad Valenciana han rechazado hacer declaraciones, pero fuentes del antiguo PP han asegurado a este medio que “no ha habido conversaciones en sí” y niegan cualquier movimiento destinado a desestabilizar o sustituir al actual gobierno valenciano. De hecho, les parecería muy extraño que un partido como Compromís intentara gobernar con ellos.

Podemos también ha buscado alejarse del enfrentamiento entre los que hasta ayer eran sus socios de legislatura. El secretario general en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, se ofrecía como mediador aunque no ocultaba su desconfianza respecto a Ximo Puig y los socialistas. Al igual que los ecosoberanistas, en Podemos han recordado que el único de los tres partidos que ha llegado a acuerdos con la derecha ha sido el PSOE.

Gobierno en minoría

Tras los hechos, Ximo Puig ha mostrado su disposición a intentar gobernar en minoría. Con 23 diputados de 99, será el gobierno autonómico apoyado por menor proporción de diputados, por lo que la amenaza de elecciones anticipadas estará presente. Con todo, Puig asume esta nueva situación con optimismo, “el bipartito ya se encontraba en minoría y siempre hemos mantenido una actitud dialogante”, señalaba el presidente valenciano. Si ningún partido lleva a cabo un giro importante en sus objetivos políticos, el PSOE puede gobernar cómodamente en minoría

Las cinco carteras que hasta ayer ocupaba Compromís ya han sido asignadas a miembros del PSOE. Entre ellos cabe destacar a César Alarcón, diputado en el Congreso por Alicante y jefe de gabinete en la última etapa de gobierno de Zapatero. Alarcón pasará a ser la mano de derecha de Ximo Puig en esta nueva etapa, ocupando el puesto que hasta ahora ocupaba Mónica Oltra.

Pocos días antes de la ruptura del pacto, PSOE, Compromís y Podemos aprobaron el presupuesto de 2017, por lo que con las cuentas públicas aprobadas la legislatura está garantizada, al menos, hasta otoño. Entre los retos a los que habrá de hacer frente el Consell durante los próximos meses se encuentran la reapertura de Canal 9, con la correspondiente gestión de los trabajadores que fueron despedidos en 2013, la presencia de la lengua valenciana en la escuela pública o la política de infraestructuras. En este sentido, los gobiernos de Cataluña, Valencia y Baleares ya han organizado un frente común para exigir al gobierno central mayores inversiones.

No pactaremos con la derecha rancia y conservadora, nuestro único pacto es con los valencianos y valencianas que independientemente de votarnos o no, nos debemos a ellos y ellas