Rueda de Prensa - Comité Federal PSOE

Comité Federal

Madrid, a 1 de octubre de 2016

El resultado de las elecciones generales celebradas en junio de este año demostró que la mayoría social de españoles y españolas avalan un cambio en las políticas públicas, en el hacer legislativo del Gobierno y las Cortes Generales y un bloque progresista mayoritario que impulsara una verdadera alternativa al Partido Popular. La ciudadanía nos concedió una última oportunidad, en relación a las elecciones generales de diciembre del año pasado, para poder plasmar un cambio progresista y social. Con su voto, más de trece millones de españoles y españolas votaron a fuerzas alternativas al Partido Popular.

Por nuestra parte, el Partido Socialista siguió escrupulosamente las pautas fijadas previamente por su máximo órgano entre congresos. En primer lugar, y desde el principio del respeto institucional, concedimos un tiempo más que prudencial para que el Partido Popular, como primera fuerza política en votos, asumiera el papel que rehusaron tras diciembre de 2015 y forjaran una mayoría parlamentaria que permitiera desarrollar un gobierno afín entorno a un proyecto político, ideológico y programático. Y aunque siguieron acertadamente esa estela, su candidato a la investidura no consiguió un apoyo favorable entorno a él. A continuación, el Partido Socialista, en ejercicio de su responsabilidad política para con los españoles y españolas, accedió a contruir una mayoría progresista, alternativa y del cambio que pusiera fin al Partido Popular y sus políticas. Y para ello, hicimos un llamamiento a las principales fuerzas del cambio: la coalición Unidos Podemos, y por otra parte, Ciudadanos. Además, hicimos un ejercicio sin precedentes en la historia democrática de nuestro país al convocar para participar en la gobernabilidad del Estado a aquellas fuerzas, que recientemente, han abradazo postulados independentistas. Y lo hicimos, porque para el conjunto de las y los socialistas, todos la ciudadanía merece ser respetada, escuchada y representada, vivan en el territorio que vivan y tengan el sentimiento nacional que tengan.

No obstante, y ante un cúmulo de presiones políticas, mediáticas, empresariales y orgánicas, hicimos el esfuerzo. Un esfuerzo en el que, a pesar de nuestra generosidad programática y diálogo constante, hemos fracasado. Sí pudimos construir una mayoría parlamentaria alternativa al Partido Popular al afianzar en una misma ruta política a la la coalición Unidos Podemos, Ciudadanos, Coalició Compromís, Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria. Las fuerzas independentistas catalanas, ERC y PDECAT, a pesar de los innumerables avances en las negociaciones, han preferido mantener una postura tan alejada de las necesidades del pueblo de Cataluña, como tan alejadas de la necesidad, que solidariamente, también reclamaban el resto de españoles y españolas. Prefirieron mantener una coalición antinatural, entre la izquierda progresista y la derecha corrupta, compartiendo un único carácter, el rupturista, antes que poner fin a las políticas del Partido Popular y de Mariano Rajoy que han atentando contra el autogobierno catalán, invadiendo competencias y vulnerando el Estatuto de Autonomía y la Constitución Española.

Por otra parte, aquellos que se autodenominan "progresistas" y que nacieron con la finalidad de poner fin a las políticas practicadas por el Partido Popular, volvieron a repetir una estrategia tan innecesaria como nefasta. Unidos Podemos, a pesar de haber alcanzado un acuerdo inicial pero firme, decidió encauzar toda su rabia, toda su potencia electoral y toda la naturaleza que fundamenta su existencia a reavivar el conflicto de división de la izquierda política española, empeñándose en su único afán de destrozar, marginar y apartar a los españoles y españolas de todo lo que hemos conseguido para ellos en el Partido Socialista. Pero lo cierto es que las y los socialistas ni nos escondemos, ni nos pondrán jamás borrar del corazón y la cabeza de todos y cada uno de los habitantes de nuestro país porque somos un partido político indispensable en la historia de España. Unidos Podemos y Pablo Iglesias han vuelto a mandar a la ciudadanía a las urnas con el único motivo de contentar a las fuerzas independentistas. Porque frente a las mentiras, igual conocidas y repetitivas como refutadas y demostradas falsas, Unidos Podemos traicionó al Partido Socialista en particular y al conjunto de España en general. Porque frente a las setenta medidas progresistas que les ofrecimos y/o acordamos con ellos, tanto en el primer pacto que decidieron romper unilateralmente como en el segundo esfuerzo por construir una alternativa progresista, Unidos Podemos solo le interesaba una cuestión: que el Gobierno de España autorizara un referéndum independentista en Cataluña, con la finalidad de fracturar aún más al pueblo catalán, y a la par, ignorando la soberanía nacional amparada en nuestra Constitución y reconocida a todos y cada uno de los españolas y españolas.

El Partido Socialista, desde el primer momento, cumplió con su función de construir una mayoría parlamentaria entorno a un progrecto progresista, pragmático y alternativo al Partido Popular. Somos conscientes de que la verdad siempre prevalece y que la ciudadanía ajustará responsabilidades con aquellos que malinterpretaron los votos emitidos en las urnas el pasado mes de junio. Unidos Podemos se ha retratado y ya conocemos su único objetivo: dar cobertura política al proceso de independencia de Cataluña y vender al Partido Socialista y a todos los y las progresistas de nuestro país al mejor postor, que en esta ocasión, es el Partido Popular. Dadas las traiciones, las rupturas de acuerdos políticos de manera unilateral, aplicar el mínimo esfuerzo a un cambio real y viable en España y las formas tan circenses en las que han ido anunciando sus verdaderas intenciones, en particular en un proceso tan solemne como es una investidura para la Presidencia del Gobierno, se avecina un nuevo ciclo político en las relaciones entre Unidos Podemos y el Partido Socialista, reduciéndolas a una mera cordialidad parlamentaria. No podemos confiar en aquellos que el valor de la lealtad y la palabra está carente de sus principios y ética política.

Ante todas estas circunstancias, se avecina una incertidumbre que redunda en lo innovador. Siendo conscientes de todo, el Comité Federal aprobó una resolución el pasado 1 de julio en el que, en último lugar, garantizaba a toda la ciudadanía que el Partido Socialista impediría una nueva cita electoral innecesaria, porque comprendemos el auge del desafecto de la sociedad hacia la política. No obstante de lo anterior, este Comité Federal considera que las pautas seguidas desde julio hasta ahora se han mantenido en su totalidad. No podemos responsabilizar al candidato a la Presidencia, nuestro Secretario General, ante la nueva cita electoral que se avecina, pues consta y hemos sido testigos como voz y parte, del empeño y esfuerzo extraordinario realizado por la dirección del Partido Socialista. Aún siendo conocedores del fracaso, no podemos desplazar una responsabilidad que no se ha visto incumplida por nuestra parte.

Tenemos un reto muy complejo ante nosotros. Lo cierto es que aunque el fundamento de partida del Partido Socialista en las últimas elecciones era impedir un nuevo gobierno del Partido Popular que mantenga las políticas públicas tan dañinas como ideologizadas que han impregnado su actividad legislativa en los últimos cinco años, es igual de cierto que nuestro afán pasa por combatir el desapego a la política cuya consecuencia es el auge de un populismo tan falaz como carente de sentido de Estado y de lealtad institucional, y ello pasa porque nuestro país tenga un Gobierno que legisle y de inicio normativo y parlamentario a una legislatura sólida y estable. Por tanto, ante la imprescindible necesidad de una alternativa progresista y ante la urgente lucha política contra el populismo, el Partido Socialista asume su responsabilidad, su historia, y ante todo, su compromiso electoral ante los más de cinco millones de españoles y españolas que depositaron el puño y la rosa en las urnas, para impulsar un cambio real en España y sus políticas.

En conclusión a todo lo anterior expuesto, el Partido Socialista está preparado para concurrir a unas nuevas elecciones generales apostando todos nuestros esfuerzos en construir una coalición social que permita visualizar a las y los socialistas como una fuerza política de vocación mayoritaria y poder así poner fin al Partido Popular y poder gobernar para la mayoría.

En este sentido, el Comité Federal, en la facultad otorgada por los Estatutos Federales y los reglamentos de aplicación, convoca el procedimiento de primarias para la elección de la candidatura a la Presidencia del Gobierno, con los plazos y preceptos previstos en el reglamento correspondiente.