Nota del Arzobispo de Toledo con respecto a la amenaza independentista en Cataluña

Dada la confusión que se está produciendo entre el pueblo catalán, en el que se encuentra, en su mayoría, el Pueblo de Dios, Yo, por la gracia de Dios Obispo de la Iglesia católica, me veo moralmente obligado y por mi ministerio conminado a realizar algunas aclaraciones sobre el tema:

La Constitución se ha convertido hoy en el marco general inexcusable para la convivencia en el Estado español: toda vez que se asume plenamente los enormes fallos y faltas que contiene esta en los términos expresados por mi predecesor en la cátedra de venerada memoria, el Cardenal González Martín, no obstante, es preceptivo para el pueblo católico la obediencia a la misma, a fuer de ser la legislación básica y la norma clave, tal como nos lo enseña el Apóstol Pablo: «que todos se sometan a las autoridades constituidas» (cf. Rom 13,1) y lo confirma el Magisterio del Papa: «Despreciar el poder legítimo, sea el que sea el titular del poder, es tan ilícito como resistir a la voluntad de Dios» (cf. León XIII, enc. Immortale Dei, n. 2).

No corresponde a la Iglesia dictaminar sobre las diferentes ofertas políticas a menos que causen daño al Pueblo de Dios; es tarea de los diferentes dirigentes políticos el administrar correctamente las estructuras civiles y, en última instancia, al ciudadano que, en un sistema u otro y de una forma u otra, participe de la elección y dirección de su país. Como siempre se ha recordado desde la doctrina, el político no debe perder de vista que, si su cargo se ha obtenido por medios legítimos, proviene por causa de la acción de Dios. Por lo tanto, dado que en Dios no hay mentira (cf. Jn 14,6), es su labor inexorable trabajar por el bien común. Lo que indudablemente no se puede consentir es la manipulación histórica en aras a una alteración o distorsión que favorezca la posición secesionista: España es producto de una unidad cultural y nacional en armonía lograda con el paso de siglos.

Inaceptable es también convertir al Parlamento catalán en una sede o cuartel del independentismo solo porque una opción política de este cariz posea la mayoría, desestimando la ayuda, la contribución y la participación obligada de las opciones que no son separatistas. Además de atentar contra este pilar de la democracia, contra la Constitución y contra el propio reglamento de la Asamblea, va radicalmente y transversalmente en contra de cualquier principio moral o ético y es una colosal irresponsabilidad.

Tenidas en cuenta estas directrices, suplico a los políticos españoles y catalanes que pongan todo de su parte para evitar esta situación, y a todos los católicos, de mi Archidiócesis y de toda la Iglesia que peregrina en España, que eleven fervientes oraciones a Dios, «que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias» (1 Tim 2,1) en orden a obtener de Él su favor para la instauración de la justicia, pues «la obra de la justicia será la paz» (Is 32,17) y Cristo «es nuestra paz» (Ef 2,14).

«La gracia del Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu» (Flm 25). De corazón os imparto mi Bendición Apostólica.


✠ ALONSO CRUZ QUINTANILLA
Arzobispo de Toledo
Primado de España

La gran jerarquia eclesiastica esta llena de mangantes y pederastas.Deberias entregar vuestros tesoros a los mas necesitados.

Invitamos a la Iglesia que deje la política a aquellos que sirven a la ciudadanía a través del mandato de las urnas, porque sin dudarlo ni un segundo esa no es la función eclesiastica. Es muy grave que esta institución de un posicionamiento y opinión político tergiversado y que desoye la voluntad de la ciudadanía ejercido en las últimas elecciones catalanas.

Nos gustaria que la Iglesia se tomase igual de en serio la laicidad del estado y la separación de la politica y la religion.

No creo que los fieles de la Iglesia católica que buscan realizar su vida espiritual en paz les importe la posición de su Iglesia en ese tema. Espero que no piensen a funcionar como una secta...

La Iglesia Católica, como fe mayoritaria en nuestro Estado, se adapta a los tiempos y a la realidad social y aporta su opinión en los temas de interés público, acertadas palabras de Monseñor Alonso Cruz.

La Iglesia puede expresar su opinión, por algo vivimos en un Estado democráticos con derechos como el de libertad de expresión. Otra cosa bien distinta es que quiera interferir en los asuntos políticos, cosa que debe estar reservado a los servidores públicos.

Independientemente de lo que crea uno, las palabras de Monseñor Alonso Cruz han sido muy acertadas. El independentismo es una amenaza seria para el futuro de España y para la propia Cataluña. El independentismo es minoritario en Cataluña, y si los señores de la Generalitat no se lo creen que miren los resultados de las últimas elecciones generales, y si aún así siguen con la misma idea no les queda más remedio que convocar elecciones.

Oficina de Información del Arzobispado de Toledo

Dada la considerable cantidad de reacciones por parte de diferentes líderes políticos a la Nota publicada por Su Excelencia Reverendísima el Sr. Arzobispo, esta Oficina desea aclarar algunas cuestiones sobre la misma que han dado lugar a interpretaciones, en algunas ocasiones, peregrinas y alejadas de su verdadero espíritu y enseñanza.

En primer lugar, la Nota no constituye ningún posicionamiento político en favor de un «nacionalismo» o «unionismo», ni ha deseado el Sr. Arzobispo que se vea así, pues, tal como reza la misma, «no corresponde a la Iglesia dictaminar sobre las diferentes ofertas políticas» (§ 2), sino más bien la constatación de una realidad objetiva conocible, por lo que no se trata de ninguna «opinión». La Iglesia no enseña de ninguna manera que ningún modelo político sea absoluto y definitivo o terminante, y aprecia la democracia como sistema en que el ciudadano es capaz de participar en las diferentes opciones políticas y de controlar su propio gobernante de acuerdo a sus principios, pero definitivamente no puede admitir que esta se realice por medio de cauces impropios e inmorales. Esta enseñanza no representa una doctrina nueva; ya había sido expresada explícitamente por parte de Juan Pablo II en su encíclica Centesimus annus, escrita en 1991: «[La Iglesia] no puede favorecer la formación de grupos dirigentes restringidos que, por intereses particulares o por motivos ideológicos, usurpan el poder del Estado» (ibíd., n. 46). La democracia, sin ningún género de duda, no significa la imposición de una forma de Estado por parte de un ideal, por muy mayoritario que sea, sino la integración en orden a favorecer el progreso de los ciudadanos.

Para interpretar rectamente la pedagogía del documento, es absolutamente necesario comprender que cuando la Iglesia interviene expresando cierta doctrina social, no lo hace buscando la intromisión en el régimen político o la supresión de la libertad de opinión, sino el bien común y la realización integral de la persona, como un deber inherente de exponer a la conciencia de los fieles la verdad, alcanzando así la correcta interpretación de la laicidad en el sentido de la distinción entre la esfera política y la religiosa, de ningún modo como autonomía respecto de la ley moral natural predicada por la Iglesia, dado que la verdad es solo una.

Se espera que con ayuda de esta aclaración se pueda comprender realmente la doctrina reflejada por el documento emanado de S. E. R.

Voy a manifestar mi opinión desde el respeto a la libre opinión de un ciudadano como el señor Cruz pero desde la firme oposición a que el Estado beneficie a un club determinado con privilegios flagrantes y demenciales.

Felipe Rodriguez escribió:La Iglesia Católica, como fe mayoritaria en nuestro Estado, se adapta a los tiempos y a la realidad social y aporta su opinión en los temas de interés público, acertadas palabras de Monseñor Alonso Cruz.

Interesantes palabras. A ver que opina Monseñor Cruz de esto:

Ana Pastor: "Vamos a legalizar la gestación subrogada para dar una solución a muchas familias que quieren serlo plenamente"

En fin...

Esto es otra muestra más del secuestro ideológico que sufre el PP, que se ve obligado a bailar el agua de los conservadores, defendiendo a capa y espada sus privilegios para que ellos, en momentos puntuales, utilicen la autoridad que todavía poseen sobre mucha gente para intentar imponer sus ideas (sí, imponer, aunque sea de forma sibilina, porque si yo digo "esta es mi opinión, basada en la verdad absoluta de MI dios" estoy imponiendo mi postura a los creyentes)

El PP no puede ser la referencia para todos aquellos españoles que creemos en la libertad individual y comunitaria; en la libre configuración del gobierno de los pueblos, ciudades o territorios; en la libre elección de forma de vida y de toma de decisiones vitales. Porque el señor Rodríguez va a tener que lidiar mucho con esa Iglesia Católica a la que ahora se arrima, en temas como el de la gestación subrogada y en muchos otros en los que la sociedad va décadas o incluso siglos por delante de la postura defendida por la jerarquía eclesiástica.

Al final, todas esas promesas liberalizadoras quedarán en nada.

Los únicos que vamos a defender las libertades individuales contra viento y marea somos los liberales, y es hora de decirlo alto y claro.

Desde el PNV siempre hemos tenido en cuenta a la Iglesia como una institución con la que contar,no por su confesionalidad ni mucho menos, sino por el gran número de personas de España y de Euskadi en particular que son miembros de ella. Aunque no somos favorables a que política y religión se junten; gracias a la libertad de expresión los arzobispos tienen el derecho a expresarse si quieren.

Javier Ugalde  

La Iglesia sigue en sus trece, como hace unos 2017 años, sólo que ahora con más instrumentos a su alcance y más voluntad que nunca de envenenar a la opinión pública, dada su situación de peligro y descrédito en ella. La libertad de expresión es uno de los pilares básicos de nuestras sociedades y es muy triste que un organismo religioso la emplee como cauce para intentar colar ideas políticas por mucho que digan que no lo son. Es más, se atreven a sentenciar que "la verdad es sólo una". Pues oigan, para una persona religiosa quizá sí, quizá la verdad única sea la verdad que considera revelada, pero es que en España y en todo el mundo existen muchísimas más personas con incontables ideologías y puntos de vista, y no puede pretenderse sentar cátedra sobre algo que les atañe a todas ellas.

Afortunadamente, los individuos hoy son más libres, y desde AL buscamos preservar y aumentar esa libertad frente a quienes se esfuerzan por coartarla.