Gobierno de España | Fernández: "España pedirá el rescate, pero esta vez las condiciones no las pagarán los ciudadanos"

Hola a todos. Como informé hace unos días, el Gobierno que presido ha mantenido una reunión con la Comisión Europea a fin de valorar la situación económica actual de nuestro país, así como sus necesidades más urgentes. El Gobierno de España ha emprendido ya todo un programa ambicioso de reformas económicas para encauzar nuestra economía. Unas reformas que, junto con otras de calado que iremos presentando en los próximos meses, tienen un objetivo claro de hacer que nuestra economía se reactive, sea competitiva y, sobre todo, más libre. Con las medidas que hemos impulsado hemos reducido los gastos del Estado en decenas de miles de millones de euros, ese es un aval de que este Gobierno está dispuesto y cree sinceramente en que esa es la salida de la crisis y el futuro de España tras ella. Hemos empezado a impulsar la actividad empresarial y a reducir el peso del Estado sobre la economía y sobre los bolsillos de los ciudadanos. Poco a poco acentuaremos las reformas aún más en este mismo sentido.

No obstante a que a largo y medio plazo el rumbo está ya tomado y los problemas en esos plazos ya estén empezando a solucionarse, la economía española tiene graves problemas para subsistir a corto plazo. España se encuentra en una situación de quiebra técnica, lo que pone en serio riesgo que, como ya advertíamos antes de las elecciones, el próximo mes podamos asumir el pago de las pensiones, los sueldos a los funcionarios y los pagos a los proveedores. Hasta que entren en vigor y comiencen a surtir efecto el próximo año las reformas que por el momento hemos puesto en marcha, debemos cumplir las obligaciones del gobierno, por lo que se hace necesario un rescate económico para cumplir con los pagos, al menos hasta que hayamos culminado el cambio absoluto de los paradigmas de la administración económica y avancemos hacia una economía más libre y, por ello, más justa. Ese camino de transformación hacia la libertad y la prosperidad económica no se consigue de la noche a la mañana y para desmontar a un Estado megalómano y confiscatorio que busca su bienestar y no el bienestar de la gente, hace falta pasar un proceso de determinación y valentía. Por tanto, España pedirá el rescate, pero esta vez las condiciones no las pagarán los ciudadanos.
Tenemos que suplir la dejadez de los gobiernos de la pasada legislatura, su pasividad a la hora de afrontar los problemas de nuestra maltrecha economía, y tenemos que actuar rápidamente.

Como he dicho hace un instante, el rescate no va a implicar que se hagan políticas contra la gente y, sobre todo, contra la clase media trabajadora. El rescate que firmaron PSOE y Ciudadanos el año pasado tenía como objetivo quebrar a esa clase media, subirle los impuestos sobre la renta y sobre el consumo y, así, diezmar la poca riqueza y los ahorros que tienen los españoles. Nosotros eso no lo vamos a permitir, y el programa de devolución del rescate y de pago de la deuda se hará respetando las políticas que votaron los españoles, esto es, la de bajar los gastos políticos, dar carpetazo a las políticas de represión fiscal, eliminar impuestos y reducírselos a los españoles en la medida de lo posible. Se aplicará el programa del Partido Popular, el que fue apoyado en la investidura y el que se acordó con los partidos que nos están dando su apoyo en esta legislatura.
Estas son las conclusiones que extraigo de la reunión que, como informé hace unos días, el Gobierno iba a mantener con la Comisión Europea. La Comisión ha dado el visto bueno al programa de reformas de mi gobierno para seguir en la misma línea y para profundizar aún más en la dirección que hemos tomado. El acuerdo para asumir el rescate no se va a desviar de lo que estamos haciendo o de lo que se prometió en el programa electoral pues, tal y como dije, nuestro plan de gobierno contenía y contiene las reformas acertadas desde un principio, es realista y solvente. Hemos expuesto nuestro plan a la Comisión Europea, hemos hecho nuestra propuesta y ésta encaja dentro de lo deseado para cumplir los objetivos de déficit, de pago de la deuda del rescate y de relanzamiento de la economía con el fin de volver a crear empleo y dar alas a la competitividad y al desarrollo de las economías de las familias de clase media y humilde.

Aún a falta del punto de vista del Eurogrupo, con el cual trabajaremos en los próximos días, el rescate será de 120.000 millones de euros procedentes del Mecanismo Europeo de Estabilidad, 50.000 millones procedentes del BCE y 15.000 millones anuales hasta 2030 del fondo de liquidez destinados a asegurar el buen funcionamiento de los servicios públicos.
Las medidas que son condición del rescate van en la misma dirección de los planteamientos del Gobierno y de lo prometido y anunciado tanto antes de las elecciones como en estos últimos días. En las conversaciones se nos pidió subir de nuevo el impuesto sobre la renta y sobre el consumo, cosa a la que nos negamos tajantemente. No habrá subidas de impuestos, eso es algo que le dejé claro a la Comisión Europea. En este sentido, se ha acordado que se irán bajando los impuestos gradualmente, en principio sólo algunos, y a partir de este próximo año de un modo más visible.
Además, se mantendrá la congelación de la oferta de empleo público, que ya existe actualmente, se controlará el gasto de CCAA y ayuntamientos, y por último se producirá una contundente bajada del gasto público a razón de un mínimo de 25.000 millones anuales. El objetivo es colocar el déficit en el 3,5% el próximo año, 2% en 2019 y lograr superávit en 2020.
Asimismo, continuaremos con la reforma de las Administraciones Públicas que incluirá la supresión de las Diputaciones no forales, que los puestos laborales del sector público se orientaren hacia el mérito y la capacidad, que se vendan activos públicos, que se eliminen duplicidades, y que se agilicen y modernicen las AAPP. A esto se le añade la reforma del mercado laboral en el sentido prometido a los españoles al ser convocados a las urnas, también la implantación del sistema de pensiones público-privado, y la lucha contra el blanqueo de capitales y la evasión fiscal.

No pedimos el rescate para seguir manteniendo las políticas de despilfarro, de gasto político y de endeudamiento masivo, como hizo el anterior gobierno. No pedimos el rescate para mantener las políticas que alimentan el bienestar del Estado perjudicando al bienestar de la gente, como ocurrió con el anterior rescate. Pedimos el rescate porque debemos hacer frente a los problemas de corto plazo más urgentes y porque sabemos que tenemos capacidad de realizar las reformas acertadas para devolver el dinero y para hacer que la transformación hacia la libertad de nuestra economía sea tal que España no vuelva a endeudarse nunca más ni vuelva a necesitar ser rescatada de nuevo.
Lo que tengo muy claro, señoras y señores, es que este gobierno no hará como el anterior. Nosotros podemos hacer política sin tener que hacérselo pagar a los maltrechos bolsillos de los ahorradores.

Gracias. Pueden realizar las preguntas que crean convenientes, que imagino que serán muchas. Adelante.