[The New York Times] Europa observa atónita cómo España se encamina a la guerra civil

Dec 31st 2016

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International Affaires

Europa, atónita: los líderes de España, incapaces de hallar soluciones mientras el golpe de Estado se encamina a la guerra civil

MIENTRAS LOS LÍDERES políticos de España se reúnen en Lisboa desde hace tres días, la Junta militar que ocupa el poder desde el golpe de Estado del 22 de diciembre dispone los preparativos para marchar sobre el País Vasco, la única región que no ha caído ante la toma de las instituciones por parte de las Fuerzas Armadas. Ante el riesgo de que, por primera vez desde que terminara la guerra civil de 1939, ciudadanos españoles se enfrenten entre sí con las armas, la cumbre de Lisboa sigue un curso de intervenciones programáticas que en prácticamente nada se detienen sobre la alarmante realidad del país mediterráneo, sumido en el caos político desde la caída del Gobierno de Fabián de la Torre, al que se le da por muerto en el desarrollo del asalto a la sede de la Presidencia el día de la asonada militar.

En el País Vasco, que el 22D desplegó una fuerza paramilitar cuya existencia era desconocida para repeler -con éxito- a las tropas del Ejército golpista, la situación deviene insostenible. Durante este último día del año vencerá el ultimátum dado por el almirante Izquierdo, líder del Gobierno militar, para la deposición de las armas; los primeros informes advierten del despliegue de las tropas españolas alrededor de las fronteras de la región y de vuelos rasantes de la Fuerza Aérea. El Gobierno vasco, aún legítimo y que se ha proclamado Constituyente, ha lanzado un órdago monumental y organiza la resistencia con personal civil y paramilitar a la espera de que el Ejército de España entre a sangre y fuego para someter al territorio, tradicionalmente independentista.

Esta situación, a la que sólo un disparo separa de una guerra civil de facto, es insólita en la Unión Europea y sería la primera similar desde el final de la Segunda Guerra Mundial en el continente, en mayo de 1945. Por ello, los países de la Unión y las propias instituciones comunitarias observan con asombro la situación, y escuchan atónitos las reflexiones de los líderes reunidos en Lisboa, que debaten sobre el modelo territorial o la reforma constitucional como si se encontraran ante unas calmadas elecciones generales o un ciclo de consultas para retocar aquí y allá la estructura del Estado. No consta que ninguna de las autoridades políticas de España haya solicitado formalmente la intervención de la propia Unión, la OTAN o las Naciones Unidas, lo que era de esperar al inicio de la cita de Lisboa. Sólo el ex Presidente del Gobierno Rodríguez Ocampo, según han informado fuentes de primerísima mano, y a título personal, ha intentado sin éxito contactar con los generales golpistas.

Por su parte, el Presidente Rubio, que se reunió ayer con su Consejo de Seguridad Nacional en el Despacho Oval, ha evitado hasta el momento hacer declaraciones que agraven la situación; pero no se descarta que, tras el fracaso de la Resolución del Consejo de Seguidad de la pasada semana, Washington, Londres y París vuelvan a solicitar una sesión del Consejo. Consta que el Presidente mantiene, asimismo, el contacto con el Mando General de la OTAN.

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