[CARTV] DEBATE ELECTORAL - SANIDAD Y EDUCACIÓN: SERVICIOS BÁSICOS

Dado que el señor Sanguinetti insiste en que en este debate rompamos el hielo la señora Rudi o yo, supongo que para coger ideas o para criticarnos después, empezaré hablando de la educación y la sanidad aragonesa.

Más allá de mi labor política, he sido profesor de educación secundaria y se podría decir que conozco la educación desde dentro. En este país la educación está politizada, y cuando digo que está politizada no me refiero a que se adoctrine a los alumnos ni nada por el estilo, sino que la educación ha sido utilizada durante los últimos 35 años como arma política. Los docentes hemos hecho frente a cambios normativos, de sistema, de metodologías, de criterios evaluativos que a fin de cuentas no han aportado nada a la calidad de la enseñanza. Por ello, considero que las instituciones públicas no deben intervenir en la educación imponiendo cuántas horas de matemáticas o de lengua hay que dar, o si hay que introducir el inglés como lengua vehicular porque eso hará a los jóvenes más competitivos. Desde el PSOE creemos que quien mejor conoce cuales son las necesidades reales de la educación son los docentes y por ello en política educativa apostamos por aportar a los centros los recursos económicos y humanos necesarios para el desempeño de su labor, pues a fin de cuentas es el maestro quien conoce a los niños, quien sabe qué es lo que funciona y qué es lo que falla, cuáles son los éxitos y cuáles son los errores del sistema educativo. Por eso creo que hay que escuchar más a los docentes y desarrollar una política educativa en la que su participación y su voz tengan un gran peso en la configuración del sistema educativo aragonés.

Otro tema recurrente en lo que a educación se refiere es el concierto de centros privados. En este sentido, no vamos a cancelar los conciertos ya establecidos pero si frenar la concesión de nuevos. Nosotros apostamos por invertir esos recursos en las escuelas e institutos públicos en lugar de en centros privados; el dinero público, aquel que procede de todos los ciudadanos, debe reinvertirse en servicios accesibles a todos los ciudadanos y no para una minoría selecta. Y sí, digo minoría selecta porque aunque los centros concertados están obligados a admitir a cualquier alumno, en los mismos términos que los centros públicos, en esta comunidad se han aprobado conciertos para centros religiosos que discriminan a los no creyentes o en los que se segrega al alumnado por sexos.

Aprovecho la cuestión de los conciertos para enlazar con el tema sanitario. Por suerte, en Aragón la política de privatización o externalización sanitaria como eufemísticamente la denominan algunos no ha sido tan grave como en otras comunidades, pero durante los últimos años se han cometido importantes agravios por parte del gobierno del PP; la supresión de las áreas de salud mental; el cierre de las unidades básicas de las zonas rurales, cosa que ha reducido la cobertura sanitaria de más de 30.000 aragoneses; la privatización del hospital de Alcañiz, que por cierto produce ahora más gasto para la autonomía que cuando era 100% público; el cierre de laboratorios y residencias dependientes de la comunidad para centralizar las funciones en grandes centros de gestión privada, cosa que además de ser más cara ha supuesto reducir la calidad y la eficiencia… Todo ello por no hablar de los recortes presupuestarios que en los últimos cinco años han supuesto una reducción de 300 millones. ¿Hace falta seguir?

Seguramente la presidenta en funciones argumentará a su favor que en los últimos dos años se han contratado más de 1000 profesionales sanitarios y que Aragón es una de las pocas comunidades autónomas en las que se ha aumentado el personal hospitalario. No se lo discuto, pero recordemos que previamente se redujeron los derechos laborales y sanitarios del personal médico, se desmantelaron centros de especialidades para ceder su gestión a empresas privadas y se despidieron cerca de 2500 trabajadores.

Nuestra política sanitaria es clara: apostar por un servicio sanitario público, universal y de calidad. En 2011, el servicio de salud de Aragón estaba entre los tres mejores del estado. Desconozco en qué posición se encuentra hoy, pero estoy seguro de que ha ido a peor. Esa idea neoliberal de que el sector privado es más eficiente y que por tanto la gestión privada de los servicios públicos será de mayor calidad y más económica para las arcas de la región es falsa o, al menos, solo funciona en la teoría. Porque tanto aquí, como en Madrid o en Valencia se ha demostrado que los únicos que obtienen beneficios son las empresas privadas que gestionan esos hospitales. Por ello, a nivel sanitario nosotros proponemos un programa sanitario basado en ocho puntos esenciales: uno, acceso de todas las personas a la asistencia primaria; dos, supresión de los copagos; tres, una cartera de servicios única y universal fijada por ley; cuatro, restablecimiento de las condiciones salariales y laborales del personal sanitario previas a 2011; cinco, reversión de la externalización de servicios; seis, reapertura de los centros sanitarios rurales; siete, una auditoria del gasto sanitario de cara a un uso más óptimo de los recursos; y ocho, establecer por ley un mínimo de inversión presupuestaria en sanidad.

Sanguinetti
Permítame centrarme en la educación, señor Lambán

Afirma usted que el PSOE simplemente se decanta por... ¿"liberalizar" la educación? Una especie de reducción de programas, de eliminación de competencias básicas para todos para dar una completa autonomía a los centros.

Señor Lambán, ese es precisamente el problema de la educación. En escuelas privadas, los alumnos aprenden que hace dos mil años un señor caminaba por el agua, pagado por el bolsillo de todos (como le gusta decir a la señora Rudi), y en los públicos no se recibe dinero.

¿A donde quiero llegar? España es este país donde parece que la educación pública es solo un taburete para tratar de llegar a la luna. En lugar de proporcionar herramientas y materiales, conocimientos y experiencia, los alumnos salen con unos reducidos conocimientos, dispares muchas veces. En los centros concertados y privados, simplemente salen y en lugar de ir a la luna, los niños han aprendido que deben ir al volcán a tomar el sol.

Sí, señor Lambán. El problema radica en que los políticos de pacotilla que dirigen este país y estas tierras han olvidado, y hablo en segunda persona, su obligación, que es la de dar una educación pública, sí, pública, y de calidad. Para todos y de verdad.

Ustedes han siempre apostado por permitir a unos pocos tener una educación diferente, privilegiada, y muchas veces manipulada y religiosa. Ustedes permiten que esto funcione con los impuestos de todos. Y mientras, las escuelas públicas amontonan más y más niños, tienen que dar clase en verano sin aire acondicionado y se basan en el recorte presupuestario para asegurar la mediocridad de los trabajadores.

No estoy aquí para denunciar solamente la situación que el señor Lambán, la señora Rudi y esta mafia imponen a la sociedad aragonesa, sino para proponer soluciones. Y son muy sencillas.

¿Que es una escuela privada? No es más que una indignante violación del derecho de todos los ciudadanos a recibir una educación de iguales. No es más que una agresión a quien no puede pagársela, pues representa la burla del que tiene al que no tiene en recordarle que nunca podrá librarse de sus cadenas, pues se les colocan ya de muy pequeño.

La escuela privada, así como la concertada, son opciones anacrónicas y grandes infractoras de los derechos de los ciudadanos. ¿Debe el estado cortar los fondos hacia ellas? No, no solo eso. Debe promover de tal modo la educación pública que suprima para siempre la posibilidad de la existencia de escuelas privadas.

¿Porqué? ¿Es que no merecemos todos la oportunidad de recibir la misma educación? ¿Es que no necesitamos todos la misma base? La disparidad en los programas de educación solamente son la muestra del fracaso del sistema, y la cara visible de la discriminación de las escuelas privadas frente las públicas.

Es por ello que, y ya para terminar, el PCPE dirá SÍ a la igualdad, SÍ a la justicia y SÍ al derecho de todos de recibir una educación digna y completamente pública.

Me explicaré mejor señor Sanguinetti porque creo que no me ha entendido. Cuando yo digo que quiero una política educativa en la que la que los docentes, y el resto de la comunidad educativa como señalaba el candidato de Ciudadanos, tengan más participación en la toma de decisiones no me refiero a que cada maestro enseñe lo que le dé la gana. No hablo de que si un profesor de historia es monárquico tenga derecho a saltarse el capítulo de la República o que el titular de Biología pueda explicar la evolución con tesis creacionistas, que por cierto eso es más un tópico que una realidad. Lo que los socialistas proponemos es que los planes de estudios y aquellas cuestiones educativas que corresponden a la Consejería de Educación no sean impuestos desde un despacho de Zaragoza ni que los criterios a tener en cuenta sean el del asesor de turno, sino que escuchemos más a la comunidad educativa, que legislemos la educación en base a lo que reivindican los docentes, que son quienes mejor conocen lo que sucede en las aulas.

Por supuesto, nuestra propuesta educativa no se limita a eso. Creo que la educación es algo fundamental, y en eso estaremos todos de acuerdo, porque el saber no solo es la acumulación de datos y conocimientos, sino que nos permite ser más libres y críticos. El futuro de este país depende de la educación que reciban hoy nuestros hijos. Por eso, también apostamos por una mayor inversión en educación, por aportar más recursos a la enseñanza, tanto económicos como humanos, y al igual que en Sanidad, creemos que debería establecerse un mínimo de inversión anual por ley.

Por alusiones señor Coto, ¿podría usted decirme que medida ha tomado el Partido Socialista que adapte la educación "a como la quiere el partido"? No sé si lo dice por la Educación para la Ciudadanía, una materia que se encuadra en el modelo de escuela laica al que usted mismo hacía referencia anteriormente, o por la política de becas que permitía a todos los ciudadanos, independientemente de su capacidad económica, acceder a estudios superiores.

Aquí se ve los que tienen que esperar a que otros expongan sus proyectos para poder negarse a ellos. Muestra lo cual de la falta absoluta de proyecto para Aragón, señor Sanguinetti.

Hablemos ya en serio de la educación y la sanidad, que son dos pilares fundamentales del futuro aragonés. Estos sectores han sido la base del crecimiento y el desarrollo de las naciones del mundo, y desde Aragón son, ciertamente, los sectores sobre los cuales más podemos actuar.
Empezando con la educación: Durante estos años ha quedado demostrado que una política que obvie el fondo del asunto, es decir, de la calidad de la educación del fomento de la competitividad, de la enseñanza de la actitud emprendedora, de la libertad para elegir centro educativo o de la calidad del profesorado; es una política condenada al fracaso. Se ha apostado durante las últimas décadas por un modelo que ha esquivado la reforma real de la educación y ha apostado por la política de gastar por gastar sin fijarnos en qué se gasta. ¿Por qué se ha engañado a los padres diciendo que gastando más sus hijos van a estar más formados cuando ha quedado demostrado que multiplicando el gasto por más de 100 en las últimas décadas los resultados en lectura, matemáticas o ciencias son iguales o inferiores? ¿Por qué la política no ha sido capaz de responder a las necesidades de los padres y se ha centrado en el adoctrinamiento de los mismos?. Desde el PP-PAR proponemos una serie de reformas que hagan que la educación en Aragón se sitúe a la vanguardia en España y que lo haga con el menor coste posible. ¿Cómo se consigue? pues yendo a la raíz del problema: la calidad de la enseñanza.
Para lograr ese objetivo nosotros proponemos una serie de medidas: en primer lugar volcar nuestros esfuerzos en la calidad del profesorado aragonés, pues si bien la mayoría tienen formación especializada en la materia que imparten y estudios de magisterio, ello no siempre se cumplen y creemos que es esencial que los profesores no sólo sepan lo que enseñan sino que saben enseñar. En nuestra vida académica siempre nos hemos encontrado con buenos profesores, los muchos, y malos profesores, los menos. El fin es que todos los profesores de educación primaria y secundaria alcancen la excelencia.
En segundo lugar proponemos una medida que en la Comunidad de Madrid ha funcionado muy bien: la libertad de elección de centro educativo. Creemos que es una idea caduca el que los alumnos tengan que estudiar donde la administración quiera que estudien. Nosotros creemos que los padres deben ser los protagonistas de la educación de sus hijos, y por ello creemos que deben ser los padres los que elijan en qué colegio estudian sus hijos. No los sindicatos, señor Lambán, los padres. Es una idea tan sencilla como esta, pero que es esencial para alcanzar una calidad de la enseñanza en libertad plena.
En tercer lugar vamos a proponer la instauración de una asignatura que potencie la iniciativa emprendedora, que refuerce el valor de emprender y enseñe a los jóvenes cómo pueden diseñar un modo de vida basado en el autoempleo.
En cuarto lugar, vamos a desarrollar un acuerdo con el resto de partidos para mantener las líneas esenciales del contenido de la enseñanza en Aragón, para que los vaivenes políticos no hagan cambiar constantemente el contenido de los libros de texto, haciendo a los padres renovar todo el material escolar cada año, con el coste que ello supone para las familias.
En quinto lugar vamos a reducir las tasas en la universidad pública aragonesa, pues es de recibo facilitar que los aragoneses accedan a una educación superior. Dentro de este compromiso vamos a modificar el sistema de becas autonómicas, para que el criterio de asignación que más cuente a la hora de obtener una beca en una cuantía mayor o menor sean los resultados académicos. No podeos consentir que no se premie la excelencia, y por ello recibirán más beca aquellos universitarios que obtengan un mejor rendimiento. Con ello mejoraremos también los resultados y los conocimientos, pues los alumnos que no se tomen en serio sus estudios deberán aplicarse. Es injusto, manifiestamente injusto, que los aragoneses mantengan con sus impuestos a alumnos que no saben valorar o apreciar el pupitre que ocupan.
Estas son las líneas principales que queremos llevar a cabo en materia educativa. Son retos importantes, pero son la base si queremos que el futuro en Aragón esté cimentado en una enseñanza de calidad.

Entrando dentro del debate sanitario, creo que los socialistas obvian que nos dejaron un agujero en las cuentas autonómicas fruto del despilfarro de sus años en el Gobierno aragonés, un despilfarro que les llevó a la oposición, recuérdelo señor Lambán. Y fuimos nosotros los que tuvimos que hacer frente a esa situación, y logramos encarrilarla, muestra de ello es el creciente aumento del personal sanitario de los últimos años, tal y como usted ha argumentado. Nuestro compromiso irá en esta dirección en las próximos años, pues seguiremos incrementando las plazas para la sanidad pública aragonesa, continuaremos trabajando para hacerla rentable y competitiva y seguiremos creyendo en el modelo de sanidad pública, universal y de calidad.
Desde el PP-PAR creemos que hemos llegado a un punto económico que nos va a permitir desarrollar un gasto sanitario sostenible. De este modo impulsaremos la apertura de los centros sanitarios de las zonas rurales, los ambulatorios de los pequeños pueblos, así como la comunicación de esto pequeños núcleos de población con las capitales de provincia y los grandes hospitales. La deslocalización es una situación que afecta especialmente a Huesca y Teruel, y creemos que hay que reforzar los operativos para ofrecer una atención sanitaria cercana y de calidad.
Por lo tanto, lo que vamos a proponer es: incrementar las plazas al sistema sanitario público, continuando con la tendencia de los últimos ejercicios; mejorar las comunicaciones entre los centros hospitalarios y las zonas más deslocalizadas; incrementar el número de ambulatorios en estas zonas; y continuar invirtiendo para hacer de nuestra sanidad, una sanidad de calidad, gratuita y pública.

No, lo que considero es que en esta sociedad cada cual tiene su función: los sindicatos defender a los trabajadores y los padres elegir libremente la educación de sus hijos. Así como los padres no cumplen labores sindicales per se, los sindicatos deben tener sus narices fuera de la educación de los niños aragoneses. Sé que a ustedes les gusta todo lo que es el adoctrinamiento en las aulas, pero nuestra posición será siempre la de que los padres decidan qué educación quieren para sus hijos.
Y por cierto, nuevamente desperdicia usted su intervención para esgrimir una contestación de siete segundos. Lo cual me alegra, porque significa que están ustedes de acuerdo con las ideas que hemos propuesto. No obstante, creo que los aragoneses prefieren un gobierno con ideas que un gobierno contestatario y vacío de proyectos.