"Por el camino de la izquierda" El blog de Juan Lara

El colapso económico del capitalismo está pasando como un rodillo sobre todas las mentiras de la transición, no me refiero a que de pronto ese gran partido de "centro derecha" que era el Partido popular se haya situado en el nacionalcatolicismo, ahí engañaron a quien quiso ser engañado. Pero el modelo de estado, con el famoso café para todos, eso sí que ha sido un puntapié en los cimientos de "su" democracia.

La Diada ha sido un éxito, eso nadie lo puede negar, al igual que nadie puede negar que el separatismo es un movimiento creciente en Cataluña. ¿Qué hemos hecho mal? esa es la gran pregunta que nos debería ocupar ahora, porque sin un verdadero análisis seremos incapaces de derribar este obstáculo para construir un proyecto en común con los diferentes pueblos que conformamos España. 

Las reclamaciones soberanistas de Cataluña no son algo nuevo que surjan a partir de 1977, el franquismo creo que el caldo de cultivo necesario para que esto tarde o temprano nos estalle en la cara. Y es que el nacionalcatolicismo con esa idea de imponer su "españolismo" rancio por todo el territorio no hizo más que alimentar las ansias de libertad de otras identidades que desarrollaron también una especial repulsa ante la identidad española. Esa idea de españolizar a todo hijo de vecino es una idea que haya quedado en la parte más oscura de nuestra historia, la derecha política y social la tiene presente y no han dejado de aplicarla, esto unido al populismo bien aprovechado del señor Mas han generado una situación demasiado tensa.

Es necesario que sean los catalanes los que hablen y decidan por una vez que quieren ser, sin que se lo digan gobiernos de ningún tipo, ya sean de Madrid o de Barcelona, ellos forman parte de un pueblo y todos los pueblos deben tener su cota de soberanía aunque conformen un proyecto de estado común con otros. Por su parte los españoles no podemos hacer otra cosa que respetar su decisión y tender lazos con ellos para que se sientan más cerca.