Proyecto de Ley Orgánica de Libertad Religiosa (GOBIERNO)

Señorías, tomen asiento en sus escaños. Se abre la Sesión.

Debatimos el Proyecto de Ley Orgánica de Libertad Religiosa, remitido a esta Cámara por el Gobierno de la Nación.

Tiene la palabra el Ministro de Justicia y Administraciones Públicas, don Pedro Cisneros.

Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, presento hoy ante la Cámara una más de las iniciativas legislativas programadas por el Gobierno para esta Legislatura, que encontrará sin ninguna duda su pilar más fuerte en el desarrollo constitucional.

Nuestra carta magna prevé en su articulado una serie de leyes que deben ser aprobadas por este Congreso de los Diputados en los más diversos ámbitos. Fundamentales son las tocantes al ordenamiento de las Altas Instituciones del Estado, todas ellas propuestas y aprobadas por el actual Gobierno; pero no menos importantes son aquellas previstas en el Título I, que regula los derechos fundamentales y las libertades básicas de todos los españoles.

Es en este capítulo en el que hemos de enmarcar la Ley Orgánica de Libertad Religiosa. Su brevedad y acaso concisión no debe despistar a quien la analice. La redacción ha de ser especialmente cuidadosa en estos tiempos de sensibilidad social y tolerancia a las múltiples creencias de todos. El Estado carece de religión oficial, como promulga la Constitución en su artículo 16.3, pero hemos de ser conscientes -no sero sería cerrar los ojos a una realidad evidente y palpable- de que la sociedad española en su inmensa mayoría tiene una fe religiosa y una conciencia moral en este sentido.

Por ello, el Proyecto de Ley Orgánica establece el modelo de la cooperación, en forma de acuerdos, entre el Estado y las Entidades Religiosas con la acreditada raigambre en la sociedad española. Hecha excepción, claro está, del caso concreto del Concordato entre España y la Santa Sede; que, como Sus Señorías conocen, tiene rango de Tratado Internacional habida cuenta del estatuto jurídico de la Iglesia Católica reconocido por el Derecho Internacional y por tanto escapa a lo aquí dispuesto.

Es deber del Estado garantizar y proteger el derecho de las personas a profesar sus creencias en absoluta libertad, sin más obstáculos que su propia conciencia o el orden público. Es por ello que la necesidad de la LOLR se hace imperiosa, y todos estos son los principios que consagran el texto proyectado para el que pido el apoyo de la totalidad de la Cámara.

Quedo a disposición de los Portavoces para las aclaraciones que tengan por conveniente precisar.

Muchas gracias.

Gracias, señor Ministro.

Tienen la palabra los Portavoces de los Grupos Parlamentarios.

Bueno, un buen texto sin duda, aun que presenta algunos detalles enmiendables.

Artículo tercero
Dos. Quedan fuera del ámbito de protección de la presente Ley las actividades, finalidades y entidades con fines ajenos a los estrictamente religiosos, como los relacionados con el estudio y experimentación de los fenómenos psíquicos o parapsicológicos o la difusión de valores humanísticos o espirituales, u otros análogos.

Sinceramente no veo demasiada utilidad en reducir lo que es religión y lo que no, ya que según esa definición el budismo podría perfectamente quedar fuera de la ley.

Artículo Sexto
Uno. Las Iglesias, Confesiones y Comunidades religiosas inscritas tendrán plena autonomía y podrán establecer sus propias normas de organización, régimen interno y régimen de su personal. En dichas normas, así como en las que regulen las instituciones creadas por aquellas para la realización de sus fines, podrán incluir cláusulas de salvaguarda de su identidad religiosa y carácter propio, así como del debido respeto a sus creencias, sin perjuicio del respeto de los derechos y libertades reconocidos por la Constitución, y en especial de los de libertad, igualdad y no discriminación. En ningún momento, ninguna de las reglas de una religión podrá violar cualquier ley aprobada por el momento por el Congreso de los Diputados o los parlamentos autonómicos en sus respectivos territorios.

Artículo Séptimo
Uno. El Estado, teniendo en cuenta las creencias religiosas existentes en la sociedad española, suscribirá, en su caso, Acuerdos de Cooperación con las Iglesias, Confesiones y Comunidades religiosas inscritas en el Registro, que así lo soliciten ante el Ministerio de Justicia. En todo caso, estos acuerdos se aprobarán por Ley Orgánica del Parlamento.
Dos. En los acuerdos, y respetando siempre el principio de igualdad, se podrán extender a dichas Iglesias, Confesiones y Comunidades, los beneficios fiscales previstos en el Ordenamiento Jurídico General para las entidades sin fin de lucro y demás de carácter benéfico.

Por un país libre, no a la finanziación de la Iglesia por parte del Estado. El Estado somos todos, no solo los católicos.

Sobre la resta, nos parece bien, no vemos inconveniente en votar a favor.

Muchas gracias, señor Presidente. Gracias también a usted señor Prim.

Verá, tengo que rechazar las tres enmiendas, pero le explico por qué. La primera es por una cuestión de seguridad. Véanse las sectas, por ejemplo. Se trata de una tipología de organización opaca y que puede tener unos fines o prácticas inmorales o incluso ilegales. El ordenamiento jurídico no puede extender la protección de la clasificación de entidad religiosa a este tipo de organizaciones. Es más, que proponga esta enmienda choca con su planteamiento en la segunda enmienda: no sólo las normas religiosas no pueden ir contra la Ley, sino que no deben ser dictadas por órganos con categoría de religiosos. Por eso es necesario ese precepto.

La segunda, si me lo permite, por ser una obviedad innecesaria. La Constitución establece que la Ley vincula a todos, incluso a los poderes públicos. No es entendible en ningún momento que una comunidad del tipo que sea pueda conculcar la Ley cualesquiera que sean los preceptos vulnerados, en razón de qué lo sean o según su naturaleza. Su adición al texto provocaría inseguridad jurídica al entenderse que ni los legisladores estamos seguros de la primacía de la Ley y necesitamos prohibir ataques a la misma. Y no es así.

Con respecto a la tercera enmienda, simplemente decirle que el Estado tiene el deber de cooperar con todas las religiones para un mejor servicio a los ciudadanos. No tiene sentido eliminar ese principio sólo porque ustedes aborrezcan a la Iglesia Católica. El 80% de los españoles se declara católico y que el Estado haga oídos sordos a ese clamor sería absurdo. Respetará las creencias de ese 80% y del otro 20% por igual.

Muchas gracias.

(Aplausos del GPP)

Gracias por su respuesta señor Cisneros.

Entonces, permítame decirle, por favor, que debería la ley especificar más detalladamente que es y que no religión, cuando hay la frontera entre religión y secta.

Respecto la segunda, mucho me temo que actualmente hay religiones con cierto trato de favor en España, trato que por ejemplo les exime de pagar algunos impuestos o les permite hacer y deshacer a su gusto, o insultar y faltar el respeto de manera enorme a políticos elegidos por el pueblo. Es por eso que debería dejar clara esa ley que todas las leyes están para cumplirse.

Sobre la tercera, creemos que precisamente porque usted lo dice es absurdo dar dinero a la Iglesia. Teniendo a tantos millones de seguidores, ya son muchos los millones de pesetas donadas a la Iglesia, por lo tanto no sería necesario darles más dinero.

Muchas gracias.

Susana Anguita

Pensamos que ya era hora de meter mano a los temas religiosos, da pena que hayamos tenido que esperar tanto. Pero esto es España y muchos de los diputados aquí presentes lo mismo tienen que dar cuentas luego en el confesionario, me alegro de que este gobierno haya optado por hacerlo, anteriormente tuvimos otro socialista y no tuvieron la iniciativa que se esperaba de ellos.

Aun así pensamos que es muy mejorable y por ello apoyaremos las enmiendas del grupo parlamentario socialista unificado, Gracias.

Gracias, señorías.

Pasamos a la votación.