Comunicado del PSOE acerca de las declaraciones del Arzobispo de Barcelona

COMUNICADO ACERCA DE LAS DECLARACIONES DEL ARZOBISPO DE BARCELONA,
Cardenal Leopoldo Asturiz

El Partido Socialista Obrero Español, ante las últimas declaraciones vertidas por el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Leopoldo Asturiz, quiere hacer latente su completa y absoluta disconformidad sobre su opinión manifestada en torno al derecho al divorcio, así como hacer pública su condena a las palabras referidas a un derecho conquistado para todos los ciudadanos españoles, obra de la autonomía privada de quienes optan por disolver su unión matrimonial con total libertad. En España el derecho al divorcio no se impone, a diferencia de las creencias impuestas en el seno del dogma de la Iglesia Católica. En nuestro país avanzamos en derechos y libertades, todo ello no es obras de un ser sobrenatural o malévolo, sino del desarrollo de las libertades individuales que conquistamos día tras día y que son exigidos por una sociedad que clama libertad.

Respetamos plenamente el derecho a la libertad de expresión del Arzobispo de Barcelona, pero lo que jamás dejaremos pasar por alto es la comparación de un derecho civil con el odio a la familia, que de forma injusta ha sido declarado por el Cardenal Leopoldo Asturiz. Hoy la Iglesia Católica, dentro del Estado laico que es España, no tiene más función en nuestra sociedad que la de religión mayoritaria para muchas de las personas que viven en España, que libremente pueden optar por seguir el dogma de su Iglesia o no. Desde nuestro partido seguiremos defendiendo el desarrollo de la libertad individual de todos los que viven en nuestro país, luchando contra el adoctrinamiento y conquistado las libertades necesarias para que los españoles decidan acerca de su intimidad de forma libre, sin intromisión de ningún tipo.

Defendemos en todo momento el respeto a la libertad de creencias, como derecho fundamental, englobando en el mismo a quienes creen en el dogma de la Iglesia Católica y a quienes tienen sus propios principios alejados de esta opción religiosa, que merecen igual respeto que cualquier otra. Instamos a que la Conferencia Episcopal y la Curia Romana opte por estar al lado de la sociedad española y no enfrentada a ella.

Madrid, a 7 de febrero de 1982.