Carlos Prim - Sede del gobierno navarro

Buenos días a todos. Comparezco hoy aquí, en la sede del gobierno navarro para comunicar oficialmente los hechos vandálicos acaecidos en el pasado fin de semana.

Según parece, desde este último viernes, una oleada de violencia ha recorrido toda nuestra Comunidad, manifestándose en un total de cuatro ataques. El primero, el propio viernes por la noche, un grupo de vándalos entraron en la comisaría de policía de la localidad de Estella y una vez allí desplegaron panfletos pro-nacionalistas vascos; nadie se dio cuenta hasta que este grupo de vándalos sabotearon una alarma de incendios, hecho que les permitió escapar con facilidad. Un ataque pues que trata de violar la autoridad policial en Navarra.

El segundo de los actos violentos tuvo lugar pocas horas más tarde, en la localidad navarra de Sangüesa, donde una vez más, un colectivo de violentos quemó varios contenedores y escribió en las paredes mensajes anti-fascistas, lo que le constituye en un ataque vandálico y extremista poco adepto a la democracia.

El tercer ataque tuvo lugar contra el ejército español y se manifestó en pintadas contra el Gobierno militar de Navarra, presente en la Avenida del ejército en Pamplona. Lo cual es una muestra de indecencia contra los militares golpistas, puesto que los únicos que deben juzgarlos son los jueces y nadie más; así como una falta de respeto a los miembros y ex-miembros del ejército que rechazaron el golpe de Estado, entre los que me incluyo.

Por último, el cuarto ataque fue dirigido contra el propio gobierno de Navarra, que yo mismo presido. Múltiples insultos en formas de pintadas han sido escritos en la sede del Partido Demócrata de Navarra, lo que resulta un claro acto, nuevamente, de extremismo político anti-democrático.

Los distintos hechos han podido llevarse a cabo debido a la situación de agitación política provocada por el reciente golpe de Estado y la situación de alerta de los cuerpos y fuerzas de seguridad, quienes han tenido que prestar más atención a otros objetivos descuidando así sus funciones habituales. No obstante, el ministro del interior ya me ha comunicado personalmente que ha dado la orden de enmendar este error: Policía y Guardia civil han desplegado ya los medios necesarios para evitar que esto vuelva a ocurrir y han iniciado una investigación para capturar a los culpables y descubrir a los responsables. De momento no hay confirmaciones oficiales, pero los pequeños avances dados hasta el momento parecen indicar que todo se trata de extremistas políticos pro-vasquistas (entre los que se incluyen muchos colectivos, como militantes de la izquierda independentista vasca, carlistas, nacionalistas vascos...), que han actuado a raíz del comunicado que emitió la formación política Unión Navarra tras el intento de Golpe de Estado. Este comunicado, junto con declaraciones de miembros del propio partido político que lo han reforzado, ha señalado al ejército y al Gobierno de Navarra como los culpables del Golpe de Estado y de un supuesto abandono político que sufre la región, al mismo tiempo que llamaba a la insurrección pacífica contra estos culpables. A tenor de la campaña de difamación realizada por este partido, estas fuerzas pro-vasquistas, han decidido hacer del vandalismo su peculiar forma de "insurrección pacífica".

Ni yo, ni mi gobierno, ni el ejército, ni la policía, ni cualquiera de los demás afectados por estos ataques vamos a hacernos las víctimas, pues nosotros no hemos llegado a sufrir daños importantes; los únicos que han sufrido daños a tener en cuenta han sido ellos, los vándalos y extremistas, quienes con sus actos deslegitiman sus ideas y perjudican así a las formaciones políticas a las que pretenden defender y seguir. Huelga decir que si los partidos que defienden estas ideas, quieren tener un mínima posibilidad de sobrevivir, deberán demostrar que estos episodios de violencia no han sido intencionados y, en tal caso, pedir disculpas públicamente por haber ejercido mal su responsabilidad política y haber empujado a sus jóvenes militantes a ejercer la violencia, al mismo tiempo que muestran su más profundo rechazo a los métodos violentos, tanto a los directos que han actuado en la calle, como a los indirectos que han utilizado ellos.

Nada más, muchas gracias.
Si alguien desea hacer alguna pregunta, estoy a su disposición.

Son una vergüenza los actos vandálicos que han ocurrido en Navarra. Espero que sobre sus culpables y sus incitadores caiga todo el peso de la ley.

El cambio de democracia no lo debemos llevar a cabo mediante actos vandálicos ni delictivos. Se puede cambiar la democracia con las palabras, y así es como debería ser. La violencia hace perder la razón.