Programa JMJ

Los peregrinos, que desde días antes participarán ya en los encuentros "Días en las Diócesis", empezarán a llegar a Madrid. Desde primera hora de la mañana del día 3 los peregrinos y los grupos inscritos en las jornadas podrán recoger sus acreditaciones y las llamadas "mochilas del peregrino" en los lugares indicados por la organización.

Más tarde, a las 20:00 horas tendrá lugar la misa de inauguración presidida por el cardenal Ricardo Blázquez Pérez, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid;  y será concelebrada por más de 800 obispos y 8000 sacerdotes participantes en la JMJ, en la plaza de Cibeles. Allí se congregarán más de medio millón de jóvenes, aproximadamente, por lo que tanto la plaza como las calles aledañas tendrán que ser cerradas al tráfico. La misa también podrá seguirse a través de veintisiete pantallas gigantes que se instalarán en diversos puntos de la ciudad, así como en el canal 13tv.

El evento estará presidido en todo momento por una imagen gigante de la Virgen de la Almudena, (copatrona de la JMJ ) y una reliquia del beato Juan Pablo II que ha sido regalada para la ocasión y permanecerá en la catedral de Madrid.

Para el acto, se instaurara un altar en un escenario construido para la ocasión delante del Palacio de Comunicaciones además de una estructura donde se situará el coro y la orquesta con 180 voces y 70 músicos.

Durante la jornada del 4 de agosto, los peregrinos, repartidos en grupos según su idioma, recibierán catequesis de obispos en diferentes iglesias de la ciudad, así como colegios, auditorios y polideportivos que serán cedidos para el evento por el Ayuntamiento de Madrid. En total, se prepararán 285 lugares para estas charlas.

El resto de la agenda, consistirá en diferentes actividades culturales, como conciertos, exposiciones o visitas a museos; todas ellas preparadas por la Conferencia Episcopal Española.

Francisco I llegará al Aeropuerto de Madrid Adolfo Suárez-Barajas a mediodía, donde le esperará una multitud de peregrinos para recibirle, acompañados de un grupo de niños vestidos con los uniformes de la guardia suiza. Ya en suelo español, será recibido por los reyes de España que le acompañarán hasta el pabellón de Estado de la Terminal 4, donde será saludado por el presidente del gobierno Héctor Hernández y otras autoridades  políticas y eclesiásticas.

Tras las palabras de bienvenida de Felipe XVI, el papa pronunciará su primer discurso centrado en los jóvenes haciendo hincapié en la situación social que están viviendo en el marco de una crisis económica. Tendrá también palabras para aquellos que "por causa de su fe en Cristo sufren la discriminación" y pedirá por un "clima de respetuosa convivencia" entre las distintas ideologías. Tras su primer mensaje, Francisco I hará un recorrido por las calles de Madrid hasta llegar hasta la Sede de la Conferencia Episcopal, donde tendrá audiencia oficial con el Presidente del Gobierno. Tras la audiencia con Héctor Fernández, se dirigirá a la nunciatura, su alojamiento durante las jornadas  y sede diplomática de la Santa  Sede, para descansar hasta la bienvenida oficial que tendrá lugar en el centro de la capital horas más tarde.

A las 19 horas, el papa saldrá del palacio del nuncio hacia la Puerta de Alcalá en el habitual papamóvil. Por el camino, cientos de miles de personas esperarán para verle pasar y acompañarle hasta llegar a la puerta, donde será recibido por el alcalde de la ciudad,  quien le entregará las llaves de la ciudad, siendo el segundo pontífice en la historia que recibe tal distinción. Tras lo cual, Francisco I acompañado de cincuenta jóvenes de los cinco continentes, cruzarán el monumento por su arco central representando simbólicamente la entrada en Madrid. Recibirá también un esqueje de olivo como símbolo de fe.

Desde allí, hará un recorrido hasta llegar a Cibeles, donde le esperarán miles de personas que abarrotarán la plaza así como la calle de Alcalá y el Paseo de Recoletos. Allí tendrá lugar un acto de bienvenida por parte del arzobispo de Madrid y de jóvenes de los cinco continentes en sus lenguas maternas. Cada uno, ofrecerá un regalo de su país de referencia: pan y la sal, símbolo de acogida en Polonia; una guirnalda de flores típica de las islas del Pacífico, un bacalao con arroz coreano, un sarepe hondureño, regalo de amistad que identifica a los pueblos americanos y granos de café envueltos el hojas de plátano, obsequio de bienvenida africano. Se procederá a escuchar la lectura de la Parábola de la casa sobre la roca, del Evangelio de Mateo.

El papa, antes de terminar la fiesta de acogida, pronunciará su segundo discurso ante los asistentes. En él, invitará a los jóvenes a aprovechar esos días para encontrarse con Cristo, edificando la fe sobre bases sólidas. Acto seguido, se irá a la nunciatura para dormir. (La nunciatura estará protegida por cientos de policías nacionales, cientos de Guardia Civiles y cientos de militares. El suelo de Madrid estará vigilado, y se notará una gran cantidad de presencia militar en las estaciones de metro, aeropuertos, etc., debido a la amenaza existente del Daesh al evento.)

El día 6 de agosto casi 300 jóvenes que ya se han registrado (PLAZO CERRADO), tendrán breves audiencias con el Papa. Cuando estas acaben, el Presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, y el vicepresidente, Felipe Rodriguez, darán 6 conferencias por toda la ciudad: Puerta del Sol,  Puerta de Alcalá, Cibeles, Auditorio Municipal y Aeródromo de Cuatro Vientos.

Mientras monseñor Blázquez y monseñor Camps dan las conferencias, el Papa tendrá audiencias personales con los siguientes personajes públicos:  César Alarcón, Francisco Valverde, Miguel Ángel Zapata  y  Julio Anguinte.

Durante la madrugada del 7 de agosto, procesionarán distintas imágenes religiosas representantes de la Semana Santa española desde los templos donde se encontrarán hasta la zona donde se celebrará el vía crucis programado para esa tarde. Destacará el Cristo de la Buena Muerte, que será cedido por su cofradía de Málaga, y que será trasladado a hombros de legionarios por las calles madrileñas desde la Iglesia del Sacramento (Madrid) Catedral Castrense. La imagen que se encontrará expuesta en Madrid con motivo de la JMJ, podrá ser visitada por más de 60.000 personas.

Al comienzo de la jornada, antes de partir al Monasterio de El Escorial, Francisco I se reunirá en un encuentro de cortesía con el rey Felipe XVI en el Palacio de la Zarzuela, donde será recibido por la familia real. Tras el intercambio de regalos protocolario, ambos intercambiarán unas palabras comentando nuevamente sobre los problemas que afronta la juventud y la necesidad de transmitir un mensaje de esperanza ante la falta de estímulos.

Ya en El Escorial, el papa se reunirá con más de mil religiosas de distintas órdenes, algunas de ellas extranjeras. Allí también se reunió con profesores universitarios. El papa les pidió ser sencillos y eficaces.

El sumo pontífice tendrá un almuerzo con el presidente del gobierno en la nunciatura siendo esta la cuarta vez que ambos líderes se reunierán. Mientras tanto, en el marco de las actividades por la Jornada Mundial de la Juventud, La Moncloa ofrecerá un almuerzo al secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone.

A las 19:30, el papamóvil aparecerá por la Avenida de Colón, donde dará comienzo un evento inédito en la historia de las Jornadas Mundiales de la Juventud: la celebración de un vía crucis para el cual se reunirán quince imágenes de alto valor artístico en cada una de sus estaciones y una imagen de la Virgen María. El papa recorrerá los 700 metros que separan Colón de la plaza de Cibeles a paso reducido hasta llegar al escenario, donde será    aclamado por cientos de miles de personas.

La comitiva procesional estará encabezada por la Cruz de los Jóvenes, que será llevada por grupos de personas deteniéndose en cada una de las estaciones de la Pasión de Cristo. Los jóvenes portadores han sido seleccionados por proceder de países donde los cristianos son perseguidos o sufren dificultades, así como aquellos que han sufrido por causa de los desastres naturales o las guerras. Además, en cada estación, se leerám pasajes del Evangelio relativos a las escenas representadas junto con reflexiones y comentarios que serán redactados por las Hermanas de la Cruz:49

Estación I: La Santa Cena de Francisco Salzillo, 1763 (Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Murcia)

En la primera de las estaciones del vía crucis se rememorará la frase de Jesús: «Que os améis unos a otros» (Jn 13, 34), y pedirá porque la Iglesia viva unida y en paz, cese toda   per­se­cu­ción y dis­cri­mi­na­ción por causa de la fe, y todos los que creen en un único Dios vivan, en jus­ticia, la fra­ter­nidad.

Estación II: El beso de Judas de Antonio Castillo Lastrucci, 1963 (Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima del Gran Perdón. Málaga)

La traición es el centro de esta imagen procesional. Las palabras de las Hermanas de la Cruz invitarán a acudir a Jesús, quien hizo suyas dolorosas traiciones, si se siente en carne propia la traición o "el te­rrible su­fri­miento pro­vo­cado por la di­vi­sión entre her­manos y la lucha   fra­tri­cida".

Estación III: La Negación de San Pedro de Federico Coullaut-Valera, 1958 (Hermandad de Nuestro Padre Jesús en el Paso de el Prendimiento. Orihuela. Alicante)

"Un cris­tiano tiene que ser un va­liente. Y ser va­liente no es no tener miedos, sino saber vencerlos. El cris­tiano va­liente no se es­conde por ver­güenza de ma­ni­festar en pú­blico su fe". Con estas palabras se rezará para que los cristianos que no reconozcan su fe ante los demás hagan acopio de valor y sean tes­tigos con­ven­cidos de lo que creen.

Estación IV: Jesús de Medinaceli, Anónimo, S. XVII (Cristo de Medinaceli. Madrid)

Jesús, al ser torturado por crímenes que no cometió, no se queja. En este silencio, se encontrarán pre­sentes todas las víc­timas de las gue­rras que arrasan los  pue­blos y siem­bran el odio.

Estación V: Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de José Rodríguez y Fernández-Andes, 1942 (Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena, de Madrid).

En esta estación las reflexiones se centrarán en el sufrimiento de Jesús cargando la cruz. Con este acto, Cristo hizo suyo "el can­sancio, el ago­ta­miento y la des­es­pe­ranza de los que no en­cuen­tran tra­bajo, así como de los in­mi­grantes que re­ciben ofertas la­bo­rales in­dignas o in­hu­manas, que pa­decen ac­ti­tudes ra­cistas o mueren en el em­peño por con­se­guir una vida más justa y digna."

Estación VI: Cristo Caído camino del Calvario de Mariano Benlliure y Gil, 1942 (Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída y María Santísima de la Amargura. Úbeda, Jaén)

Las Hermanas de la Cruz afirmarán que del mismo modo que Jesús se cayó transportando la cruz, las personas deben levantarse. Se animará a aquellas personas que tropiezan en la vida, y que son víctimas del alcohol, las drogas y otros vicios, para que apoyados en Cristo, se levanten.

Estación VII: Nuestro Padre Jesús Nazareno de autor Anónimo, S. XVII (Cofradía del Dulce nombre de Jesús Nazareno. León)

Los asistentes recordarán aquí a aquellas personas que ayudan a lo largo de su vida a los necesitados, a los marginados de la so­ciedad, de toda raza, credo o condición.

Estación VIII: Nuestro Padre Jesús de las Misericordias de Francisco Pinto Berraquero, 1976 (Cofradía de La Candelaria. Jerez de la Fontera, Cádiz)


En la imagen procesional, Jesús se com­pa­dece de las mu­jeres de Jerusalén, y en el paño de la Verónica deja plas­mado su rostro. Según el texto que se pronunciará, este hecho       evoca el rostro de tantos que son privados de su libertad y dignidad en distintos regímenes dictatoriales en el mundo.

Estación IX: Jesús Despojado de sus Vestiduras de Manuel Ramos Corona, 1989 (Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras. Granada)

"Los ves­tidos no sólo cu­bren el cuerpo, sino tam­bién el in­te­rior de la per­sona, su in­ti­midad, su dig­nidad", dijeron. En este sentido, se recordará a los que padecen con los sufrimientos de las víc­timas de ge­no­ci­dios hu­manos, de vio­la­ciones y abusos se­xuales, y en los crí­menes contra niños y adultos.

Estación X: La Crucifixión de Ramón Álvarez Moretón, 1884 (Cofradía de Jesús Nazareno. Zamora)

Jesús en la cruz acoge el su­fri­miento de todos los que están pasando dolorosas si­tua­ciones, "como tantos pa­dres y ma­dres de fa­milia, y tantos jó­venes, que, por falta de tra­bajo, viven en la pre­ca­riedad, en la po­breza y la des­es­pe­ranza, sin los re­cursos ne­ce­sa­rios para sacar ade­lante a sus fa­mi­lias y llevar una vida digna."

Estación XI: Cristo de la Buena Muerte y Ánimas (Cristo de la Legión) de Francisco Palma Burgos, 1942 (Congregación de Mena. Málaga)

Jesús muere en la cruz por los pecados de la humanidad. En esta estación, se preguntarán si ante tantas personas que sufren distintas discapacidades, están haciendo lo suficiente por extender y proclamar la dignidad de la persona.

Estación XII: El Descendimiento de Luis Marco Pérez, 1945 (Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud. Cuenca)


El imaginero Marco Pérez muestra a un Cristo muerto en su talla. Las palabras de las Hermanas de la cruz se centrarán en que Jesús comparte la suerte de tantos que por distintos motivos, han sido con­si­de­rados la es­coria de la Humanidad. Entre otros, las víc­timas del sida.

Estación XIII: La quinta Angustia de Gregorio Fernández, 1625 (Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad. Valladolid)

La estación muestra el pasaje bíblico en el que María sostiene en brazos a Jesús yacente. "Como tantos pa­dres y ma­dres que han per­dido a sus hijos por el hambre."

Estación XIV: Cristo Yacente de Gregorio Fernández, s. XVII (Feligresía de San Andrés. Segovia)


Finalmente, en la última estación del vía crucis, se recordará a aquellos buenos samaritanos de todo el mundo que ayudan y comparten las consecuencias de los desastres naturales.

Soledad de la Virgen: María Santísima de Regla atribuida a Luisa Roldán (La Roldana), s. XVII (Hermandad de Los Panaderos. Sevilla)

Tras recorrer las distintas estaciones, el papa pronunciará un discurso ante los asistentes que se congregarán en el centro de la capital. En él, y en referencia al vía crucis, mostrará su admiración ante las "extraordinarias imágenes del patrimonio religioso de las diócesis españolas".

Las cofradías retornarán en procesión las imágenes hasta sus templos, una imagen atípica para el mes de agosto.

Por la mañana el papa se dirigirá al Parque del Retiro, donde se instalarán  200 confesionarios y donde se administrará el sacramento de la confesión desde el inicio de las jornadas, para confesar a cuatro jóvenes. Desde allí partirá hasta la Catedral de la Almudena para dar una misa en presencia de 5.000 seminaristas.

Por la tarde, el sumo pontífice visitará la Fundación Instituto San José, centro de atención a personas con discapacidad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Allí saludará a los presentes y escuchará el testimonio de un joven con discapacidad, que relatará su experiencia y cómo el amor de sus familiares hizo que, aun sabiendo "que podía ser un obstáculo para sus vidas siguieron adelante".

Desde tempranas horas de la mañana, los peregrinos comenzarán a llegar al aeródromo de Cuatro Vientos para la celebración de una vigilia de adoración eucarística al Santísimo Sacramento, que se convertirá en el mayor evento católico de la historia de España. El Ayuntamiento de Madrid pondrá a disposición de los asistentes líneas express de autobuses circulares que conectarán el intercambiador de Aluche con Cuatro Vientos, aunque muchos jóvenes preferirán recorrer a pie los 12,6 kilómetros que lo separan el centro de la capital.

Al acto comenzará con la llegada del papa y una procesión que llevará la Cruz de los Jóvenes hasta el altar, que estará formado por un escenario en el que se encontrará un árbol metálico luminoso de grandes dimensiones. El escenario será preparado por el arquitecto Ignacio Vicens, experto en arquitectura efímera, que ya colaboró en anteriores jornadas de la Juventud con Juan Pablo II. Allí, jóvenes de distintas partes del mundo le realizarán distintas preguntas relacionadas con la fe y la Iglesia. En el aeródromo estarán congregados, según estimaciones, alrededor de 1,5 o 2 millones de personas.

Los jóvenes permanecerán en el aeródromo durante toda la noche en la vigilia hasta el comienzo de la misa durante la mañana.

El sumo pontífice llegará a Cuatro Vientos en torno a las 9 de la mañana, donde ya le esperarán los reyes de España para saludarle, quienes también estarán presentes en la misa.

Finalmente, el acto terminará con el anuncio de que ciudad que albergará la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en el año 2023.