Gobierno de España | REFORMA CONSTITUCIONAL | Fernández: "Este es el cambio. La regeneración democrática es imparable"

Hola a todos y muchas gracias por venir. Hoy es un día histórico, pues pocas veces como hoy se ha respondido de una manera tan firme en favor de las demandas ciudadanas de cambio. El Congreso ha aprobado la reforma constitucional que nació del consenso de todos liderado por nuestro gobierno. De este modo, se ha dado el primer paso para fijar en nuestra Constitución lo que en la calle era un clamor: las instituciones deben renovarse y los políticos deben estar al servicio de la gente. Ahora sólo falta el pronunciamiento del Senado, que presumiblemente votará en el mismo sentido que el Congreso y, posteriormente, la llamada ciudadana al referéndum.

Ya iba siendo hora que los políticos respondiesen a la llamada de los españoles. Ya era hora de que los políticos se planteasen una reforma seria para regenerar la vida pública. En definitiva, ya era hora de que los políticos escuchasen a sus ciudadanos. Con esta reforma, apoyada por una sobrada mayoría, se eliminan los aforamientos, se limitan los mandatos, se acaba con instituciones cuyo único fin ha sido la colocación de políticos y el pago de favores, tales como las diputaciones no forales y el Consejo de Estado y, por último, se posibilitan mecanismos de participación directa y real del pueblo español, esto es: la posibilidad de convocar referéndum vinculante. Estas son las reformas que se han aprobado y sobre las cuales se preguntará a la ciudadanía. Lo cierto es que son demandas que la sociedad civil lleva mucho tiempo exigiendo y, por primera vez, se da una respuesta adecuada a las legítimas aspiraciones de la gente.
Se crea, así, un nuevo marco de convivencia en el que los políticos van perdiendo sus privilegios y comienzan a responder ante los ciudadanos a través de unas instituciones más limpias y más transparentes.

A última hora ha habido quienes han querido romper ese consenso que se selló en las negociaciones que dieron paso a la tramitación parlamentaria de la reforma constitucional. H habido quienes ha preferido votar en contra de la regeneración democrática para mantener unas diputaciones que, en muchas ocasiones, han representado lo peor de la política en España. Siento una profunda decepción con los socialistas, pues pudiendo haber formado parte de la solución, han preferido votar para seguir colocando a dedo y para seguir pagando favores a costa del dinero del contribuyente.
Hay quien puede decir que se debería haber cedido para que el PSOE estuviese en la reforma. Pero ante eso hay dos cosas que objetar. La primera es que el PSOE ya estaba en la reforma hasta el momento en el que optó por desdecirse y romper el consenso reformista. Y la segunda tiene un mayor calado: y es que el cambio ha llegado a España para quedarse. Entiendo a todos aquellos que echan de menos el voto favorable del PSOE, a mí también me habría gustado que estuviesen. Pero hay una cosa que tengo muy clara: la vieja política no puede seguir siendo un muro que paralice las aspiraciones legítimas de cambio de la gente. La vieja política, se llame o no PSOE, no va a seguir condicionando el juego político. La regeneración política y democrática es una aspiración ciudadana y, desde luego, yo no voy a ceder ante quienes persiguen que todo siga igual y que las demandas de la gente no sean atendidas. Aquellos, como el PSOE, que quieran seguir representando las viejas dinámicas son libres de hacerlo, pero lo que está claro es que ello no puede significar que la regeneración se arrodille ante la vieja política. Los españoles no podemos esperar a que la vieja política se entere de que la ciudadanía pide cambio.

Con respecto a la cuestión de las diputaciones provinciales. ¿Qué es lo que va a pasar?. Pues bien, una vez aprobada la reforma por referéndum se van a eliminar y van a ser sustituidas progresivamente por un sistema más democrático y más municipalista, como es el de las mancomunidades. La Comunidad Valenciana, según tengo entendido, ya está dando pasos en esta dirección. Será un sistema más democrático porque nacerán de la libre voluntad de los municipios, y será más municipalista, porque deposita en los municipios todo el poder de organización de los servicios públicos. Por lo tanto, esta reforma hace más fuerte el poder municipal y garantiza el sostenimiento de las zonas rurales que estaban siendo desatendidas por las diputaciones.
En este sentido, a los únicos que les incomoda la supresión de las diputaciones es a los políticos que están acostumbrados a vivir la vida en ellas a costa de los ciudadanos. Esos políticos deberán hacer su nido en otra parte, qué le vamos a hacer, pero desde luego su fiesta se ha terminado.

Por último, como mencionaba anteriormente, el paso ahora va a ser convocar un referéndum en el cual la ciudadanía deje claro que quiere un cambio, que exige la regeneración de la democracia y que da un paso adelante para abrir el camino a unas instituciones al servicio de todos. Dicho referéndum se realizará, presumiblemente, el domingo 22 de abril.

Este es el cambio. La regeneración democrática es imparable. Demostremos que queremos seguir construyendo, con ilusión y esperanza, un nuevo país. Muchas gracias. Pueden realizar las preguntas que tengan por conveniente.