Gobierno de España | Fernández vuelve a la UAM para anunciar a sus alumnos los cambios en el sistema hereditario

Hola a todos y muchas gracias por venir a esta conferencia. Gracias, también a los profesores y compañeros de departamento por sus intervenciones previas. Antes de nada me gustaría decir que es un motivo de alegría volver a pisar esta facultad y este aula y, sobre todo, verlo tan lleno. Tengo que confesar que en circunstancias normales mis clases no estaban tan llenas como hoy (ligeras risas entre los alumnos). De todos modos, así me gusta ver las universidades: con alumnos con inquietudes.
Os doy las gracias pero también debo pedir perdón a mis alumnos. Como sabéis yo soy profesor de Derecho de Familia y Sucesiones aquí desde hace algunos años y siempre hemos observado cómo el régimen de derecho de familia y, sobre todo, el derecho sucesorio, no ha cambiado a grandes rasgos desde su creación en 1889. Pues bien, quiero pedir perdón porque mi gobierno ha hecho que una de las pocas materias jurídicas que no había cambiado, lo haga. Soy consciente de que para los alumnos lo peor que puede pasar es que se cambien las leyes que ya has estudiado (ligeras risas de los alumnos). Pero bueno, creo que los que me conocisteis pudisteis temer que esto llegase a pasar.

[...] Los dos cambios que se han llevado a cabo o se van a llevar a cabo son profundos y trastocan todo el régimen económico matrimonial y todo el derecho sucesorio. Casi nada. Para vuestra desgracia, lo siento, pero es materia de examen. Y si no ya me encargaré yo de hablar con Pilar para que así sea (algunas risas entre los asistentes y la profesora a la que Fernández hace referencia). Ahora hablando en serio, creo que es el mayor avance en libertades que se podía producir y responde a una demanda más que mayoritaria por parte de la doctrina y también por algunos tribunales que ya se han habían hecho eco de al necesidad de una reforma.
La reforma del sistema económico matrimonial no cambia los regímenes en sí, pero cambia su preferencia para el derecho común. De este modo, como sabéis, se ha pasado del predominio del régimen de gananciales al régimen de separación de bienes. Era el modelo que ya regía en el sistema civil catalán y que estaba funcionando a la perfección. Lo que se ha logrado es, avanzar hacia un modelo más justo y, asimismo, hacer más sencillos los divorcios disminuyendo, de este modo, la litigiosidad y los conflictos matrimoniales en cuanto a temas económicos.

[...] Ahora, pasando a la reforma del sistema de sucesiones, la transformación es bastante más importante en términos cuantitativos. Hace unos días se presentó el proyecto de ley y todo hace pensar que saldrá adelante, así que yo os recomendaría que sea el que os estudiéis, porque os será más útil.
En la reforma, contundente como os digo, se va a producir el logro de que el testador tenga total libertad para repartir su herencia como quiera, sin ninguna traba de cuotas y sin obligaciones de dar parte del caudal hereditario a determinados parientes. De esta forma, se elimina por completo el sistema de legítimas y todo el caudal será de libre disposición. Creo, al igual que la mayoría del mundo jurídico, que el sistema de legítimas era injusto por dos razones. Una porque suponía un límite excesivo a la libre disposición de los bienes y a la propiedad privada. Y dos, porque implicaba que un padre tuviese que seguir manteniendo, tras la muerte, unas relaciones familiares que han cambiado a todas luces. Ha cambiado el modelo familiar, han adquirido peso las relaciones afectivas sobre las relaciones biológicas y carecía de sentido seguir con un sistema basado en un modelo de familia que hoy no existe.
Ha cambiado el modelo de familia y la protección de los descendientes se hace menos necesaria por el aumento de la esperanza de vida. Ello hace que el cambio legislativo fuese absolutamente necesario.

De este modo, no habrá limitación para las donaciones en vida. Da igual si se perjudica el caudal hereditario, pues el causante es libre de hacer con sus bienes lo que crea conveniente. Y, obviamente, se podría decir que hay una libertad total para desheredar, aunque esto no sería correcto, pues no habiendo herederos forzosos, el causante puede no incluir en el testamento a quien le venga en gana. [...] Se permite con este cambio, además, que un padre o una madre repartan sus bienes entre sus hijos si quieren, y si no, no. Y podrán hacerlo en las cantidades que deseen para premiar o castigar a sus hijos o a cualquier otra persona. Ello será muy útil para los casos de falta de afecto familiar que, hasta hoy, no eran causa de desheredación.

[...]En definitiva, creamos un modelo más justo, que viene a acabar con situaciones que eran, a todas luces, manifiestamente injustas, caducas y casposas. El modelo, así, se hace más libre. Por fin los juristas y todas las familias que, desgraciadamente, pasan por estas circunstancias, podrán descansar en paz. Muchas gracias.
(Aplausos de los alumnos)

Ahora podéis hacer todas las preguntas que creáis convenientes. Aprovechad que he vuelto al aula. Por cierto, me voy a quedar un rato por aquí después de la charla para hacernos una foto. Adelante con las preguntas.