[Consejo de Gobierno] Proyecto de Ley de Reforma Sanitaria de la Comunidad de Madrid

Amparo Valcarce
Presidenta de la Asamblea de Madrid

Buenos días. Señores diputados, vayan tomando sus asientos por favor.

Comienza la sesión, en la que se debatirá el Proyecto de Ley de Reforma Sanitaria de la Comunidad de Madrid presentado por el Consejo de Gobierno.

Tiene la palabra el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el señor don José Manuel Freire Campo.

José Manuel Freire Campo
Consejero de Sanidad

Gracias señora Presidenta. Señorías.

Hoy les vengo a presentar un proyecto necesario para Madrid, desarrollado desde la consejería de Sanidad en colaboración con otros departamentos del gobierno. Como ya sabrán, el presidente Gómez anunció antes del verano que el gobierno de la Comunidad de Madrid estaba trabajando en una ambiciosa reforma sanitaria, una reforma que anulase todos los cambios introducidos por los gobiernos del Partido Popular en este ámbito y devolviese a los madrileños una asistencia realmente pública, universal y de calidad. Pues bien, esa propuesta ya existe y es la que en esta sesión nos disponemos a debatir.

Sin querer aventurarme, supongo que el Grupo Parlamentario Popular, salvo que se mantenga en esa pasividad que le ha caracterizado desde que pasó a la oposición, recuperará aquellos argumentos que utilizó en su día para defender la privatización, mal llamada externalización, de la sanidad madrileña. En la aplicación de paradigmas neoliberales basados en la idea de que lo privado es bueno, porque es eficiente y competitivo, mientras que lo público no lo es, adjudicaron la gestión de hospitales, laboratorios y otros servicios relacionados a empresas privadas. Sin embargo, y a diferencia de lo que avalaban las teorías de mis predecesores, no solo no mejoró la calidad y la eficiencia del servicio sino que en muchos casos fue a peor. Solo hubo una cosa que aumentó, el gasto. No quiero con ello, señorías, mentir o impulsar una estatización de la economía, como llegaron a decir del PSM en un medio de comunicación. Por supuesto que las administraciones públicas debemos establecer los medios para que la empresa privada se desarrolle, pero no a costa de los servicios públicos. Porque en esta ocasión no se trata solo del gasto público, sino que está en juego la salud y en ocasiones la vida de los madrileños.

(Aplausos del GPS)

Como iba diciendo, no queremos acabar con el sector privado, sino establecer mecanismos que aseguren que la participación de las empresas en los servicios públicos va a suponer una mejora sustancial del servicio y no se va a limitar a un mero enriquecimiento por parte de los directivos de dichas sociedades. Con la legislación desarrollada por los gobiernos del PP en las anteriores legislaturas se estaba creando el campo propicio que asegurara a esas empresas la rentabilidad y el beneficio. El ejemplo más claro está en la creación del área única sanitaria y la libre elección de centro y facultativo. La señora Aguirre, abanderada en el liberalismo, defendió esa ley como una medida destinada a permitir a los ciudadanos elegir libremente cómo y dónde querían ser atendidos. Pero esa ley, señores diputados, tenía un trasfondo económico, y era asegurar que los centros “externalizados” concentrasen a la población joven y sana mientras que los hospitales públicos cargasen con los pacientes mayores, más asiduos a usar la sanidad. Por eso, uno de los puntos clave de esta ley será la supresión del área única y el restablecimiento de las zonas sanitarias.

Seis son los puntos básicos en los que nos hemos basado para la redacción de este proyecto. El primero de ellos es la universalidad de la sanidad, un derecho reconocido por nuestra constitución, por la ley de sanidad de 1986 y por la LOSCAM. Por ello, siempre en el límite de nuestras competencias, todas las personas tendrán derecho a la asistencia sanitaria urgente del Servicio Madrileño de Salud, no solo las beneficiarias de la Seguridad Social. Y digo todas las personas porque la cosa no queda limitada a los ciudadanos. Todas las personas tendrán derecho, especialmente cuando exista riesgo para su vida o para la salud pública, porque si atendemos estrictamente a lo que dice el papel, una persona afectada por una epidemia como el ébola no tendría derecho a pisar un centro sanitario de la región.

El segundo punto hace referencia a la cartera de servicios. Esta ley pondrá fin a la diferenciación entre servicios sanitarios esenciales, primarios y secundarios, así que haciendo uso de la libertad autonómica en este sentido, todos los servicios sanitarios tendrán el mismo nivel y habrá una cartera única que los englobará a todos. El tercer aspecto hace referencia a los copagos, o mejor dicho, a los repagos; quedarán suprimidos todo tipo de copagos, repagos o como quieran llamarlos sus señorías amén de que se desarrollarán estrategias destinadas a contrarrestar el efecto de los copagos nacionales. En este sentido, y a fin de evitar una carencia inasumible del presupuesto sanitario, introducimos una novedad en lo que al abastecimiento farmacéutico se refiere, la subasta de medicamentos; un sistema aplicado en otras comunidades autónomas con excelentes resultados y que, si los profesionales del sector están conformes, se introducirá paulatinamente en Madrid durante los próximos años.

El cuarto punto que hemos tenido en cuenta a la hora de abordar esta reforma es la situación de los recursos humanos. Los recortes salariales, en materia de derechos laborales y de número de profesionales que se han llevado a cabo en los últimos años no han aportado nada, además de haber visto mermada la situación del personal y haber sido estos incapaces de ofrecer un servicio de calidad a los pacientes. Por ello, se restablecerán las condiciones laborales y salariales anteriores al año 2009 incluyendo la recuperación de los profesionales no sanitarios. Además, se convocarán oposiciones para ampliar la plantilla y desarrollaremos medidas encaminadas a facilitar a los estudiantes de medicina u otras ramas relacionadas con la sanidad el acceso desde la universidad hasta un puesto de trabajo.

(Aplausos del GPS)

Quinto, las externalizaciones y derivaciones. El hecho más característico de la política sanitaria del PP madrileño fue la externalización de servicios sanitarios a clínicas privadas y la derivación de ciertas prestaciones a empresas subcontratadas. Como consejero de sanidad no puedo tolerar que se esté desviando dinero de los madrileños correspondiente al Servicio de Salud, del que soy responsable, a clínicas privadas. Así que un aspecto en el que incide esta reforma es que la inversión en los servicios públicos tenga prioridad sobre la asistencia privada. Por otra parte, vamos a iniciar un proceso de revisión mediante auditoria de las condiciones de externalización de los seis hospitales que actualmente funcionan con el sistema de gestión indirecta y, si se evidencia una mala gestión u otras irregularidades, rescindir la concesión. Hay un caso en el que no vamos ni siquiera a realizar auditoría porque ante las denuncias presentadas tanto por facultativos como por asociaciones de pacientes no se hace necesario y es en el Laboratorio Central de Análisis, gestionado por una empresa privada y que ha resultado ser incapaz de estar a la altura de las circunstancias, pues en algunos casos los resultados ha tardado hasta un año en llegar. En este sentido, se crearán laboratorios de zona y se priorizará la participación de laboratorios, independientemente de su titularidad, de la Comunidad de Madrid.

El sexto y último punto es la financiación. La sanidad es un servicio público básico y las administraciones debemos velar, en el ámbito de nuestras competencias, por su sostenimiento. La sanidad es además, junto con la educación y la política social, uno de los tres pilares del Estado del Bienestar. Por ello, esta ley establece que anualmente los Presupuestos Generales de la Comunidad, empezando por los de 2017, deberán destinar como mínimo un 9% del total a Sanidad. Con esta medida pretendemos asegurar que la sanidad madrileña tenga un nivel de financiación equiparable a la media europea.

(Aplausos del GPS)

Señorías, este el grueso de la ley que hoy presentamos. Pueden estar a favor o pueden estar en contra, pero antes de posicionarse quisiera remarcar que esta ley ha sido redactada no en base a los criterios de la consejería o del partido de gobierno, sino que para ello nos hemos reunido con sindicatos, con profesionales, con asociaciones de pacientes y con otros agentes sociales inmiscuidos en lo que esta ley regula. Por ello, en nombre del gobierno de la Comunidad de Madrid les insto a todos ustedes señorías a votar a favor de este proyecto.

Muchas gracias.

(Aplausos del GPS)

Amparo Valcarce
Presidenta de la Asamblea de Madrid

Muchas gracias señor consejero.
Tienen la palabra los grupos parlamentarios.

Amparo Valcarce
Presidenta de la Asamblea de Madrid

Muchas gracias.
Pasamos a votación.

Los 57 diputados del Grupo Parlamentario Socialista votan A FAVOR.

Amparo Valcarce
Presidenta de la Asamblea de Madrid

Gracias, señorías. El resultado de la votación es el siguiente:

VOTOS EMITIDOS: 109
A FAVOR: 57
EN CONTRA: 52
ABSTENCIONES: 0

En consecuencia, el Proyecto de Ley de Reforma Sanitaria de la Comunidad de Madrid queda APROBADO.

Se levanta la Sesión.