Público [Artículo de opinión] DEMOCRACIA NACIONAL, EL PATRIOTISMO DEL MIEDO

           

Tomás Franco del Hierro, Antonio Weiss, Juan Benito Pons. Estos tres, han sido los Presidentes del partido nacional-social Democracia Nacional (DN), en estos pocos años de democracia. Los tres primeros tienen una característica en común, y es que poco es el tiempo que se mantuvieron activos, y a su vez, activo el partido. Ahora, Indalecio J. Prieto, quien será elegido Presidente en el próximo Congreso de DN, evidenciará si su paso por la presidencia comportará un paréntesis en lo que ellos llaman "la alternativa para españoles", como ocurrió con sus antecesores, o si por lo contrario, llevará al partido a unas altas cotas de triunfo y reconocimiento político.
Habrá que realizar un análisis en profundidad de esta formación política, que muchos califican de "extrema derecha" y "xenófoba".
Afirman que "la ausencia clamorosa de una fuerza política patriótica sin complejos nos ha llevado a iniciar esta andadura".
Por su parte, Julián Ariza, Portavoz de la Candidatura, ha querido resaltar los diversos problemas, que según el y su partido, afronta España: "El separatismo, las políticas liberales al servicio del capital extranjero que ponen en peligro el bienestar social y la amenaza masónica."
Además, defininían su alternativa de españoles "que se sienten orgullosos de su país, quieren la dignidad para todos los nacionales y buscan hacer un país más grande y unido", en la que se puede comprobar una clara referencia racial hispánica y nacionalista española, y lo que ha llevado a algunos a calificar a esta formación como "xenófoba". Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Verdaderamente, estamos ante una posible formación xenófoba?

En contestación a Público, Prieto afirmó que "el principal objetivo de DN es el de servir al pueblo español, al que se ofrecen junto con su programa". Tampoco "pactarían con aquellos que van contra la unidad de la patria y los que estan por dividir, en lugar de sumar". En lo que respecta a su posicionamiento político dicen no ser de "extrema derecha", añadiendo que los que les acusan de ello, "son pobres ignorantes, o por otro lado gente maliciosa del poder con miedo a que haya una alternativa real, estos nos acusan por redito político nada mas", con estas palabras, Prieto se contradecía, con la respuesta a la última pregunta, en la que dijo "defender la democracia como sistema político", y sin embargo descalificar opiniones que no comparten.
Y entre la izquierda, el centro y la derecha, resaltó que "son de todos los españoles, que merecen un gobierno que luche por ellos", muy similiar a proyectos transversales.

¿POR QUÉ LA EXTREMA DERECHA NO SE AUTODENOMINA COMO TAL?

Es una pregunta que muchos se hacen, y lo que ha costado fuertes "rifirrafes" entre dirigentes de la izquierda catalanista, como Pasqual Prim (PSUC) y el President Müller, y los líderes de la formación nacionalista española.
   
Los demócratas catalanistas, cuestionaron la defensa de la democracia que decía respaldar DN.
Ante dichas acusaciones, un militante de DN, respondía tajantemente con dos palabras: "Comunistas y separatistas". Afirmaciones como estas, junto a las alusiones de Tel Aviv y Moscú referentes a su exigencia de investigar la masonería y Mossad, llevaron a Prim a equiparar su discurso con el de Franco.

No obstante las discrepancias y los "rifirrafes" no sólo venían de la izquierda, también se hicieron desde la derecha española del PP conocida como la defensora del patriotismo constitucional. Uno de ellos fue el Ministro Janer, que acusó a DN de presentarse como "transversales, alternativa, refundados y demás zarandaja", refiriéndose finalmente a la actitud ausente que éste partido tiene en el Parlamento Vasco. También una afiliada del PP, les recriminó posicionars en contra del libre mercado, aunque rapidamente, DN nego dichas acusaciones, afirmando que están a favor de él, pero no de los monopolios y oligopolios extranjeros.
         
Aunque dirigentes de la derecha "politicamente correcta", como Hector Fernández, lanza un guiño a DN afirmando que "confía a llegar a acuerdos con dicho partido".

La última declaración que ha hecho el dirigente de DN Julián Ariza, contestando al Secretario General de IR, Eduardo Padilla, si es preocupante.
Padilla le preguntó si condenaban el secuestro de Antonio Guevara a manos del terrorismo ultraderechista. Ariza, afirmó "no defender ningún tipo de terrorismo, sea del signo que sea". Y añadió "DN luchará para castigar de una forma mucho más dura que actualmente cualquier acto de terrorismo" ¿Querrá decir que DN se tomará la justicia por su propia mano? ¿Organizará "brigadas" paramilitares, siguiendo el modelo del fascismo de los años 30? ¿O basicamente se refería, a la pena de muerte? Declaraciones como estas, llevan a las y los demócratas españolas y españoles de nuestro país a equipararles con el fascismo del Movimiento Nacional o sencillamente con la extrema derecha.

Y FCD...

La presencia en el escenario político de esta formación, Democracia Nacional, puede suponer una amenaza a largo plazo para la coalición Falange Cristiana Democrática (FCD), formada por Izquierda Cristiana y Falange Española Auténtica. Si bien es cierto, dicha coalición no recurre de la manera que lo hace DN, a las referencias radicalmente raciales y nacionalistas. Sin embargo, DN puede rivalizar y quitar la hegemonía que tenía FCD en defensa de los conceptos "unidad de la patria y nación española".
Ante este escenario, y suponiendo que DN no vuelva a un periódo de inactividad como pasó con los tres anteriores presidentes, a la FCD se le plantean dos caminos: O seguir adelante, unitariamente, y al márgen de DN, defendiendo sus postulados comúnes con la otra formación, pero marcando también sus diferencias principalmente de carácter democrático; o unirse al rival nacional-patriótico.



Democracia Nacional. Un partido nacionalista español (a pesar de que demoniza de los nacionalismo periféricos), que contempla una España unitaria y homogénea, que no reconoce a diferencia de otros, la diversidad y las singularidades de los territorios del país. Un partido socio-conservador, que promueve políticas sociales en pro del bienestar de los españoles (no habla de las y los ciudadanos de España), conservando los aspectos tradicionalistas y religiosos de España, pero con claras referencias retrográdas. Y un partido que tras analizadas las declaraciones de sus dirigentes, empieza a columpiarse la democracia que dicen defender.


Pedro Iglesias, Director de Público