Foro de Libertad: El Desgobierno de los Gobernantes.

Bienvenidos al circo de la "Democracia", cualquier parecido con la realidad es mera casual causalidad.

Cataluña 1981, en un contexto de constitución de Autonomías, una CC.AA. comienza su andadura con un Gobierno Tripartito... Por si no fueran pocos argumentos para una película de terror autonómico al más puro estilo serie B, todo esto se convierte en minucias con los siguientes acontecimientos: Novedad institucional, abandono del Gobierno de uno de sus grupos, legislación descabellada, recomposición del Gobierno, radicalización ideológica, etc...

Todas las papeletas para convertirse en un Gobierno de República Bananera, mientras tanto en el mismo clímax de confusión económica que sufrimos, los Catalanes llevan siendo desgobernados demasiados y preciosos meses, ¿ Que se puede hacer en estos momentos? Si bien el Gobierno de la Generalitat tiene ahora que afrontar su tramo más cuesto y que mayor capacitación requiere, la desmembración del Gobierno hace que esto pueda convertirse en un autentico suplicio para los que conllevan sobre sus cabezas el peso de incompetentes, varios Grupos de la oposición ya han mencionado las mociones de confianza, como método para legitimar las actuaciones futuras del Gobierno Catalán.

Desde Foro de Libertad, creemos que si bien el ejecutivo Catalán todavía puede resarcirse y demostrar sus capacidades, la realidad es que los sondeos ya demuestran que el apoyo electoral que legitimaba sus acciones se reduce, es por ello que no solo sería un ejercicio de responsabilidad someterse a la moción sino que muy probablemente si se ve acompañado con una mayor profesionalidad de su legislatura aumentarían su apoyo social.

Sin duda nadie quiere una Cataluña desgobernada, creemos que no necesariamente tiene porque derivar en un desgobierno descontrolado, pero sin duda deben darse pasos precisos y abandonar la politización de sus acciones, en cosas como el tan publicitado impuesto sobre las grandes fortunas, y volver a la sensatez institucional que tanto necesitan los Catalanes como depositarios de las consecuencias de sus actos.