[Palacio de la Moncloa] El Presidente: "Nadie podrá decir jamás que este Gobierno vulneró la democracia"

Buenas noches.

Esta mañana he convocado un Consejo de Ministros extraordinario para abordar los resultados del referéndum consultivo, y no vinculante, celebrado el pasado 5 de noviembre. Previamente, mantuve diferentes conversaciones con diversos líderes mundiales acerca de las decisiones expresadas por el pueblo español.

En los últimos cinco años, las decisiones más importantes de la Historia contemporánea de España se adoptaron llamando a la ciudadanía a las urnas. La Reforma Política, la Forma del Estado o la Constitución son hitos que la Ciencia Política estudiará durante años como el modelo transitivo que contó con la efectiva tutela de todos los españoles. El domingo se produjeron dos consultas muy diferentes.

La ciudadanía dio un masivo visto bueno a la ratificación de lo que en realidad ya es un hecho legal, que es nuestra entrada en la CEE. Hace un año estábamos en plena vorágine europea, sin saber la que se nos venía encima, y la mayor parte de la Oposición pidió al Gobierno que antes de firmar había que preguntar, por cuestiones de pura legitimidad democrática. El 5 de noviembre vimos que los españoles entendieron muy claramente el sentido integrador que constituye nuestro ingreso en la CEE y prueba clara de ello es el masivo apoyo a la pregunta al respecto.

Sin embargo, algo ha fallado con respecto a la consulta sobre la OTAN. Es evidente que los grandes partidos nacionales hemos errado al transmitir la importancia y la máxima necesidad que supone el ingreso en la Alianza Atlántica, y cargaremos (o al menos así lo hace el PLD) con la responsabilidad de ese error. Nuestros programas electorales, así como los de más de 300 Diputados del Congreso, abogaban con más o menos firmeza por nuestra adhesión a la organización que frena en Europa los avances del Pacto de Varsovia. España, como Estado libre de Derecho, tiene el deber moral de posicionarse en el bloque que intenta extender la democracia allí donde los regímenes comunistas están matando de hambre a sus ciudadanos, vulnerando sus derechos y cercenando sus libertades. Este parecer fue expresado por mí mismo en mi discurso de Investidura, y previamente en la campaña electoral que precedió a las elecciones que me convirtieron en Presidente del Gobierno.

Nadie podrá decir jamás que este Ejecutivo vulneró la democracia y la palabra de los ciudadanos. La abstención muy alta, los votos en blanco llegando a una cota rara veces vista en la Europa actual y la diferencia de menos de 250.000 votos, un muy pequeño porcentaje del electorado, podrían constituir factores a mi juicio débiles, pero bastantes al fin y a la postre para que, valiéndose del carácter consultivo de la votación, el Gobierno pudiera declinarse por la entrada en la OTAN. Esto no se producirá. España no entrará en la OTAN tras este resultado.

La situación que se plantea sólo admite una vía. Es necesario a todas luces renovar la confianza del Congreso de los Diputados en el programa del Gobierno referido a la Defensa y los Asuntos Exteriores. El ingreso en la Alianza Atlántica era el pilar básico de la política que pretendía llevar a cabo cuando obtuve la investidura de la Cámara, por lo que considero necesario replantear estos aspectos. Yo no soy propenso a los volantazos y mucho menos a los cambios de rumbo sin sentido ni razón. Por eso hoy he comunicado al Consejo de Ministros, siguiendo lo establecido en el artículo 112 de la Constitución, que plantearé al Congreso de los Diputados una moción de confianza sobre estos aspectos del programa de gobernanza.

Quiero añadir también que esta mañana me he reunido con el Líder de la Oposición para tratar este asunto. Le convoqué al Palacio de la Moncloa para informarle de la disyuntiva que se planteaba y para adelantarle la decisión que les acabo de comunicar a todos ustedes y a la Nación. La postura de ambos ha quedado ya expuesta ante la opinión pública y no creo necesario retomar ningún extremo.

Es todo. Estoy a su disposición si tienen alguna pregunta, periodistas o personalidades acreditadas. Muchas gracias.

Es una buena noticia que el gobierno plantee la solución más lógica, dada esta situación. España ha decidido no entrar en la OTAN y así será. Supongo que vale como respuesta a quienes no estaban a favor de la consulta.
Aplaudimos la actitud del presidente de la Torre y del señor Alarcón. Extendamos el uso de este tipo de consultas ciudadanas.

La verdad es que fui sumamente escéptico, siendo realista pensé que al Gobierno poco y nada le importaría la pequeña diferencia de votos. Aun así el pueblo fue escuchado; y lo que es mas admirable aun, se reconoció la poca campaña que hubo de parte de los partidos pro-OTAN como insuficiente.

De todas formas hay que reconocerle al PLD su fuerte lucha en base a su ideología, sea del bando que sea siempre es admirable que alguien luche por lo que cree.

Me alegro que el Presidente del Gobierno en un ejercicio de responsabilidad democrática haya acatado la decisión del pueblo español, cuestión que valoro de forma muy positiva. Ahora bien, me surgen varias dudas respecto a la cuestión de confianza, según la Constitución, no se contemplan Cuestiones de confianza parciales, si no que se han de presentar sobre la gestión de todas la políticas. Por otro lado me surge la duda, porque al tener entendido la política tanto en materia de defensa como en materia de exteriores debe ser algo más que la entrada en la OTAN. Por último, es un petición que quiero hacer, señor Presidente, ponga se a trabajar para que los fondos europeos lleguen pronto a las CCAA de España. Espero que el Presidente conteste a mis inquietudes y la de muchos ciudadanos.

Carlos Vara escribió:Me alegro que el Presidente del Gobierno en un ejercicio de responsabilidad democrática haya acatado la decisión del pueblo español, cuestión que valoro de forma muy positiva. Ahora bien, me surgen varias dudas respecto a la cuestión de confianza, según la Constitución, no se contemplan Cuestiones de confianza parciales, si no que se han de presentar sobre la gestión de todas la políticas. Por otro lado me surge la duda, porque al tener entendido la política tanto en materia de defensa como en materia de exteriores debe ser algo más que la entrada en la OTAN. Por último, es un petición que quiero hacer, señor Presidente, ponga se a trabajar para que los fondos europeos lleguen pronto a las CCAA de España. Espero que el Presidente conteste a mis inquietudes y la de muchos ciudadanos.

Señor Vara, la cuestión de confianza se plantea para una declaración política o para el programa. A nadie escapa que nuestro programa electoral se está cumpliendo a rajatabla y sólo el replanteamiento de la política exterior (lo referente a la OTAN, que no es toda nuestra política exterior como usted ya sabe) requiere de la confianza de la Cámara. Yo fui investido de esa confianza con unos principios, y considero que un cambio en parte de esos principios requiere una legitimación. Por eso la decisión de plantear esta cuestión de confianza, restringida a los asuntos referidos. Esto, claro está, no resta importancia al hecho de que se trata de una cuestión de confianza con todas sus consecuencias y sus efectos constitucionales.

En realidad, si observamos el panorama político europeo y su legislación al respecto, las cuestiones de confianza (o los instrumentos similares) se utilizan para cambios programáticos obligados por unas circunstancias concretas e imprevistas. Rara vez se recurre a ello por cuestiones de política interna o de reforzamiento de la posición del Gobierno, porque su función es mantener la relación fiduciaria entre Ejecutivo y Legislativo, una relación que se establece en base al programa de investidura.

Sobre los fondos económicos, son cuestiones que empezarán a funcionar tras la entrada en el nuevo Ejercicio fiscal.

El Presidente del Gobierno se ha sincerado con la ciudadanía y nos va a dar la oportunidad a los parlamentarios para volver a decir "sí" a su programa. Enhorabuena.

Yo, personalmente, veo absurda la moción de confianza. El Presidente sabrá lo que hace, supongo.