[PDP] Elecciones en Euskadi (Precampaña)

Pregunta (P): Buenas noches, señor Morenés, antes de nada, quisiera darle las gracias por concedernos esta entrevista.
Respuesta (M): El gusto es mío, señor García.
P: Bueno, señor Morenés, durante los últimos meses usted ha adquirido un gran protagonismo en la autonomía vasca. Su partido pasó de ser una fuerza minoritaria en la política vasca, la penúltima fuerza, para ser exactos, a situarse en la cabeza del panorama político, presidiendo el gobierno y por ende, ser unos de los partidos favoritos para ganar estas próximas elecciones. ¿A qué cree que se debe semejante ascenso?
M: Yo creo que el punto clave está en el bloqueo al que se vio sometido nuestra comunidad. Me gustaría hablar de ello ahora, puesto que la ciudadanía vasca tiene derecho a saber lo que ha pasado: lo menos que podemos hacer es darles las explicaciones oportunas. Como bien sabrá, los comunistas ganaron las elecciones, sin embargo, unas desafortunadas declaraciones de la líder comunista originó un bloqueo por parte del PSOE. Los partidos del PDP y PLD, no habríamos otorgado nuestro voto favorable pese a que esas declaraciones jamás se hubieran producido, debido a que nuestros proyectos y formas de pensar chocan, por así decirlo, frontalmente. Es decir, el origen… la llave, mejor dicho, de todo esto radicaba en los socialistas, quienes dieron su negativa a un gobierno comunista.
P: Ya, pero la cosa no se quedó ahí… hubo más sesiones de investidura e intentos de negociaciones que al parecer fracasaron.
M: Cierto, después de los comunistas llegó el turno de los liberales, a los que tantos comunistas como socialistas se opusieron por, como ya he dicho antes, razones ideológicas, por tener pensamientos que chocan frontalmente: de nada sirvieron las negociaciones entre el PLD y el PSOE, pues los socialistas se negaron en banda a negociar debido al desgaste político que supondría cederles, por las buenas, un gobierno a sus más directos contrincantes políticos. En el caso del PDP, estábamos dispuestos a apoyar la candidatura del señor Basagoiti, siempre y cuando viéramos futuro en la candidatura y una especificación más concreta de su programa. Como no se dieron ninguna de las dos circunstancias, optamos por la abstención.
P: ¿A qué se refiere exactamente con “una especificación más concreta de su programa”?
M: Me refiero a que, dada la situación política de aquel entonces, es obvio que un programa liberal explicado por encima no sería suficiente para garantizar la continuidad del gobierno que lo quisiera llevar a cabo. Una mayoría parlamentaria de fuerzas de izquierdas obligaba a que, de salir adelante un gobierno liberal, éste fuese muy específico en sus propuestas, explicándolas con mayor detalle que como las hizo el señor Basagoiti. En esa sesión de investidura, nuestro grupo parlamentario le instó a que fuera más concreto, no porque no nos gustara su primer discurso, sino porque queríamos conocer exactamente las posibilidades del PLD para hacer que los socialistas les respaldasen en la sesión de investidura. Por eso fuimos tan puntillosos en la sesión, y por eso terminamos absteniéndonos.
P: Su grupo parlamentario, sólo quería indagar hasta qué punto serviría su apoyo al señor Basagoiti, ¿me equivoco?
M: Ha dado en el clavo. Esto, originó una situación de desesperación en el panorama político, pues de seguir así, nos veríamos obligados a convocar nuevas elecciones sin tener redactado ni aprobado el Estatuto de autonomía, con el atraso político que eso supondría para la región. Estaba claro que ni comunistas ni liberales tenían suficiente apoyo para gobernar; el socialismo tampoco era buena opción, puesto que de intentar formar gobierno encontraría la respuesta a su bloqueo con otro bloqueo por parte del PLD y del PCE. Eso ya lo sabían los socialistas desde un principio, y por eso no presentaron ningún candidato: desde un principio tenían ya pensado rechazar el gobierno comunista y el liberal… lo cual, no sé hasta qué punto es correcto; en el caso de los comunistas, pase, puesto que estaba en efervescencia la polémica de las palabras de la señora Bengoetxea, pero en el caso de la candidatura de Basagoiti, cerrarse en banda de esa forma, sin escuchar su discurso de investidura, no me parece correcto cuando el País vasco pasa la situación por la que pasa.
P: Señor Morenés, ¿está usted insinuando que los socialistas han sido los únicos culpables de esta situación?
M: No exactamente, yo digo que los socialistas aquí, no han actuado bien, pero sólo es una opinión, es algo subjetivo. En realidad, todo ha tenido, en mayor o menor medida, culpa, puesto que los socialistas no son la única fuerza presente en el parlamento vasco, ni muchos menos.
P: Comprendo. Llegamos entonces al punto de lo historia donde todo parece estar perdido, donde todo parece indicar que habrá nuevas elecciones y que las tres provincias vascongadas sufrirán un retroceso político a primera vista irrecuperable a corto plazo. ¿Qué fue lo que le inclinó a pensar que podría paliar la situación?
M: Buena pregunta. Yo, ante todo, soy muy insistente, a lo largo de mi vida he demostrado en varias ocasiones que no resulta fácil que tire la toalla, siempre trato de trabajar y sacar adelante aquello que, por pequeña que sea, tiene probabilidades de salir adelante. Y en caso de que sea en absoluto posible sacar dicho objetivo adelante, trato siempre de alcanzar un objetivo menor, y así sucesivamente. En el panorama en el que nos encontrábamos, obviamente, resultaría imposible sacar un gobierno estable, pues las principales fuerzas políticas se bloqueaban mutuamente. Desde en el momento en que me di cuenta de ese detalle, pensé en intentar conseguir un objetivo menor: sacar adelante un gobierno no involucrado en ese bloqueo que se ocupara de redactar el estatuto de autonomía para no retrasar más el proceso autonómico. Fue en ese momento cuando recordé las negociaciones que mantuvimos liberales, socialistas y demócratas. Como ya he dicho antes, los liberales estaban dispuestos a crear un gobierno tripartito entre estás tres fuerzas, opinión que compartían también con nosotros. Incluso, estábamos dispuestos a retirarnos de las negociaciones, dejando un acuerdo exclusivo entre liberales y socialistas si eso hubiera facilitado las cosas. Pero el problema de las negociaciones es que el PSOE se negaba en rotundo a participar y/o apoyar a un gobierno liderado por los demócratas. En este negación rotunda, los socialistas buscaron una alternativa, proponer un gobierno exclusivo del Partido Demócrata Popular. De esta forma, los socialistas colaborarían en una solución para el problema en el País vasco, sin el temor de que apoyar un gobierno de los liberales les pasase factura electoral en un principio. Esta propuesta que en su día hicieron los socialistas y el precedente que tenemos en Navarra en el que PLD ha dejado gobernar al PDNavarra, me hizo pensar que mi candidatura podría tener posibilidades, y así fue, no solamente obtuve el permiso para gobernar por parte del PLD con su voto favorable y por parte del PSOE con su abstención, sino que también mantuve contactos con los comunistas, a los cuales vi muy colaboradores: para mi sorpresa estaban más preocupados por sacar al País vasco de la encrucijada política que de obtener poder, lo cual les honra. El resto de la historia es del todo conocido: salí elegido presidente y formé un gobierno que ha sacado adelante un estatuto.
P: Así es, señor Morenés. Dígame, ¿resultó tan fácil sacar el estatuto de autonomía como parecía?
M: Pues la verdad es que no. La elaboración del estatuto fue muy complicada. En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que mi gobierno estaba en minoría en el parlamento autonómico, por lo que, por mucho que quisiéramos, no podríamos hacer un estatuto tal y como nos gustaría. En segundo lugar y como consecuencia de esto, teníamos que redactar un estatuto que crease consenso entre los distintos grupos parlamentarios, lo que resulta muy complicado, pues hay pocas formas de poner de acuerdo a falangistas y comunistas, por ejemplo. Debíamos pues crear un estatuto que crease consenso entre todos, incluido a nuestro propio grupo parlamentario, pues nuestro deber moral nos impedía presentar un estatuto que a nuestros ojos pareciese una aberración. La solución que optamos fue la de crear, tal y como había dicho en anteriores ocasiones, un estatuto base, es decir, que reconociese lo más elemental de nuestra región, y que después, en el pleno, fuesen los distintos partidos los que decidiesen si había que trabajar más en unos u otros aspectos del estatuto presentando sus enmiendas. Es decir, que presentamos un estatuto base, sobre el que trabajar y sobre el que la cámara se pronunció, de esta forma conseguimos un doble objetivo: el de conseguir consenso y el de implicar a los distintos grupos en la elaboración del estatuto. Se podría decir, pues, que este estatuto ha sido fruto del trabajo de todos, lo cual, es algo que no siempre se puede decir en las democracias.
P: Bueno, todos, salvo el Partido socialista… después de ese bloqueo parlamentario del que tiene parte de culpa, se dedicaron a criticar el proyecto de estatuto que presentaron ustedes sin dar alternativas. ¿Qué opina usted de la actitud que adoptó el PSE en la sesión estatutaria?
M: Simple y llanamente, creo que actuó mal, muy mal. El Partido socialista dio la imagen de un niño pequeño que se quejaba sin exponer razones de peso. Ante un texto base, es decir, un texto que más que modificar había que complementar, los socialistas dicen que este estatuto no crea consenso. Lo cual puede ser, hasta cierto punto, comprensible, pues para gustos colores, oiga, pero lo que no se comprende es que no dé explicaciones al respecto, y menos aún que los socialistas no presentaran sus enmiendas, como hicieron casi todos los grupos. Esto sólo demuestra una cosa, que la única intención de los socialistas era llevar la contraria, fuera como fuera, lo cual es más propio de niños que de políticos serios, hechos y derechos. Lamentable.
P: ¿Cree usted que salió un estatuto aceptable pese a la actitud del PSE?
M: Sí, creo que sí. Bueno, claro está que la votación de las enmiendas no fue como a mí me hubiera gustado, pues no sólo salieron aprobadas varias enmiendas que no eran de mi gusto, sino que además de eso, el Partido socialista seguía dando el espectáculo, diciendo que no apoyarían una enmienda determinada durante el debate y votando a favor de la misma durante la votación. No es que me importe que haya salido o no la enmienda, puesto que, pese a todo, dicha enmienda no es inconstitucional ni nada por el estilo… lo que me molesta es la actitud de los socialistas. No sólo llevan la contraria, sino que también mienten. Una vez más, lamentable que nuestra región tenga un socialismo tan mediocre. Pese a todo, creo que salió un estatuto aceptable, para todos, tal y como queda patente en la votación del mismo.
P: Señor Morenés, después de la sesión estatutaria, tuvo lugar en el Parlamento vasco un ligero trámite para elegir quiénes defenderían el estatuto en el Congreso de los diputados. Ahí, los socialistas volvieron a dar la nota intentado abandonar, algunos de ellos, la sesión. ¿Qué opina al respecto?
M: Pues que fue la gota que colmó el vaso… semejante falta de respeto es muy grave. Una vez más, lamentable la actitud de los socialistas. No sé a qué aspiran, la verdad.
P: ¿Cree que esto les pasará factura en estas elecciones?
M: Desde luego. Una actitud como esas no puede quedar impune. El Partido socialista ha perdido toda credibilidad y rédito político para mí, pues más que un partido político han parecido un circo durante todo este tiempo.
P: Mirando ya hacia el futuro, ¿cómo afronta estas elecciones, señor Morenés?
M: Pues la verdad, con gran ilusión. El hecho de haber sido el primer lendakari que ha tenido el País Vasco me llena de motivación. Creo que he tenido la oportunidad de mostrar al pueblo vasco que mi partido es capaz de hacer una gestión responsable y con sentido. Y eso es muy importante. Entre esta ventaja y el hecho de haber creado en Euskadi una opción política clara, nos otorga grandes oportunidades de cara a la campaña. La verdad es que pronostico buenos resultados para estas próximas elecciones, tengo esa corazonada.
P: ¿Se ve de nuevo como lendakari, señor Morenés?
M: No quisiera vender la piel del oso antes de cazarla, pero creo que sí. Y si no, de lo que sí estoy seguro es que seremos la principal fuerza de la derecha. Creo incluso que podremos superar a nuestro competidor más cercano, el PLD, ya que este partido en nuestra comunidad ha optado por una opción más centrista, dejándonos a nosotros todo el espectro de la centro-derecha y de la derecha tal cual.
P: ¿Y qué hay de los demás partidos: qué resultados cree a priori que van a arrojar estas elecciones?
M: Pues sin duda alguna, el PSOE va a bajar, su irresponsabilidad política no conoce límites, y como le he dicho antes, eso les pasará factura. A lo sumo, si hacen un lavado de imagen, podrían mantenerse, pero más no. Además, hay que tener en cuenta que les ha salido una gran competencia directa: IR, la cual creo que surgirá bastante fuerza en la política vasca. El PLD lo veo como una magnífica segunda fuerza política, después del PDP, claro: su opción centrista, su trabajo constante por Euskadi y la irresponsabilidad socialista les hará ganar mucho terreno. El PCE perderá ligeramente, debido al escándalo que supuso las declaraciones de la señora Bengoetxea… su fantasma les perseguirá allá donde vayan. Y Falange, creo que se mantendrán en su línea.
P: ¿Y qué hay de Herri Batasuna? Este partido ha hecho hace relativamente poco su reaparición en el panorama vasco.
M: Si le soy sincero, no les auguro un buen futuro. De hecho dudo que consigan presentarse finalmente, pues como usted sabrá, HB está bajo investigación por delitos de enaltecimiento del terrorismo. De conseguirlo, no obtendrá más que los votos de los disidentes nacionalistas, que ven en este brazo político de ETA la única opción de avalar sus crímenes.
P: Señor Morenés, ¿me está diciendo que cree que Herri Batasuna está relacionada con ETA?
M: Así lo sospecho, sin embargo, hasta que un juez no lo diga, no podré decirlo con total seguridad.
P: ¿Y cómo cree que fallará finalmente la justicia: a favor o en contra de HB?
M: En contra, por supuesto. Las pruebas contra este grupo político son clamorosas. Se les ve el plumero a mil leguas de distancia. Si HB no termina siendo ilegalizada, una de dos: o es que ha habido un malentendido enorme con esta formación, o es que nuestra justicia no funciona.
P: Comprendo… ¿y qué me dice de ese partido revelación: Derecha Republicana?
M: Me parece una opción política muy interesante, hacía muy tiempo que el republicanismo de derecha no estaba representado en el espectro político. No obstante, creo que no obtendrá suficiente importancia hasta dentro de unos años, pues el republicanismo, dentro de la derecha, es una idea poco difundida: tendrán que trabajárselo mucho si quieren conseguir una presencia importante en las instituciones.
P: Bueno, señor Morenés, terminamos ya con la entrevista. ¿Le gustaría dar algunas palabras al público respecto a su candidatura?
M: Por supuesto. Queridos ciudadanos vascos, Euskadi afronta ahora mismo un momento crucial. En esta primera legislatura hemos establecido ya las bases de la comunidad, unas bases sin tintes de ideologías que permitirán funcionar a nuestra comunidad. Sin embargo, el objetivo de estas elecciones es muy diferente: de estas votaciones se elegirá la política que nuestra región seguirá. Es decir, que ya hemos establecido el punto de partido, ahora toca elegir el camino que vamos a recorrer. Y la elección de un camino no se debe hacer a la ligera, sino que ha de hacerse con conocimiento y con las suficientes garantías, puesto que una vez que se ha iniciado un determinado camino, resulta muy difícil volver. Es por eso por lo que me presento a estas elecciones, porque creo que mi formación política propone un camino serio para nuestra región, basado en el compromiso con todos los ciudadanos vascos y en el desarrollo de nuestra comunidad. Creo haber demostrado ya con suficiente fuerza que somos unos gestores impecables y que el País Vasco puede confiar con nosotros sin temor alguno. Votando al PDP, votaréis seguridad, votaréis progreso, votaréis por Euskadi. Podéis confiar en nosotros, puesto que sabéis de buena tinta, que no os decepcionaremos. Muchas gracias.
P: Bueno, y con esto nos despedimos. Muchas gracias por su tiempo señor Morenés y hasta la próxima.

Hoy, el presidente vasco, Pablo Morenés, ha acudido de ponente a una conferencia de antiguos marinos vascos. Las palabras de Morenés han ido enfocadas a la gran importancia que ha tenido la sociedad vasca tanto a la Armada como al comercio marítimo de España, y como tal, se ha comprometido a defender y respetar.

Queridos antiguos marineros y antiguos oficiales de la Armada, vengo hoy como ponente a remarcar la gran labor realizada por la marina vasca en la historia de España. Vosotros sabréis mejor que nadie la importancia que han tenido todas las tripulaciones vascas a lo largo de la historia de España. Importancia como como la gesta de Don Blas de Lezo y Olivarrieta. Este gran marino, apodado “medio hombre” debido a las secuelas físicas que dejaron en él tantos combates, muestra mejor que nadie la idea que quiero transmitiros: la idea de sentirse vasco y español, sin necesidad de que surjan incompatibilidades entre lo uno y lo otro.

Blas de Lezo es actualmente una figura desconocida para la mayor parte de la sociedad española, sucede igual que con el sentimiento español. Parece que con esto de la democracia el sentimiento español ha desaparecido de toda porción de tierra, como han dicho muchos nostálgicos del viejo régimen… pero no es así, al igual que el sentimiento español sigue entra casi toda la población española las gestas del marino Blas de Lezo siguen ahí, en los libros de historia: lo único que debemos hacer es tenerlas en consideración.

Por si hay algún despistado, bien marinos, bien algún periodista que esté cubriendo este acto, contaré brevemente la hazaña de este hombre… corría el siglo XVIII, España, gobernada por el rey absoluto Carlos III, constituía un gran imperio que aspiraba, junto a Francia, a dominar el mundo. No es para menos, pues España en aquellos momentos era una potencia mundial. En el bando contrario al franco-español estaban los ingleses, quienes buscaban a toda costa reducir la hegemonía española en su propio beneficio. Para la cual, decidieron atacar donde más nos dolía: en América. El objetivo de los ingleses era tomar Cartagena de Indias, actualmente en Colombia, que constituía un punto clave para el comercio y el dominio español en América; con el aliciente de que el imperio español no estaba pasando por su mejor momento precisamente, y las defensas en América dejaban un poco que desear: con una armada de cuatro barcos, los españoles tuvieron que hacer frente a 180 naves inglesas, un número mayor que el de la Armada invencible de Felipe II; y a un grandísimo y experimentado ejército inglés, los españoles de la zona tuvieron que hacerle frente con un ejército poco experimentado cerca de 10 veces menor. Al frente de la defensa, Blas de Lezo, quien el primer día de la batalla perdió las cuatro naves de las que disponía y tuvo que ceder la playa al enemigo inglés. Éxito que para el rey de Inglaterra merecía conmemoración adelantada de la victoria acuñando monedas que ilustraban la rendición de Cartagena de Indias. Pese a eso, la lucha continúo, y el intrépido Blas de Lezo supo servirse de todos sus recursos para desgastar lo más posible al enemigo en los continuos combates y vencerles en la batalla final, dejando así en ridículo a Inglaterra y asegurando la hegemonía española en América, por lo menos, durante medio siglo más.

Esta grandísima derrota inglesa, pese a ser mayor que la que sufrimos los españoles en la Armada invencible, es mucho menos conocida. Lo mismo sucede con España: nos centramos más en nuestros defectos que en nuestras virtudes, sobre todo cuando hay etapas de cambios, y eso debe cambiar. Hay muchos prejuicios tontos con los vascos, que si hay deseos independentistas, que si tal, que si cual… todo mentira, pues esos rumores son despreciables si los comparamos con la auténtica realidad que se viven en el País Vasco y en resto de España, y la realidad es que hay un montón de españoles que día a día trabajan por sacar adelante el país, entre los que se encuentran muchísimos vascos. No dejemos que las leyendas negras ni que la aparente gran fuerza del enemigo nos amedrente, pues debemos saber sobreponernos. Lo hicieron nuestros antepasados y lo haremos nosotros ahora, y eso lo saben perfectamente los marinos vascos.

Por eso, ahora mismo, cojo esta copa de cava y brindo por vosotros: por lo que habéis hecho a lo largo de la historia de España y por todo lo que haréis. ¡Viva España!

Hoy, Pablo Morenés, presidente del gobierno vasco y candidato por el PDP para las próximas elecciones ha visitado las calles de Bilbao para conocer de primera mano las necesidades de la sociedad vasca. Haciendo un recorrido por el casco antiguo, han sido muchos los ciudadanos quienes se han acercado a hablar con él, a pesar de que muchos tuvieran una vergüenza inicial. Por su parte, Morenés no ha podido salir más contento, una vez teminado el paseo, con una sonrisa de oreja a oreja ha dado unas declaraciones a la prensa:

La verdad es que no puedo estar más contento: hablar cara a cara con los ciudadanos me ha hecho ver muchas cosas, cosas importantes y que más de un político no sabe. Muchos vascos hacen oídos sordos a las peleas personales entre los políticos… normal, pues no ven ni atienden a los debates que hacemos en el parlamento. A lo que prestan atención los vascos es a su día a día, a cómo está el precio del pan, a si resulta difícil conseguir o no empleo, si disponen de la suficiente cobertura necesaria para un familiar… todo eso es lo que más preocupa a la ciudadanía vasca, y por lo tanto, en lo que el PDP va a basar su programa: en atender a la sociedad.

Esto a bote pronto puede hacerme parecer un hombre de un partido de izquierdas… en absoluto, pues la derecha, pese a la mala fama que tenemos en ese aspecto nos preocupamos por el ciudadano de a pie, como acabo de hacer ahora mismo. No hay más que ver las proposiciones de ley del Grupo Parlamentario Demócrata en el Congreso, que se basan en dos cosas fundamentales: en la economía, y en los derechos sociales. En el PDP Vasco queremos pues, tomar esa misma línea de actuación, un línea de actuación que en las pasadas elecciones autonómicas españolas nos otorgaron mucha confianza, confianza que cada día va a mayor y de la que estoy convencido que nos hará ganar las próximas elecciones.

Muchas gracias a todos.

Hoy, el señor Iñaki Velasco García, presidente del Parlamento vasco en esta primera legislatura y cabeza de lista por Guipúzcoa para las elecciones autonómicas ha visitado la localidad de Irún. Iñaki ha dado un paseo por la localidad y por el paso fronterizo con Francia. Tras todo esto ha dado unas declaraciones a la prensa:

Irún es la localidad que representa mejor que nadie el espíritu comercial del País Vasco. Su situación geográfica como paso fronterizo con Francia supone un nexo de unión entre Francia y el País Vasco, así como del resto de España, por supuesto. Es por eso que he querido hacer una visita a este municipio, para hacer público el compromiso que el PDP tiene con el comercio vasco, pilar básico de la economía de Euskadi y de toda España.

El compromiso del Partido Demócrata Popular con el comercio vasco se basa en dos aspectos fundamentales: el primero, fomentar el libre mercado. Todos los españoles, vascos incluidos, hemos estado luchando durante los últimos años por la libertad social, por recuperar esos derechos y deberes con los que nacimos pero que por unas circunstancias o por otras habíamos perdido. Es pues, de lógica, que después de la libertad social se consiga la libertad económica: los seres humanos somos libres para pensar y creer lo que creamos de la misma forma que somos libres para poder comerciar según nos dicte nuestra conciencia. Un mercado libre bien fundamentado fomentará la responsabilidad del país haciendo así que crezca en conocimiento y en nivel social. Además, por supuesto está, del incremento económico que eso supondrá.

El segundo aspecto fundamental es la calidad. Los vascos somos así de chulos, oigan: lo que hacemos no lo hacemos ni mal, ni lo hacemos regular… lo hacemos bien, y bien, con todas la letras. Nuestros productos son siempre de buena calidad y cumplen con todos los requisitos mínimos. Es por eso por lo que queremos oficializar este aspecto comercial, estableciendo los controles de control necesarios para que nuestro comercio de libre mercado no sólo sea rentable, sino que también sea responsable. Es como la industria alemana: cualquier cosa que lleve su sello, es síntoma de calidad. Queremos que pase lo mismo con los productos de nuestra tierra, y así vamos a conseguirlo.