La Extrema Izquierda gobernante, vuelve a censurar.

Es cierto, señor Alba: ha ocurrido lo mismo que ocurrió cuando dijeron que el Gobierno era malo, muy malo, porque no les autorizaban una manifestación: han vuelvo a tramitar erróneamente la petición, ya sin entrar a si es o delictiva. Así que hagan el favor de si no son capaces de seguir el trámite tan sencillo que requiere la autorización de una manifestación, no se manifiesten… En lugar de tramitar incorrectamente peticiones de manifestaciones y cargar contra el Gobierno por no enmendar los errores de la Falange, dedíquense a cualquier otra cosa: estoy seguro de que les será más productivo.

La extrema izquierda gobernante, vuelve a censurar… en fin: el titular ya lo dice todo lo que de ustedes puede decirse…

Parece mentira, señor Alba, su última intervención… Se lo agradezco, porque supongo que aquí todos consideraríamos un honor poder servir a nuestro país desde un Gobierno afín a nuestra ideología, pero hasta donde yo sé, nadie me ha nombrado Ministro, ni Secretario, ni ningún otro cargo similar esta Legislatura. Por tanto, mi comentario es el mismo ahora, que hace un año, que dentro de diez. Da lástima, señor Alba, porque día a día usted va quedando en evidencia: cuando no se traslada del centro político a la derecha radical, se dedica a la charlatanería banal o a tratar de demostrarnos que se equivoca. Y da lástima, no ya por usted, si no porque es un cargo relevante de un partido político.

Le repito: la petición no está correctamente redactada, pero usted a lo suyo, que los demás no tenemos obligación alguna de auxiliarles en la petición de cada manifestación que promueven. Y menos cuando hace gala de semejante paranoia. Es curioso, señor Alba, que todos los partidos a los que ha mencionado son conservadores. Y aunque algunos de esos miembros estén, en mayor o menor medida, en desacuerdo con las palabras de la dirigente comunista del País Vasco, estoy seguro de que la inmensa mayoría no apoya una manifestación que, lejos de ser política, social o antiterrorista, es simplemente un ataque personal.

Sobra decirlo, pero mi conciencia me obliga a contestarle a todo lo que dice: evidentemente, no miento, pero usted siga viviendo en su mundo y diciendo que estoy en política tan solo por poder, cuando España entera sabe de sobras que no es así.

Falso, pero si, para variar, no quieren ver su error, yo no seré cómplice de un acto tan despreciable como el que van a realizar: el empleo del daño causado por el terrorismo para realizar un ataque político personal. Como usted bien dice, y sabrá distinguir entre los tiempos pasado y presente, he sido parte de esa asociación… cuando, por cierto, usted militaba en un partido moderado… pero ahora no, y actos como el que planean me hace ver porque “he sido” y porque “no soy”.

Es absurdo, señor Alba: ¿así que ahora los diputados del Grupo Parlamentario Socialista tenemos potestades ejecutivas, verdad? De lo que se entera uno gracias a usted, señor Alba. En breves publicaré un Decreto y redactaré algunas normas ministeriales…

En cuanto a lo de bajada de pantalones y traición a los votantes, he sido muy paciente y he contestado en diversas ocasiones a esa sandez… De hecho, le he contestado, incluso, a su compañero, el señor Benito… Pero, en fin, repetiré algunas cosas más para que siga demostrándonos que su objetivo en esta vida es meter la pata una vez tras otra: En primer lugar, mi voto valía en la misma proporción que el voto de cualquier otro compromisario, por tanto, la integración con el Partido Socialista no ha dependido de mí en ningún momento… y si no depende de mí, comprenderá que es absurdo que la integración se haya llevado a cabo para que yo tuviera más poder. En lo referente a la traición a los votantes, señor Alba, parece mentira, es que han sido nuestros propios votantes (nuestros militantes, que comparten ideología, como es evidente, con la totalidad de nuestros votantes), los que han tomado la decisión. Pero, es que fíjese, aquí viene lo más absurdo: de ser Presidente de un Grupo Parlamentario, he pasado a ser un Diputado más; de ser el Presidente de la cuarta fuerza política, he pasado a ser un militante más… En fin, ¿curiosa manera de hacer algo por poder, no cree? Pero para que vea mis ansias de poder, cuando los Laboristas presentamos candidatura a la Presidencia del Congreso, nuestro aspirante fue el señor Lerner, no yo…

Condenables o no las palabras de la Diputada vasca (según mi punto de vista, totalmente condenables), eso no justifica que jueguen con el dolor para realizar un ataque meramente político.

Y ahora, a ver con qué despropósito nos ilumina…

Usted inventa, y como inventa, miente. Justamente en mi anterior intervención he condenado esas palabras, palabras que en ningún momento he respaldado. Pero es que en lugar de montar un circo y dar publicidad a esas palabras, he preferido que el Estado actuara como debe actuar y como está actuando.

No soy su servicio jurídico, ni voy a ser cómplice de semejante despropósito, como ya le he dicho.

En fin, simplemente, su bajeza moral y su manifiesto rastrerismo, así como su más que comprobada incoherencia, dan vergüenza ajena. Por mi parte, fin de la conversación hasta que algo nuevo ocurra.