Caso "Rosa Ballester Aguirre contra Cesar Alarcón"

ABOGADO ROSA BALLESTER

Con la venia, Señoría.

Para evitar alargar esta vista más de lo necesario, me evitaré preámbulos y procuraré responder a su Señoría lo más claramente posible.

El pasado 6 de febrero, el diario ABC, al que mi cliente representa en tanto que dirige, publicaba en su número 34 la primera página que aportamos como PRUEBA A: ABC - 6/2/1978.

Como respuesta a ese duro revés al Gobierno, el Ministro Alarcón, portavoz del mismo, ofreció una rueda de prensa en la que profiró las calumnias y acusaciones infundadas que, como bien aprecia su Señoría, pueden constituir delito. Aportamos al Tribunal como PRUEBA B la transcripción de esa rueda de prensa: César Alarcón - 7/2/1978.

Señoría, el ministro Alarcón ha superado el límite del respeto y de la libertad de expresión para acusar a mi cliente y su diario de reunirse con terroristas y encubrir sus actividades, lo que constituye un claro ataque a su honorabilidad y un atentado contra su credibilidad. El ministro Alarcón no quiso retractarse de sus acusaciones y ahora debe pagar por ellas.

Es Justicia que solicitamos a su Señoría.

ABOGADO ROSA BALLESTER

Con la venia, Señoría.

Hoy nos encontramos ante la instancia superior de la Justicia española para dirimir si un Vicepresidente del Gobierno de España ha de responder por un presunto delito de calumnias y otro de atentado contra el honor. Es un caso grave sin precedentes en España que merece ser tratado con suma delicadeza, pero al mismo tiempo con toda la diligencia para que se evidencie que en este país la justicia es igual para todos.

Señoría, el caso es el siguiente. Con motivo de unas informaciones exclusivas del diario ABC, a quien mi clienta representa, el 6 de febrero del presente año, el citado diario publicaba en su número 34 la primera página que ya aportamos en la instrucción como PRUEBA A: ABC - 6/2/1978.

En presumible respuesta a ese duro golpe al Gobierno, el Ministro Alarcón, Vicepresidente y Portavoz del mismo, ofreció una rueda de prensa en la que profiró las calumnias y acusaciones infundadas que, como bien apreciaba el magistrado instructor, pueden constituir delito. Aportamos al Tribunal Supremo de nuevo como PRUEBA B la transcripción de esa rueda de prensa: César Alarcón - 7/2/1978.

Señoría, consideramos que es inaceptable que el Ministro asegure que mi clienta y el diario al que representa se reunieron con terroristas, lo que se traduce en una acusación de haber cometido un delito de encubrimiento de actividades ilícitas, lo cual es categóricamente falso y constituye un delito grave de calumnias y otro de daño a la honorabilidad. Además, como Portavoz del Gobierno sus acusaciones tuvieron sonada repercusión pública, hecho que entendemos es agravante. Para concluir, el señor Alarcón nunca se retractó de lo dicho sino que se reafirmó en sus declaraciones posteriormente (PRUEBA C).

Miembros del Tribunal, la Justicia no puede tolerar esta persecución inhumana a un medio de comunicación. El diario ABC no tiene la culpa de que el Gobierno desconozca un dato, y está en su pleno derecho de publicarlo. Lo que no es de Justicia es que el Vicepresidente del Gobierno criminalice como lo ha hecho a ese preiódico para deshonrarlo y restarle una credibilidad que los españoles que lo compran a diario le han dado. No por el hecho se ser miembro destacado del Gobierno se le puede perdonar este ataque gratuito, como insinuaba la defensa en la instrucción. Sea el señor Alarcón Ministro, Diputado, periodista o fontanero -entiéndaseme bien la comparación- el peso de la Ley debe caer sobre él si así lo estia este Tribunal.

Exijimos a la Justicia una reparación, y por ello entendemos que este Tribunal debe condenar al señor Alarcón por los delitos que aquí han quedado expuestos.

Muchas gracias, Señoría.

César Alarcón escribió:FDP: En breves.

Fabián de la Torre escribió:

César Alarcón escribió:FDP: En breves.

FDP. ¿En breves la defensa, o las acusaciones de parcialidad? ¿O podemos pasar ya a la sentencia absolutoria?

César Alarcón escribió:(El abogado de César Alarcón se acerca a hablar a la parte acusadora)