ABC: Columna publicada: "¡Es la Guerra!".

¡Es la Guerra!

Víctimas que nada tienen que ver con los conflictos o intereses políticos que se lleven a cabo entre sus respectivos mandatarios. Familias dedicadas a la rutina diaria de un ciudadano normal que se preocupa por alimentar a su familia y alcanzar algún que otro nivel en la de Maslow. Personas humildes, fulanito, menganito.. ¿Quién se imagina que mientras uno le enseña a comer con cuchillo y tenedor a su hija de dos años, una bomba impacte contra la vivienda o un grupo de armados derribe la puerta..?. ¿A santo de qué?.. Conseguir propósitos mediante la fuerza, el uso de las armas, y el ver quién es el que tiene más largo el ejército y gordo el cañón de las pistolas. Mátense entre ustedes, queden a la salida de un aparcamiento para darse bofetones con un guante blanco, bátanse en duelo o aquello que esté a la altura de ese perfume barato que les ha comprado la amante de su secretaria, pero háganlo sin implicar a terceros que nada tienen que ver con sus ideales de amos del mundo. La violencia nunca está justificada. En ningún campo, y bajo ninguna sigla. En cierto modo, no dejamos de convertirnos en ese matón de escuela que se dedicaba a amenazar en el patio si lo mirabas de esta o aquella manera, si creía que tu dinero era el suyo, o si, simplemente, tenía ganas de plasmar su puño en tu cara. Ese que nunca ha entendido que el diálogo existe, ese que seguramente ha visto como su padre plasmaba el mismo golpe en el ojo de su madre. Algunos políticos, o intentos de ello, no son más que eso. Matones de instituto que han llegado a más y que acabarán cayendo. Cuando se sufre, cuando sientes los palos sobre tu cabeza, es ahí cuando no olvidas. Es ahí cuando el sentimiento de venganza aflora dentro de ti acompañado del odio hacia el hacedor de tus males. El pueblo no puede ni podrá olvidar todo aquello que suponga un sufrimiento gratuito y unos latigazos que no han merecido recibir. Me indigna una guerra, pero también me indigna observar como aquellos que no condenan a la peor y más nociva banda terrorista de este país, se acogen ahora a la apelación de la paz. ¿Acaso ETA no plantea una guerra? ¿Acaso ETA no causa el mismo temor, asesinando, que el que causa una guerra?. Los ejemplos son los mismos y ambos casos deben ser condenados y repudiados. Ambos disparan, ambos matan. Este tema me levanta muy poco la inspiración, permítanme acogerme a un grande de la paz para que la grandeza de Gandhi cubra lo humilde de la columna; “Ojo por ojo, y todo el mundo acabará ciego”. Alberto R. Conde.