Las fuerzas de seguridad del estado un trabajo dificil

Fuerzas de seguridad
Agentes de la Guardia Civil vigilan la valla de Melilla. AIAmnistía Internacional trabaja para que las fuerzas de seguridad y los funcionarios de prisiones, encargados de hacer cumplir la ley, respeten en todo momento los derechos humanos de las personas.




La sociedad espera mucho de sus cuerpos policiales. Las fuerzas de seguridad están colocadas en un difícil punto de equilibrio: garantizar el respeto de los derechos y libertades de los ciudadanos, a la par que defienden el ordenamiento jurídico vigente. Las fuerzas de seguridad tienen capacidad para utilizar medios coercitivos violentos –incluido el uso de armas- y para detener a personas presuntamente involucradas en actividades delictivas. El ejercicio de estas funciones especiales, que son necesarias para la sociedad, requieren un compromiso especial con los derechos humanos, ya que ejercidas de forma abusiva pueden dar lugar a violaciones de los derechos fundamentales de las personas.



Formación en derechos humanos



Amnistía Internacional no pretende dificultar el trabajo de las fuerzas de seguridad sino asegurarse de que sus miembros desempeñan la tarea que tienen encomendada por los Estados. Uno de los principales instrumentos para evitar violaciones de derechos humanos es la formación de las fuerzas de seguridad y la interiorización por parte de sus miembros del valor de estos derechos fundamentales. En España, sin embargo, sigue siendo una asignatura pendiente.



Para elaborar el informe Formación en derechos humanos de los cuerpos de seguridad y funcionarios de prisiones en España Amnistía Internacional analizó algunos programas formativos de las fuerzas de seguridad españolas y llegó a la conclusión de que es una formación en derechos humanos insuficiente en cuanto al número de horas y eminentemente teórica, con prácticas escasas y poco relevantes.



Se han detectado ciertos paralelismos entre esta carencia y las denuncias que implican a los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Por ejemplo, algunas de las denuncias hacen referencia a un supuesto uso indebido o desproporcionado de la fuerza y de las armas de fuego, lo que está en consonancia con la escasa entidad que parece otorgársele a este tema en los programas de formación.



También hay carencias importantes en cuanto a los temas que deberían aparecer en los programas de formación. Así, por ejemplo, la evaluación de la situación de derechos humanos en España no aparece, salvo algunas referencias muy vagas y genéricas.



La inmigración, el asilo y refugio no forma parte de la formación en los niveles de ingreso. Resulta llamativo que no se mencionen estos temas en la formación de la Guardia Civil dadas sus competencias en materia de vigilancia de fronteras. Sólo en el caso de la Policía Nacional se incluyen en algunos de los cursos de los niveles de promoción y capacitación. En todos los casos, el refugio y asilo por motivos políticos o humanitarios merecen una atención claramente insuficiente.



¿Qué hace Amnistía Internacional?



Con el fin de contribuir a la formación de las fuerzas de seguridad, Amnistía Internacional se acerca a los miembros de los diferentes cuerpos de seguridad del Estado para colaborar en el objetivo común del respeto a los derechos y libertades fundamentales. La organización les hace llegar sus preocupaciones y se ofrece para colaborar en su formación en derechos humanos.

Ya que haya una valla que separe a los seres humanos es contrario a cualquier declaración de derechos humanos. Derechos del capital no son vulnerados, pero humanos de manera clara y concisa.

Georg Fischer escribió:Ya que haya una valla que separe a los seres humanos es contrario a cualquier declaración de derechos humanos. Derechos del capital no son vulnerados, pero humanos de manera clara y concisa.

¿Tu que harías con la valla?