Héctor Fernández: "Hay que adaptar el régimen matrimonial a los nuevos tiempos"

Antonio Bernal (Presidente de la Asociación de Padres Separados): Nuestra asociación lleva luchando por la custodia compartida desde principios de los noventa, y seguimos luchando para una igualdad plena y para eliminar la demonizada posición del padre divorciado. Es importante sumar apoyos políticos, y por ello agradecemos que el señor Fernández se haya preocupado por conocer nuestras demandas. La guarda y custodia compartida es el tener compartido el cuidado de los hijos entre ambos progenitores, procurando la estabilidad de los hijos y la continuidad en la rutina de los mismos, procurando que les afecte lo menos posible la separación o el divorcio.
Es por ello que consideramos fundamental que los políticos se vuelquen para establecer un sistema que rompa con lo que ocurre en la actualidad, que es la degradación del progenitor masculino impidiendo o viendo restringidas las visitas a sus propios hijos.
Si hay posibilidad de custodia compartida existiría lo que en derecho procesal se llama igualdad de armas, el juez velaría por los derechos de los hijos y no como hasta ahora que se está velando por el interés sólo de la mujer. El padre solo tiene obligaciones sin ningún derecho.

Héctor Fernández: En esta asociación hay padres que, siendo padres responsables, no pueden ver a sus hijos, tienen que sostener a su anterior pareja, se han quedado sin casa, tienen que pagar la otra casa y una nueva. Estos padres con un régimen de visitas muy restringido e injustificado también se ven castigados penalmente si incumplen dicho régimen. El sistema actual es totalmente desproporcionado hasta el punto de que he podido hablar hoy con padres que llevan cinco años sin ver a sus hijos.
El Partido Popular propone dos reformas esenciales: la primera es priorizar la custodia compartida, dando igualdad de armas a las partes dentro del proceso de divorcio. De este modo nos igualaremos a sistemas como el francés, el inglés o el belga. La segunda es dar libertad total de visitas por ambos cónyuges a sus hijos, de modo que eliminemos el sistema actual que restringe las visitas de la parte perdedora en el proceso, normalmente el padre. A ello se exceptúan, obviamente, casos de violencia de género, abandono de familia, maltrato de menores y todos aquellos supuestos que están bajo la jurisdicción de los Juzgados de Violencia contra la Mujer. Casos que, he de resaltar, no concurren en ninguno de los casos que he podido conocer hoy de primera mano.

Pero el sistema matrimonial español tiene que seguir avanzando, rompiendo moldes de un sistema caduco. En este sentido proponemos adaptar el sistema económico-matrimonial que hoy tienen Comunidades como Valencia, Baleares y Cataluña al derecho civil del régimen común. De este modo eliminaremos la prevalencia del régimen económico de sociedad de gananciales por el de separación de bienes. Una reforma muy importante pero necesaria, pues hay que adaptar el régimen matrimonial a los nuevos tiempos.