Precampaña del Partido Demócrata Popular (PDP)

Gerundenses, ¡muy buenas tardes!

Se ha hecho esperar, pero ya ha llegado el momento de que Cataluña tenga unos representantes políticos que dirijan ciertas cosas desde el corazón de nuestra región, en lugar de hacerlo desde Madrid. Porque hay determinados asuntos que es mejor tratarlos desde cerca: desde el nuevo gobierno autonómico catalán. En caso de entrar nosotros en el gabinete ejecutivo, elegiremos un plantel de auténticos profesionales que sepan llevar a Cataluña por el buen sendero: eso es lo que necesitáis y no una selección de consejeros ligados al partido gobernante, ya que eso suele desembocar en todo menos en el bien común de los catalanes. El PDP sabrá establecer prioridades, y en todo momento será consciente de que, por encima de los intereses internos del partido, está el futuro de Cataluña.

Uno de nuestros compromisos tiene que ver con el patrimonio cultural de esta tierra. Cataluña es para nosotros parte de España y, por esta razón, queremos ayudar a que esté perfectamente integrada económica, política, social y culturalmente: seremos los primeros en defender la identidad española y catalana de todos cuantos estamos en esta región. Cualquier actitud que suponga un atentado contra nuestra personalidad de españoles o de catalanes contará con el rechazo rotundo del PDP. Tenemos unas ideas muy claras y una opinión muy formada al respecto, y por eso nos vamos a mantener tajantes en esa cuestión.

Asimismo, nos planteamos como meta que en Cataluña haya libertad para elegir el idioma en el que hablar, estudiar, trabajar... Debido a esto, fomentaremos el aprendizaje de nuestras dos lenguas, el catalán y el español: empezaremos haciéndolo en la enseñanza, donde queremos garantizar que los padres tengan la posibilidad de escoger en libertad la lengua en la que escolarizar a sus hijos; pero también intentaremos que la sociedad en general tenga opciones para vivir tanto en catalán como en español, puesto que lo consideramos un derecho irrenunciable. Esperamos que esta peculiaridad de nuestra comunidad autónoma no sea motivo de disputas sino más bien todo lo contrario: una razón para sentirnos orgullosos de nuestra riqueza cultural.

Muchas gracias.