Euskal Herria Sozialista 3

Doble pena

300 presos vascos cumplen sus condenas fuera de su tierra. Alejados de sus familias, estos presos condenados por los únicos que tienen esa potestad, los jueces, ven cómo a la pena impuesta por éstos se añade una de propina por parte del gobierno.

No entraremos ahora a analizar por qué están encerrados, pues unos pagan allí crímenes sanguinarios y otros por participar en asociaciones que quieren considerar afines a ETA, sin tener ni un solo delito de sangre. Lo que importa es que esas personas tienen una pena que cumplir, la oficial, y una segunda, que es la del alejamiento de sus familias. Pena esta, la añadida, que es además doble, pues la sufren por igual sus familiares, obligados a desplazarse a más de 600 kilómetros para una breve visita.

El "delito" de estos familiares es tener a hijos, hermanos, esposos, encerrados en una cárcel. Ese es su "delito" y por él el gobierno les impone la pena de un pesado desplazamiento. Hablamos de personas con un historial delictivo inmaculado; gente a la que jamás la han condenado pero que, en esta "democracia", tienen que pagar como si fueran delincuentes.

Alguno dirá que peor están las familias de sus víctimas, que no pueden visitarlas sino tan sólo llevarles flores a las tumbas. Eso ya no tiene arreglo; el sufrimiento de las familias de los presos sí.

totalmente de acuerdo.

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