Manifiesto por la Independencia de Aragón

Manifiesto por la Independencia de Aragón

Aragoneses, aragonesas!

Cada 20 de diciembre recordamos al Justicia de Aragón, Don Juan de Lanuza (y su ignominiosa muerte a manos de los verdugos del pérfido monarca español Felipe II) porque es ejemplo de la resistencia del pueblo aragonés contra la imposición, la tiranía y la asimilación, porque salió en defensa de las libertades y la constitución particular de Aragón y porque luchó para que Aragón y su Pueblo fuese respetado; en un combate que aún hoy los aragoneses tenemos que librar y que vamos a ganar.

El Justicia representa para nosotros la lucha por el mantenimiento de la independencia política, perdida definitivamente tras la invasión militar castellano-borbónica en 1707, con la abolición del Reino de Aragón y, por tanto, de un Estado aragonés con más de 700 años de historia.

A la derrota de 1707, siguió un régimen de ocupación que en esencia no ha acabado todavía, pues el trato que se le da al pueblo de Aragón y los agravios que continuamente recibe del Centro no son otros que los de un territorio ocupado o una colonia: privado de su idioma, de su cultura autóctona y del conocimiento de lo propio, por efecto de un sistema funcionarial y educativo centralista español; sometido a políticas que sería inaceptables por otros territorios, como infraestructuras agresivas contra el medio ambiente, presas o líneas de alta tensión; obligado a soportar instalaciones no deseables o peligrosas, además de la militarización de parte de su territorio; con carencias de inversión productiva que evite la emigración y el desarrollo equilibrado del territorio y gobernado por unos políticos adiestrados en la fidelidad a los dictados de Madrid, aunque ello signifique ir en contra de la voluntad de sus votantes autóctonos.

Hoy gobierna por mayoría absoluta la derecha; la de los "paseos militares" y la imposición por la fuerza; la que disfraza como progreso las viejas políticas del centralismo y hace de la prepotencia su forma de gobernar; heredera sociológica del Franquismo y del uso caciquil de la política; destructora del progreso social y el avance constitucional; corruptora del concepto democracia y pluralidad; acérrima enemiga de los particularismos y de la diferenciación; amante del decreto y la asimilación por la fuerza e insensible ante las reivindicaciones de la periferia y en especial por Aragón.

La derecha española está dispuesta a dar el por el momento el último golpe a Aragón y desempolva, como los gobiernos que la precedieron, la más vieja amenaza hacia nosotros con su política hidrológica de trasvases. En el mundo de la economía de mercado, del progreso material, de los avances, del pensamiento único y la globalización, a Aragón, lo condenan a lo de siempre, a un régimen económico colonial, dedicado al suministro a otros territorios de materias primas y recursos que están en la base del futuro de la gente de Esta Tierra. Hoy, como antes, la política de los gobiernos de España sólo tiene cuenta a Nuestro Pueblo a la hora de expoliarlo, pero se le ignora a la hora de repartir los beneficios del progreso y las inversiones rentables al país.

La aparente autonomía que hoy tenemos no es más que otra forma renovada de opresión del Pueblo aragonés, porque, carente de unos auténticos contenidos políticos, se convierte en un sistema para continuar con el expolio y la asimilación: supone la imposición de una realidad política que históricamente no es la nuestra y está muy lejos de la independencia que gozamos en el pasado. A la luz de la Historia, la actual autonomía es una afrenta al Pueblo aragonés por lo misérrimo y mezquino de su grado, por su ineficacia a la hora de defenderlo y por ser una trampa para hacernos creer que realmente decidimos en Nuestra Tierra.

Aragoneses, aragonesas!

Aragón debe ser independiente. Los aragoneses debemos fijarnos como objetivo político colectivo obtener la independencia y debemos luchar por ella como el único medio para recobrar el orgullo, la autoestima y el respeto de los demás. Éste es el único camino para la recuperación nacional de Aragón, de nuestra cultura, de nuestro idioma, del dominio sobre nuestros recursos. Sólo a nosotros, el Pueblo aragonés, corresponde hacer valer nuestros derechos históricos como país libre que fuimos; sólo al Pueblo aragonés corresponde decidir soberanamente lo que se hace en su casa.

¡Sacudámonos el yugo español! No vacilemos en nuestro propósito de ver la independencia de Nuestra Tierra. ¡Qué se vayan!. No dejemos que nos traten como a un territorio conquistado. Al lado de España Nuestro Pueblo languidece y muere. Sólo pretenden nuestro sacrificio sin dar nada a cambio.

¡Hagamos frente al centralismo españolista! No le demos tregua, ni transijamos con él. Que llegue al convencimiento de que no conseguirá doblegarnos; que se vea hastiado por nuestra resistencia; que por el peso de la lucha arríe sus banderas, vacíe sus cuarteles y retire a sus funcionarios y que con ellos se lleve de Aragón el entramado jurídico, administrativo, político, cultural e ideológico de opresión que nos ha impuesto.

Unamos nuestra lucha por la independencia a la de los demás pueblos del mundo que luchan por su libertad y por sacudirse al opresor. Que alcen su voz las pequeñas naciones, constituyéndose en estados independientes, Contra los grandes Estados, contra las superpotencias empresariales, contra las políticas de pensamientos únicos, enfrentemos el mundo de las pequeñas naciones y hagamos de ello una particular "globalización de la libertad y la independencia de los pueblos".

Ofrezcamos a los demás Pueblos de la Corona de Aragón que se unan en nuestra lucha. Restauremos con ellos la cordura y el equilibrio de nuestra ancestral Unión, corrompidos por las inquinosas políticas de confrontación del centralismo a puesto entre nosotros.

Que los viejos y nuevos guerrilleros se junten en la senda del combate por la independencia de Aragón... No hay camino a la independencia, la independencia es el camino...

¡Aragón Entalto!

Puyalón de cuchas