¿Las maras se instalan en España?

En Alcorcón, una ciudad dormitorio, cerca de Madrid, ha ocurrido hace dos semanas unos enfrentamientos violentos entre jóvenes iberoamericanos y españoles. El alcalde de la ciudad se niega aceptar que hay un problema de violencia juvenil y de enfrentamiento entre jóvenes, con signos de xenofobia y de mafias organizadas. Algunos padres han denunciado que cobran un euro poder jugar en las canchas públicas que están en la zona donde la mara cree que es su territorio, otros niegan los hechos y afirman que gamberros hay en todo los sitios. Lo cierto es que hubo necesidad de desplazar a la ciudad durante una semana 200 antidisturbios de élite para controlar la violencia.

En un estudio pedido por el Ayuntamiento de Alcorcón desarrollado a finales del 2005, se reconoció, que había en dicho municipio “ocho bandas” que es como en España se llaman a las maras, sus nombres eran: Ñetas, Skinhead neonazis, Skinhead antifascistas, Latin King, LMC, Marroquíes, Bakalas y Chupete. A pesar de ese informe en él se afirma que a pesar de existir estas bandas su implicación e importancia en el tejido social es mínima. Su comportamiento es más bien de gamberrismo juvenil actuando en las estaciones del tren, RENFE, metro y en algunos barrios muy concretos y en polígonos de índole industrial. La violencia la usan para marcar su territorio y para pequeños robos con los que consiguen dinero.

El estudio también describe que hay otras bandas de mas reciente imbricación como los Dominican Don’t Play, los Blancos y Negros del Nrox (toles), los Black and White y los Africorcón. El informe señala que, según los jóvenes y adolescentes de Alcorcón consultados, hay “bandas, tribus y otras realidades grupales”, a las que se les atribuye comportamientos violentos, y que operan en determinados espacios del municipio, tales como “los Pinos, los Polígonos y la zona de la Estación de RENFE de Alcorcón Central”.

Los expertos municipales no les dan las características de las maras de Centroamérica ni las de Los Ángeles y otras ciudades norteamericanas o mexicanas.

En España se argumenta que el fenómeno de la violencia juvenil, además de una cierta moda importada, de los países citados, se deriva de que los jóvenes hijos de los inmigrantes no se integran en el sistema escolar o que algunos al salir de él, a los 16 años, no encuentran trabajo y deambulan todo el día por la ciudad sin hacer nada y como adolescentes que son, se agrupan y en algunas de las bandas, se han constado ritos de iniciación a la pertenencia de la banda, como pelearse entre los aspirantes, hacer acciones delictivas, como pequeños hurtos o robos y a las mujeres tener que tener relaciones sexuales con los jefes de la banda o con los miembros de la misma, además de grabarse tatuajes de fidelidad a la banda o sus escudos.

Toda esta violencia juvenil, que no es nueva, es consecuencia de que muchos de estos jóvenes tienen hogares desestructurados en donde la disciplina, el aprendizaje en valores no se ha dado y además carecen de una cultura del esfuerzo y del trabajo y son influidos por la sociedad del consumo que demanda continuamente adquirir productos como discos, mp3, DVDs, camisetas, etc.

Ante la situación de la violencia juvenil, hay enfrentadas dos teorías para su erradicación; una, la de fomentar un cierta comprensión y entender que el fenómeno no se soluciona con más violencia institucional, sino con programas de desarrollo comunitario creando puestos de trabajo y la segunda los que creen en una política de mano dura y no tolerar bajo ningún aspecto la violencia y que el programa debe ser fuerte y claro en quien rompe las reglas de la convivencia ciudadana debe pagarlo.

La ley del Menor en España es muy permisiva, y se ha demostrado en años anteriores, que no era eficaz contra algunos delitos, que son nuevos y que demuestran que en ocasiones la sociedad va mucho más rápido que los estudios sociales,

La violencia en el sistema escolar ha crecido, lamentablemente, mucho más de lo deseable y se han dado actos de violencia inusitada en niños hasta de 10 años y no es tan extraño que niños de 12 ó 14 años, hagan actos de una violencia excesiva por su contumacia y sadismo. En estos días se juzga a cuatro jóvenes, que con inusitada violencia y sadismo, quemaron a una indigente que dormía a la entrada de un cajero automático, uno de los delincuentes era un menor de 16 años.

Todas estas situaciones han encendido las alarmas sociales y, sabiendo lo que ocurrió el año antepasado en Francia, ha comenzado todo un proceso de análisis y de creación de expertos tanto en el ámbito de profesorado como de jóvenes para que sean monitores en los colegios a fin de controlar la violencia.

En algunas regiones como Cataluña, se ha legalizado a los Latin King como movimiento asociativo juvenil, el eco de dicho acto, sólo ha movido a integrarse al 25% de los miembros de la banda en Barcelona.

Hay quien cree que ello es un gran triunfo y otros lo observan como un fracaso claro de que la vía de la comprensión no es muy eficaz, si al lado no se desarrollan políticas sociales más eficaces que la de crear juegos, jugar al fútbol o al baloncesto o cantar en un coro.

Frente a la violencia juvenil, sea de la índole que fuere, autóctona o importada, acoso escolar, disfrazado de racismo o de puro y duro “bulling” no caben medias tintas. La violencia impide el ejercicio de las libertades y la inseguridad es el peor camino para el diálogo. Debe haber una clara respuesta del Estado de Derecho con las leyes y un Código Penal que sean justo y eficaz en las penas, sin olvidar que mucho de esos problemas tienen una raíz social que requiere, necesariamente, la inversión de muchos recursos sociales y educativos.

La solución no es, como se hizo en Francia ante el estallido social del 2005, dar mil euros a cada joven y luego ya no hacer nada. Es preferible crear todo un tejido social comunitario y favorecer con medidas de apoyo la inserción del trabajo juvenil, fomentar la posibilidad de reciclar estudios profesionales, a solamente dar una ayuda o retratarse con los jóvenes después de una algarada, como hacen algunos políticos.

Ciertamente hay bastantes políticos, que sólo ven en los jóvenes electores y ante la abstención impresionante de los jóvenes en las votaciones optan por alabarlos y camelarlos, creyendo que con eso los van a convencer afirmando y defendiendo el derecho de los jóvenes a que de vez en cuando hagan alguna burrada.

Europa tiene ante sí, como otros países en el mundo, Hispanoamérica también la necesidad de darse cuenta que la juventud necesita que se hagan muchas inversiones en educación y programas sociales que es la mejor vacuna contra la violencia juvenil

David Muñoz escribió:Pues sin duda un gran peligro se cierne sobre españa

David Muñoz escribió:Macho tu sabes lo que es una mara?

Juan Lozano Valls escribió:Nada sto s arregla cmo hizo Sarkozy cn excelents resultads. Policias y soldados a patrullar ls barrios conflictivos dia y noxe. Antidisturbios, antidistubios y + antidisturbios. y si hace falta, a porrazos y pelotas de goma.

Admin Marcos escribió:

Juan Lozano Valls escribió:Nada sto s arregla cmo hizo Sarkozy cn excelents resultads. Policias y soldados a patrullar ls barrios conflictivos dia y noxe. Antidisturbios, antidistubios y + antidisturbios. y si hace falta, a porrazos y pelotas de goma.

Porqué no pruebas tu a darte unos porrazos en la cabeza a ver si despiertas alguna neurona.
La verdad es que es un comentario que no hace falta ni debatir, cada día te luces más.