Español presenta nuevo libro "Ribagorça en la encrucijada"

¿Hola? ¿Hola? Bien, podemos empezar.

Para comenzar tengo que darles las gracias por asistir a la presentación de mi libro, he de decir que no me esperaba a tanta gente en este acto. Lo veo como un buen signo, un síntoma de un creciente interés por el mundo en el que vivimos y que tanto condiciona los hechos más insignificantes. Sin duda, es necesario que la ciudadanía participe en las vidas cultural y política, más relacionadas de lo que muchos piensan. Por ejemplo, la universidad nos cede este espacio (muchas gracias por ello) para hablar de política desde un punto de vista académico, aunque una parte discurra fuera de mi ámbito de especialización, pero para... profanos, podríamos decir. La política no es algo reservado a unas élites, es algo para todos, al igual que la cultura. Hemos universalizado la educación y eliminado barreras, el mismo proceso se ha de completar en la política.

Bien, dicho esto, primero presentaré el contenido del libro y desarrollaré algunos de los puntos que en él se abordan y después dejaremos un tiempo para preguntas. ¿Les parece bien que empecemos? Adelante.

En Ribagorça en la encrucijada. Una historia de decisiones difíciles no van a encontrar una novela ni un best-seller para leer cuando se acerque el verano. Este libro aspira a presentar la realidad en la que nos movemos y a plantear nuestros posibles escenarios. Podemos extrapolar el plano internacional al nacional que, salvando las distancias, reflejan algunas dinámicas comunes. Ahora vemos que en el mundo se vive un renacimiento de los nacionalismos y los populismos mostrándonos su peor cara, en definitiva, los extremismos. En los últimos meses hemos visto como la Alternativa para Alemania alcanzaba cuotas de poder considerables y se expandía por los distintos Lander de la República Federal. Los Partidos de la Libertad holandés y austríaco han sorprendido a más de uno que creía que la radicalidad, entendida como extremismo, política era un cuento chino. La lista es larga, están el Frente Nacional francés y los "Demócratas Suecos" entre otros. Pero esta dinámica de cambios políticos va más allá de la derecha. Con discursos igual de agresivos y políticas sin contenido, base u objetivos, está la izquierda radical en auge. Syriza, Podemos, los Insumisos... Ambos extremos, susceptibles de pactar entre sí como en Grecia, contrarios a los modelos de convivencia que garantizan los derechos y las libertades de todos los ciudadanos. Ambos extremos dispuestos a reescribir la historia porque están en desacuerdo con los hechos. Ambos extremos dispuestos a hacer leña del árbol que aún no ha caído a pesar de la apariencia de debilidad.

Es ahí donde entra en juego la necesidad de que el árbol nos dé nuevos retoños, la necesidad de que la democracia se renueve. El Govern que preside mi querido compañero, catedrático también en esta misma universidad, es un comienzo. Este Govern ha logrado rebasar las diferencias entre los dos partidos mayoritarios que parecía que nunca se entenderían por anteponer a los intereses particulares el interés de la Nación, no de Ribagorça, de los ribagorçanos. Demòcrates y el Partit Socialista se han unido para proteger el sistema democrático y económico. Una vez restablecido el equilibrio en la economía, se ha de dar paso a una serie de reformas que reestructuren nuestra democracia para garantizar la supervivencia de la Ribagorça y la convivencia y la libertad de los ribagorçanos. Nosotros nos enfrentábamos a la decisión más difícil, o dejar caer el país y su gente al no tomar una decisión o bien tomar la única otra decisión a pesar de la conciencia de que sería duramente criticada. La Ribagorça se decantó por decidir en lugar del inmovilismo. Yo estoy agradecido por ello, pero hay que seguir avanzando. Una batalla no gana una guerra.

La estabilidad a la que aspira esta nación en un contexto tan incierto solo será posible a través de nuestra autonomía en un mundo global. Estamos conectados, este hecho es positivo en mil maneras, luego no neguemos lo evidente y lo necesario. La globalización aunque sea un proceso complejo no es difícil de explicar, hay una integración a nivel mundial que facilita la circulación de ideas, de tecnologías, de inversiones, de personas... Ahora los avances científicos tienen un único beneficiario: el conjunto. Ante esta situación la Ribagorça ha de mantener su identidad, conservando lo positivo y mejorando lo mejorable. La economía ribagorçana, por ejemplo, ha de adoptar nuevos mecanismos y maximizar su potencial, para lo cual necesita nuevas normas menos intervencionistas que favorezcan el emprendimiento y la inversión. La Ribagorça requiere ponerse al día, actualizarse, dinamizar y diversificar su economía dejando atrás el estatismo.

En lo que respecta a nuestro modelo social, hemos de asegurarnos del respeto a la vida ante todo. En momento como el actual en el que la vida, según algunos por su abundancia, pierde valor, se ha de ser claro en su defensa, pilar de la existencia humana individual y social. Por fortuna, nuestra constitución lo reconoce en su artículo séptimo, aunque con razón algunos lo hayan considerado vago. En defensa de nuestra sociedad hay que decir que la Ribagorça mantiene en el lugar que le corresponde a la familia, un lugar primordial como base de nuestro ordenamiento social, aunque falte un mayor reconocimiento jurídico e institucional. La familia, los padres y los hijos, los abuelos en muchas ocasiones, son la base y sabemos reconocerlo, al igual que nuestra identidad cultural y religiosa y, particularmente, cristiana. En este ámbito de lo social, en mi opinión, la Ribagorça saldría bien parada en una hipotética clasificación y no requeriríamos mayores reformas.

En último lugar, en el ámbito más político, hay que avanzar en la mejora de la calidad democrática: mayor cercanía de las instituciones, mayor contacto entre representantes y representados, mayor transparencia... Eso pasa además de manera fundamental por la aprobación de una ley de referéndum e iniciativa legislativa popular que descentralice el poder político y anime a la participación a la que me he referido al comienzo del acto.

Para no alargar más la charla voy a dar paso a la ronda de preguntas. ¿Quién quiere ser el primero?

Pregunta 1 escribió:Ha hablado de fuerzas que buscan reescribir la historia cuando no están de acuerdo, ¿se refiere a "la Franja"?

Así es. Negar el nombre de una nación es lo primero para acabar con ella y con lo que representa. Ribagorça es un nombre milenario que representa lo que somos. Lo demás son invenciones que rechazan lo más elemental de la identidad de nuestro país, el Gran Ducado de Ribagorça.

Pregunta 2 escribió:Hoy se ha hablado de la reclamación de más derechos por parte de la comunidad LGTB, ¿qué opina al respecto? ¿Mantiene su afirmación de que la sociedad ribagorçana es en lo que sacaríamos mejor nota?

Pues, mire, muchas gracias por la pregunta, no conocía la noticia. No quiero entrar en el aspecto de las relaciones sentimentales porque entiendo que se pueda querer a alguien de tu mismo sexo, no necesariamente en el aspecto sexual, pero puede ser. Sin embargo, el matrimonio es una institución ancestral, religiosa, por lo que depende de las religiones aceptarlo o no, y natural con fines reproductivos, algo que no puede suceder en una pareja de tal clase. Nos enfrentamos a un mundo en cambio, si algo queda claro después de esta conferencia es eso, y los políticos deben estudiar muy detenidamente las implicaciones de las distintas formas legales de unión para resolver esta... cuestión, no diría problema.