[EFE] El PNV gana en Euskadi y necesitará acuerdos en el Parlamento más dividido de la historia.

Las elecciones vascas estaban rodeadas de un ambiente de cierta incertidumbre que se ha mantenido hasta el final. ¿Sería la recuperación del PNV un espejismo? ¿Qué papel jugaría la izquierda abertzale tras la ruptura del PNV con EH Bildu? ¿Conseguiría el PP vasco superar al PSE? ¿Cómo de numerosa sería la entrada de AL? Todas esas preguntas, ahora con los resultados en la mano, ya tienen respuesta.

OPCIONES DE GOBIERNO

Parece que todas las opciones de gobierno pasan por el PNV, todas excepto un acuerdo a tres bandas PP-PSE-AL que deje fuera de Ajuria Enea a los nacionalistas.

Podría haber un acuerdo entre las dos fuerzas mayoritarias (PNV y PP) para formar gobierno. Las matemáticas dan (ambos suman los 38 escaños que suponen la mayoría absoluta) y son partidos que, tras los Acuerdos de Burgos, han sabido negociar y entenderse; además de que, históricamente, también ha existido esta línea de acuerdo y entendimiento entre ambos partidos.

Otra opción sería un gobierno del PNV con el apoyo del PSE y con el PP en la oposición, aunque esto requeriría la abstención de otro de los partidos (Orain Euskadi o AL); pues los 32 escaños que suman PNV y PSE no alcanzan los 38 de la mayoría absoluta. Parece un pacto poco probable, dado que el pacto dependería de un tercer partido que no sabemos qué condiciones pondrá para abstenerse en la investidura.

La única opción que deja fuera al PNV es un tripartito entre PP, PSE y AL; algo bastante improbable si atendemos a la posición que mantienen los partidos respecto a los Acuerdos de Burgos: el PP, como partido impulsor, los defiende firmemente; mientras que el PSE no tiene una posición clara sobre este tema y AL pide derogarlos.

VUELCO ELECTORAL

Los últimos sondeos daban al PP como última fuerza parlamentaria, con 9 escaños y poco más de un 13% de los votos. Una gran campaña electoral ha dejado a los populares segundos, con 18 diputados y más del 26% de los votos; unos resultados que doblan los pronósticos y colocan al PP en un resultado histórico sólo superado por los 19 escaños logrados por Mayor Oreja hace 18 años.

Todo lo contrario le ha sucedido a los socialistas. El PSE estaba considerada como la única opción que podía arrebatarle la victoria al PNV y ha terminado siendo la cuarta fuerza parlamentaria con unos resultados que sólo ha empeorado, históricamente hablando, Txiki Benegas en las primeras elecciones vascas en el año 1980.