[AL-Galicia] Campaña de actos en las siete ciudades gallegas

Hola a todos. Muchas gracias por acompañarnos esta tarde. Estamos en un sitio bonito, no os quejaréis. Pero tened cuidado. Cada baldosa de las que pisáis costó 800 euros, así que pisad con cuidado.

(Los asistentes se miran unos a otros soprendidos)

Sí, como lo oís. La elección de este lugar no es casual. Estamos ante una de las mayores muestras de despilfarro, megalomanía, soberbia e ineficiencia de las que es capaz un Estado con demasiadas atribuciones, pocas exigencias, escasa transparencia y un absoluto desprecio por los ciudadanos a los que dice representar. Presupuestar gastarse 105 millones en una obra carente de sentido, sin un destino claro, pagando los delirios de un arquitecto megalómano, para algo que una ciudad como Santiago no necesita es ya de por sí un despropósito. Pero es que recuerden que cuando se paralizaron las obras en 2013, ya se habían gastado 300 millones de los contribuyentes, y todavía quedaban por finalizar dos edificios.

Si se han pasado por la Biblioteca que finalmente decidieron instalar aquí, para que pareciera que todo el despilfarro tenía algún sentido, más allá de engrosar los egos de algunos y los bolsillos de otros (si no los mismos) se habrá dado cuenta de que no nos engañaban al decir que tendría capacidad para cientos de miles de ejemplares. El sonoro eco de la realidad, que nos habla de una biblioteca con escasos miles de ejemplares, no debería estropearnos un buen eslogan político. “Capacidad para cientos de miles de ejemplares”. Qué bonito. ¡Se deben creer que somos tontos!

(Aplausos indignados del público)

Por cierto que los pocos ejemplares que hay tampoco es que se compraran, sino que se esquilmaron de otras bibliotecas, municipales o provinciales, menguando aún más sus fondos.

Hoy estamos aquí iniciando una lucha. Creemos que es hora de dar un golpe encima de la mesa. Creemos que el tiempo del cambio y de la libertad ha llegado también a Galicia. Al que se pregunte por qué en Alianza Liberal parecemos a veces tan enfadados e intransigentes, le invito a venir aquí. A que comprueben si estas curvilíneas formas que, según los promotores, pretenden imitar a las colinas gallegas justifican 300 millones de gasto. Porque yo creo que tenemos una naturaleza hermosa y libre ahí fuera, sin necesidad de importar granito de Brasil para semejantes memeces.

(Aplausos y vítores de los asistentes)

En Alianza Liberal nos indignan estas cosas, nos indignan los privilegios, nos indigna que se ningunee a los autónomos que intentan crear riqueza y nos indigna que, mediante medidas populistas para supuestamente proteger a los trabajadores, se les condene a un mundo de paro y estancamiento económico. En AL a veces parecemos radicales e intransigentes. Pero estamos abiertos, como hemos demostrado siempre y como seguimos demostrando a día de hoy, al entendimiento con las demás fuerzas políticas. Pero no pensamos negociar con la libertad. ¡Jamás!

(El público aplaude a Aníbal)

Y ahora recibamos con un fuerte aplauso a nuestra compañera Ainhoa Aranberri, de Euskadi. Os aseguro que su experiencia en la consolidación de una alternativa liberal para Euskadi nos servirá como ejemplo e inspiración. Muchas gracias a todos.”

(Aplausos)

Muchas gracias a todos. Querría haceros hincapié en una cuestión: estáis viviendo algo épico. Se trata del nacimiento y organización de un partido liberal, de una verdadera alternativa, de una alternativa que no ha surgido ni de élites económicas, ni de élites políticas o institucionales, ni de élites académicas. Se trata de una alternativa surgida de un principio fundamental: el principio de libertad. El principio de libertad que anida en los corazones de todos los seres humanos ha emergido, tras décadas de dictadura y las décadas de desconcierto posteriores.

Sé que los gallegos no sois ajenos a esto. Sé que, desde siempre, habéis estado acostumbrados a salir adelante por vuestros propios medios. A luchar contra la adversidad. Siempre que he visitado Galicia me he encontrado una puerta abierta, un pedazo de pan con ese queso cremoso tan rico, una buena taza de café y una botella de aguardiente. Al otro lado de la mesa, siempre me he encontrado con gente reflexiva, profundas miradas sinceras y, sobre todo, trabajadores insaciables.

Y en todas partes, desde Ribadeo a Tui, desde Finisterre a los montes de Ourense, he visto un trabajo incesante, sacrificado, continuo y libre. Ejecutivos, hombres de campo, marineros, camareros, oficinistas, operarios de fábricas... todos esforzándose en construir, en crear, en avanzar, sin reclamar ayudas externas, sin pedir ayudas a un papá estado que siempre ha parecido estar demasiado lejos; un Estado que sólo aparecía para prohibir, para recaudar, para limitar, para constreñir el espíritu libre galaico.

Límites a los ganaderos, límites a los marineros, límites a la creación de empresas, límites a la elección del idioma de escolarización, límites a todo. Un pueblo acostumbrado a la lucha continua contra las adversidades ha visto su capacidad de reacción enjaulada por un Estado intervencionista y centralista. Es hora de dar un paso al frente, es hora de acompañar a nuestros compañeros liberales de Madrid, de Euskadi, de Valencia, donde hemos demostrado de manera impresionante de lo que somos capaces los liberales cuando nos lo proponemos.

Al frente de este proyecto está mi compañero y amigo el periodista Enrique Vázquez, Presidente de AL-Galicia, hombre que durante toda su vida ha mostrado un firme compromiso con las libertades en todo el mundo. Se trata de un hombre que para muchos necesita presentación, ya que su talento, ingenio e integridad son de sobra conocidas. A su lado, gente de toda condición y procedentes de todos los sectores de la sociedad gallega, como el profesor Aníbal Carballo, nuestro Secretario General.

Pero lo que da su fuerza a nuestro partido no son sus líderes, ya que estos son simplemente expresión de una voluntad, de un anhelo común, de una idea compartida por todos los ciudadanos libres y demócratas que se quieren sumar al verdadero cambio, a la verdadera alternativa. Y no podemos sentirnos más orgulloso de lo que nos sentimos, al ser elegidos como representantes, no de cualquier idea pasajera, de cualquier utopía peregrina, no: nos habéis dado la responsabilidad y la alegría de poder liderar la lucha en pos de la libertad.

(Ainhoa sonríe al público emocionada...)

Muchas gracias.

(… y este le devuelve la sonrisa en forma de sentido aplauso)

Gracias a todos.

(El público aplaude puesto en pie)

Buenas noches a todos y todas.
Muchos de los que estáis aquí trabajáis ilusionados dentro de AL para difundir nuestros ideales, para conocer mejor la sociedad gallega y elaborar alternativas viables, eficientes y realistas. Vosotros conocéis mejor que nadie nuestro espíritu.

A aquellos que no nos conocen todavía sólo puedo decirles una cosa: acercaos, escuchad y observad. A vuestro alrededor, veréis personas como vosotros, profesionales que dedican horas y horas a labrar una alternativa. La alternativa tienen que construirla las personas que ven la realidad a ras de suelo. Entre todos, ejerciendo nuestra libertad y responsabilidad podremos construir una Galicia mejor y una España mejor.

Como habréis podido comprobar en informativos, periódicos y tertulias televisivas, AL no es sólo un sueño de unos cuantos idealistas, sino que es una realidad imparable. Hemos dado una sorpresa mayúscula en Valencia, y no me refiero sólo a los 25 diputados en los que los valencianos han depositado su confianza. Hablo también del sorpresón que se han llevado los que no nos conocían, los que decían que somos la extrema derecha, que somos la muleta del PP.

También hemos dado grandes alegrías a los aprtidarios de la libertad, con una recogida de firmas que fue un rotundo éxito, desenmascarando al actual partido del gobierno vasco y logrando la adhesión de vascos de todas las esferas e ideologías.

Por eso os repito y os pido: acercaos, escuchad y observad. No os dejéis engañar por rumores y politiqueos. Acercaos a nosotros y veréis que el cambio está en marcha y que somos los ciudadanos los que tenemos la llave de nuestro futuro. Desde AL sólo queremos que os unáis a nuestra lucha para eliminar las barreras con las que han limitado la libertad de todos.

En las próximas semanas recorreré con mi equipo las siete ciudades gallegas, para mostrarnos AL más de cerca pero sobre todo para escuchar y aprender de toda la experiencia que atesoramos, como pueblo libre al que nadie ha regalado nada. Juntos podremos seguir la senda marcada por nuestros compañeros liberales del resto de España, para lograr ser cada día más libres. No cederemos a ningún chantaje, no permitiremos ni un paso atrás.

Muchísimas gracias por vuestro tiempo. Gracias.

(Aplausos del público)

Muy buenas noches a todos.

Cuando me reúno con ciudadanos que no son miembros de Alianza Liberal, muchos me preguntan sobre si AL es un partido nacionalista o no, sobre si queremos “romper España” y algunos me dicen que somos ambiguos en ese tema. Hoy pretendo que presentemos aquí esta cuestión. Es un tema de máxima actualidad, y además creo que es un tema sobre el que nosotros, los gallegos, tenemos mucho que decir. Mucho más de lo que hasta ahora hemos dicho.

Quiero ser claro y desde luego no quiero que nadie piense nunca más que nos mostramos ambiguos en este aspecto, ni en ningún otro. En Alianza Liberal -sirva la obviedad para zanjar el asunto- defendemos la libertad. Esto significa que son las personas las que deben decidir. La población de determinado territorio puede sentirse nación, o puede sentirse un pueblo específico dentro de otra nación más extensa. Es una decisión de esa población el elegir su forma de gobierno y por supuesto su relación con el resto de territorios. Si quieren integrarse en un Estado que abarca otros territorios y poblaciones, tienen el derecho de hacerlo. Y tienen la libertad de negociar con el resto su encaje y su grado de autogobierno. Y por supuesto tienen la libertad de decidir un cese de ese tratado. Porque un tratado que no contempla su disolución y pretende estar escrito en piedra es ilícito y va en contra de las libertades por definición.

Nosotros defenderemos las libertades tanto de los individuos como de las poblaciones que sientan una unidad particular. Defenderemos su derecho a decidir por encima de todo. Además, les explicaré otro aspecto del debate. Nuestra defensa de las libertades económicas y nuestra lucha contra el poder excesivo del Estado nos lleva la mayor parte de las veces a reclamar un mayor autogobierno y la descentralización. Creemos firmemente que los estados que abarcan territorios más pequeños y homogéneos gozan de una mayor estabilidad, de un mejor control de las instituciones, de una mayor eficiencia económica, de una mayor transparencia y tienen un importante potencial para las libertades económicas y sociales.

Por supuesto, ser liberal y estar a favor del derecho a decidir no significa apoyar el nacionalismo siempre. Muchos nacionalistas parecen contemplar el asunto, no como una lucha por las libertades, sino como una forma de cambiar el reparto del pastel. Pueden estar seguros de que yo no me consideraba nacionalista cuando los que se arrogaban ese título en Galicia eran Beiras y sus amigos comunistas. Yo no quiero que Galicia gane en autogobierno para condenar a los gallegos a colectivizaciones, soviets, economía planificada y depauperación. Yo quiero que Galicia gane en autogobierno para que los ciudadanos sean más libres.

Nosotros no defendemos unos gobiernos autonómicos más independientes para que puedan crearse 17 chiringuitos corruptos, con sus 17 medios de comunicación al servicio del gobierno de turno, pagados por todos. Nos conocen bien. Así que saben que cuando hablamos de la organización territorial, unos ven reductos de poder, trozos con los que hacerse, competencias que controlar desde las instituciones y desde AL vemos un mayor poder de decisión ciudadana, una mayor cercanía de las instituciones públicas y mayores competencias para las poblaciones que libremente desean gestionarlas.

No se confundan. En este, como en el resto de temas, AL es diferente. En este asunto, como en el resto, en AL defendemos que el ciudadano es su mejor gestor y que potenciar la libertad es potenciar el crecimiento, a todos los niveles.

Muchas gracias a todos.

(Aplausos del público)

Buenas noches a todos. Aunque ojalá fueran mejores.

En Galicia estamos asistiendo a una deserción inaudita de nuestros gobernantes que nos acabará llevando a la ruina. No sé si han oído eso de que en Galicia gobierna el PP con mayoría absoluta. Puede parecer una leyenda urbana, ya que la iniciativa legislativa es socialista y al gobierno conservador ni se le ve asomar la patita...

No se está mostrando interés alguno en aplicar ninguna de las medidas regeneradoras y liberales que tanta falta hace, y se está abandonando el país a su suerte. Todavía no tenemos datos macroeconómicos, pero todo apunta a un desastre de dimensiones catastróficas. Ningún partido gallego con representación parlamentaria parece preocupado por la reforma territorial, nadie parece dispuesto a dar voz a los gallegos sobre su futuro y el panorama es desolador.

No me gustaría que nos tomen por un partido catastrofista. No los somos. Nuestra confianza en las personas es tan grande que creemos que aún en la limitada libertad actual son capaces de sacar un país adelante. Pero es lastimoso ver el estado actual de la Res publica. Es lastimoso ver tantas oportunidades perdidas y tanta riqueza potencial siendo desperdiciada.

¡Vamos a cambiar las cosas! ¡Vamos a dar a los ciudadanos las riendas de su país!

(Aplausos del público)

Hablaba la semana pasada en Lugo sobre la importancia de diferenciar el independentismo sectario y rancio de la lucha por la libertad de las personas y las poblaciones a las que estos pertenecen. Los distintos pueblos, sensibilidades, naciones o como cada grupo humano quiera denominarlo deben aprender a convivir en libertad, acordando libremente su convivencia y qué parte de su soberanía desean ceder en aras de un bien común.

Así que lo que queremos para España es que los pueblos que la integran decidan su encaje. Queremos una España más libre, más transparente. Una España en la que todos sepan el grado de autogobierno y los acuerdos económicos que tienen cada uno de los territorios. Para evitar tejemanejes partidistas y electoralistas, para evitar una desigualdad privativa de libertad. Las desigualdades que surjan, surgirán de la voluntad de los ciudadanos, que querrán o no asumir ciertas competencias, y querrán determinada relación con el Estado central y sus comunidades circundantes.

(Aplausos del público)

¿Y queremos que Galicia se independice? Les diré una cosa. Creo que a Galicia le beneficia estar integrada en España y a España le beneficia contar con Galicia. Pero también creo que el pueblo gallego, su peculiar estructura demográfica y urbana, sus condiciones geográficas, económicas y sociales, y su cultura propia demandan mayores competencias, mayor libertad de acción y una renegociación de las condiciones económicas, así como libertad de acción para negociar con sus convecinos. Y si logramos que se consulte a la ciudadanía, eso es lo que defenderemos. En todo caso, el pueblo gallego en su conjunto será el que decida.

Espero que este asunto quede claro, aunque lógicamente yo y todos los compañeros que formamos AL-Galicia estamos abiertos a responder cualquier duda que surja. Nuestra postura, permítanme reiterarlo, es precisamente la de dar voz a la ciudadanía, para la cual este es un tema fundamental que siempre se ha intentado silenciar desde los partidos tradicionales.

La ciudadanía gallega fue de las primeras en contar con un Estatuto de Autonomía propio, expresión de su soberanía popular. Pero la defensa de los pueblos a decidir no sólo es expresión de un principio político abstracto. Además de expresión de libertad, la cercanía de la Administración con respecto a los ciudadanos que representa es un factor fndamental de eficiencia económica y política. La necesidad de descentralizar en Galicia no viene dada por caprichos de unas élites u oscuros repartos de poder. La dispersión geográfica y la peculiar estructura del sector productivo demandaban y demandan cada día más que los ciudadanos puedan tomar un control directo de muchos más asuntos.

Cuando en ocasiones hablamos del abandono de Galicia, debe entenderse esto en su justa medida. No somos EK, no queremos que nos vengan con grandes obras, con trenecitos y con privilegios constitucionales. Lo que queremos es poder mandar nuestros propios asuntos sin injerencias que sobrepasen lo razonable. Administrar nuestro dinero en un régimen libre y con un reparto de responsabilidades y activos económicos claro y justo. Y eso no lo queremos sólo para Galicia, sino para toda población y territorio que tengan necesidades compartidas, sentidas y justas en este sentido. Es por eso que estamos trabajando activamente en la reforma constitucional del Título VII, de la que nuestro compañero Pedro Núñez, de Valencia, es ponente. De ella nos hablará brevemente ahora.

Pedro, no los canses mucho, que ya me han aguantado a mí. Jajaja.

(Los asistentes y Enrique ríen, mientras Pedro Núñez se acerca al atril.)

Buenos tardes a todos. En primer lugar quiero agradecer a Enrique y a toda la cúpula del partido en Galicia su invitación a este acto.

Como sabéis, el presidente de España, Héctor Fernández, ha puesto en marcha una cumbre para reformar el modelo territorial en la Constitución Española y Galicia, nacionalidad histórica de larga trayectoria en el Estado de las Autonomías, tiene mucho que decir al respecto. Nuestro modelo, el modelo liberal que hemos propuesto al resto de partidos parte de dos premisas fundamentales que son lógicamente las que defendemos también para Galicia: descentralización, igualdad de oportunidades y libertad.

En primer lugar, nuestra propuesta es la de un Estado más descentralizado, en el que la cercanía entre las instituciones que administran los recursos y los ciudadanos a los que estas representan faciliten el control y eviten el despilfarro, tanto por ineptitud como por corrupción de los cargos. Un modelo en el que las competencias de las distintas regiones sean mayores, facilitando el que las regulaciones legislativas y las actuaciones de la administración pública se ajusten en mayor medida a las necesidades particulares de cada población.

Y, por supuesto, las competencias potencialmente asumibles serán las misma para cada pueblo de España. No toleraremos privilegios. No habrá regiones de primera y regiones de segunda. Ningún agente externo le dirá a ninguna población si es nación o no, si tiene derecho a determinada competencia o no. En España conviven Comunidades Autónomas que desean mayor autogobierno con otras que están contentas como están e incluso algunas que desean devolver competencias al Estado central, aunque en muchas ocasiones sea porque el absurdo, oscuro e injusto sistema actual les ha otorgado competencias pero no capacidad presupuestaria o impositiva para hacerse cargo.

En cualquier caso, el punto central de nuestra propuesta es la defensa de la libertad. Los catalanes deben poder decidir su relación con el mundo. Deben poder decidir entre independencia e integración en el Estado español. Los valencianos debemos poder decidir exactamente en las mismas condiciones y, por supuesto, los gallegos deben poder decidir libremente sobre su autodeterminación.

Si a mí me preguntan si Galicia debe ser independiente sólo cabe una respuesta: “No soy gallego”. No tengo por tanto derecho a decidirlo. La negociación de condiciones entre el Estado central y una región que desee, por ejemplo, asumir las máximas competencias dentro de ese Estado debe realizarse de igual a igual, de forma transparente y en forma de acuerdo estable, en un marco delimitado por una Constitución que permita la expresión de la libre voluntad de los habitantes de las distintas regiones de España. Debe permitirse además cualquier acuerdo entre comunidades, si sus componentes se muestran de acuerdo, fomentando así la colaboración libre entre todos los españoles.

Se trata de una reforma ambiciosa, pero muy necesaria y, desde luego, se trata de una reforma en la que Galicia debe jugar un papel fundamental, un papel que no está jugando dada la pasividad de los distintos partidos políticos. Desde aquí os animo a todos a uniros a AL y a su lucha por la libertad, a su lucha por Galicia. Juntos lo conseguiremos.

(Aplausos del público asistente)

Muy buenas tardes a todos. Hoy contamos con una agradable visita sorpresa. Me enorgullece enormemente presentaros al Secretario de Organización de AL, Elías Menéndez.

Elías va a hablaros de algo muy importante, de cómo realizamos los procesos de primarias en Alianza Liberal. Nuestra democracia interna no es fruto de un interés publicitario en guardar las formas, ni se parece en nada a esas primarias amañadas en las que el establishment tiene claro a quién va a dar su apoyo y por tanto quién va a ganar desde el principio. Elías os explicará cómo el debate libre nos hace grandes.

No os entretengo más, ¡un fuerte aplauso para nuestro compañero!

(El público aplaude la llegada de Elías)

Buenas tardes, muchas gracias a todos.
Muchas gracias Enrique, presidente liberal en Galicia. Muchas gracias Aníbal, secretario general.

Yo soy Elías Menéndez y soy el Secretario de Organización de Alianza Liberal. Me encargo en el partido de mantener unidos a los grupos de todas las comunidades y todas las provincias. También de actuar como observador en las primarias que se han ido celebrando en la Comunitat Valenciana y ahora en la Comunidad de Madrid. Lo cierto es que hay candidaturas de lo más dispares, unas arrancan desde el socialiberalismo y otras se cuestionan duramente el papel del Estado.

Todas tienen algo muy en común, y es el documento que han firmado todos. Es un documento que expresa unos fines y unos objetivos que están muy claros. Nadie los ha discutido, nadie los ha rebatido. Las únicas palabras de los candidatos son: este texto expresa muy bien lo que defendemos, y por ello, vamos a proteger las ideas y las vamos a desarrollar.
Los valores y las ideas de este partido son tan claros que no luchamos por cambiarlos, sino por ser los que mejor argumenten a favor de ellos.
En la Comunidad de Madrid hay 7 proyectos, ¿adivinan cuál de ellos es socialista? Siendo 7, y en un país como España, es muy probable que sean socialdemócratas. Ninguno lo es, todos están comprometidos con la libertad individual, el libre mercado y la propiedad privada. Todos y cada uno argumentan a su estilo, proponen vías.

Es esa divergencia de proyectos, de propuestas, lo de que verdad enriquece a un partido. A mí me hace mucha gracia como algunos partidos políticos se cierran ante un líder, celebran unas primarias y no ponen el debate sobre la mesa. Son partidos zombie.
Esas primarias para aparentar al final sirven para lo que terminan sirviendo, que es para tener más de media docena de secretarios generales en pocos años.

Muchos han criticado nuestros modelos de primarias. Pero miren, el modelo en la Comunitat Valenciana nos ha llevado a ser el segundo partido, con 23 escaños de 99. En Madrid, como en Valencia, está existiendo participación de las bases ya no solo a la hora de votar, sino a la hora de acompañar a los candidatos, promover nuestras ideas y trabajar.

Buenas tardes, estoy encantado de estar hoy aquí, en una ciudad que conozco bien y en una ciudad en la que me enorgullece haber pasado muy buenos años de mi vida. Para mí, sois los libertarios gallegos, la mejor muestra práctica de que el Estado no resolverá nunca nuestras vidas, sino que es la gente, con su esfuerzo y su libertad, con su responsabilidad y compromiso, la que resuelve las cosas. Como le gusta decir a Elías: “Vosotros sois vuestros mejores gestores”. Y en el caso de Vigo lo habéis demostrado con creces.

Como sabéis, Vigo está dominada por la iniciativa privada. A muchos eso les suena a empresarios malignos, al mito constante que nos han inculcado los socialistas, los comunistas, los corporativistas de estado y todos los enemigos de la libertad. Pero aquí sabéis bien de lo que os hablo. Estamos en un teatro proyectado y financiado por un empresario, que ha sido durante años el principal auditorio de Vigo. Y por eso hemos escogido esta ubicación.

Durante el siglo XX Vigo ha sido una de las ciudades de mayor crecimiento demográfico de Europa y se ha convertido en uno de los 3 principales puertos pesqueros del mundo. En una ciudad sin relevancia política, sin organismos institucionales con sede en la misma ni un cuerpo funcionarial que lo sustentara, el motor de ese crecimiento ha sido siempre privado. Y durante todo ese siglo XX, no ha habido ni un sólo auditorio público. Los teatros con los que habéis contado han sido íntegramente financiados o bien por empresarios o bien por la Caja de Ahorros, sí, esa que el intervencionismo estatal nacionalizó y os obligó a hundir.

(Aplausos del público)

Ese tipo de intervenciones son las que podéis esperar del Estado. No sólo no debemos esperar que el Estado dinamice nuestra economía y nuestra sociedad, sino que pone trabas al libre desarrollo del dinamismo humano. La Caja de Ahorros de Vigo es otro ejemplo más. Recordemos que se trata de una Caja de Ahorros que en los años 80, por poner un ejemplo, mientras la ciudad crecía en población un 5%, la Caja de Ahorros lo hacía un 100%, duplicando sus activos. Eso habla de las posibilidades inmensas que la libertad social y económica dan al ser humano.

Representáis a una ciudad hecha a sí misma. Una ciudad que ha seguido creciendo a un ritmo endiablado a pesar de estar 25 años ¡25 años! sin un Plan de Urbanismo aprobado. Mientras los políticos discutían, se lanzaban los trastos unos a otros y presentaban, aprobaban y derogaban, anulaban, denunciaban y seguían sin dar respuesta, la ciudadanía, los vigueses, habéis seguido creciendo, construyendo, invirtiendo, generando riqueza. Sois un ejemplo de lo que representa el ideal liberal. Un ejemplo de que no necesitamos a papá-estado para caminar. ¡Lo que necesitamos es soltar lastre para correr!

(El público aplaude entusiasmado)

Y eso es lo que os proponemos, a vosotros y al resto de gallegos. Soltar lastre, eliminar barreras, que podáis vivir y gestionar vuestras vidas y vuestra ciudad en libertad.

!Muchas gracias a todos!

Muy buenas tardes a todos.

Quisiera daros las gracias a todos por asistir. A los que estáis hoy aquí y a todos los que han acudido a nuestros actos en Santiago, en Lugo, en Ourense, en Vigo... Cada día estoy más entusiasmado con lo que estamos haciendo. Ha sido una estupenda idea, recorrer Galicia, acercarnos a los ciudadanos inquietos, a ciudadanos que nos dan ánimos, sí, pero que también nos aportan otros puntos de vista, sus inquietudes, sus ideas, y que también nos realizan críticas, siempre constructivas, siempre en el ánimo de abrir el debate, de alcanzar un entendimiento, de lograr construir.

Cuando hablamos de la libertad de opinión, del derecho a reunión, de la libertad de asociación, parece a veces que lo hacemos como algo dado, inmutable. Pero no es así, es algo que ha habido que conquistar. Del mismo modo, llegará un día en el que ejercer libremente una profesión, sin injerencias corporativistas, no sea una idea radical o novedosa, si no algo lógico y natural. Queda mucho por hacer en todos los ámbitos. Que los padres puedan decidir libremente qué tipo de educación dar a sus hijos, por ejemplo, es algo que deberíamos haber superado ya. Pero bajo la premisa de que el Estado nos defiende, aunque no sabemos de quién, lo que hacen es mantenernos encorsetados, castrados.

Incluso la libertad de opinión es algo que tenemos que trabajarnos día a día. La política es muchas veces cómplice de situaciones de auto-censura. Parece que hay cuestiones que no se pueden debatir, la mal llamada corrección política y cierto sesgo socialdemócrata en muchos medios de comunicación y universitarios se unen para estigmatizar la lucha por las libertades como algo negativo, intentando dar a la palabra liberalizar un sentido peyorativo, como si lo que buscamos no fuera precisamente más eficiencia, más libertad de elección, más justicia, una mayor igualdad de oportunidades para todos.

Pero el discurso imperante no podrá acallarnos. Seguiremos, día tras día, proponiendo mejoras y cambios que repercutan en una sociedad más libre y más competitiva, una sociedad que nos haga mejorar y que de a todos la posibilidad de gestionar su vida y sus responsabilidades con la menor injerencia posible del Estado.

Muchas gracias

(Aplausos de los asistentes)

Muy buenas noches a todos. Veo bastantes caras jóvenes por aquí y a buen seguro que habrá algunos estudiantes universitarios y seguramente también algunos profesores.

Ellos podrían explicaros mejor aún que yo el complejo entramado de contrataciones que rige el sistema laboral universitario. No lo tendrían nada fácil, por supuesto, ya que es un sistema farragoso, extremadamente conservador y que va encaminado a fomentar una peligrosa y oscurantista endogamia.

No es un modelo que busque la excelencia, que intente atraer a las mentes más brillantes, a los mejores docentes, que busque captar a aquellos más capacitados para formar a las generaciones futuras y para realizar investigaciones de calado. “¿Para qué?” deben pensar nuestros intervencionistas gobernantes.

Se trata de un sistema de nula competitividad, totalmente burocratizado y, valga la redundancia, ineficaz. De lo que se trata es de acumular puntos, de cubrir el expediente. Se trata de acudir a congresos, da igual si se han aprovechado o se ha dormitado en una butaca. Se trata de que tu firma aparezca en ese artículo de investigación, da igual si has aportado algo o si apareces gracias a corruptelas por todos conocidas. Se trata de acumular horas de docencia, siendo indiferente que hayas estado siempre preocupado de mejorar y renovar tus habilidades como docente o si te has limitado a recitar los mismos apuntes año tras año sin variar una coma. Se permite que más de la mitad del personal de las universidades no tenga prácticamente ninguna actividad investigadora.

En definitiva es un sistema hiper-regulado, corporativista y nefasto. Ahora pregúntense cuales son las universidades que lideran todos los rankings, todos los informes, todos los estudios. Donde les gustaría estudiar, donde creen que les garantizarían una mejor formación. No voy a responder por ustedes. Solo piénsenlo y piensen también en qué criterio siguen para la contratación de su profesorado. ¿Que mecanismo y complejos cálculos seguirán para seleccionar a los más aptos? ¡Un criterio libre!

(Aplausos de los asistentes)

La competitividad entre universidades para atraer a los alumnos es clave para generar un sistema más eficaz y que aumente la calidad de la enseñanza y la investigación en las universidades. No puede ser que se subvencionen carreras en universidades públicas que no tienen demanda suficiente, no puede ocurrir que limitaciones salariales eliminen cualquier incentivo al personal docente e investigador. La desfuncionarización progresiva del profesorado universitario es clave también. Las Universidades deben poder competir entre sí por captar a los mejores profesionales y por atraer debido a ello a mayor cantidad de alumnos. De este modo, serán las mismas universidades las que evaluarán a qué profesionales quieren contratar. Se debe vincular la financiación pública a la productividad y a los resultados, fomentando así una continua mejora y competencia por los profesionales más cualificados y los alumnos más brillantes. El intercambio que de ello resultaría, abandonando la típica endogamia de la universidad española, donde las plazas indefinidas van a parar, en el 96% de los casos a un profesor que ya trabajaba en la universidad que la ofertaba.

Se debe eliminar la ANECA, con sus tablas, puntos y absurdos baremos en el que incluso se premia el hecho de haber trabajado en la universidad convocante, cuando en el resto del mundo es obligatorio que la gente haya trabajado antes en otras universidades para poder acceder a una plaza en la universidad en la que obtuvo el título. Se debe permitir la libre oferta por parte de las universidades de sus plazas, que estas puedan atraer profesorado extranjero, que supone el 30% en las universidades anglosajonas. Se debe permitir el libre acuerdo de salarios, para que las mentes más brillantes tengan incentivos académicos y económicos para ir a esa universidad. No podremos competir en el mundo si un premio Nobel con años de experiencia y reconocido prestigio va a cobrar poco más que un recién doctorado.

(Aplausos del público)

Es hora de reformar la Ley de Universidades, de comenzar a hablar de I+D en su lugar de origen, de acabar con un sistema corporativista y mediocre. Es hora de situar a las universidades españolas en el lugar que les corresponde por historia y capacidades. Será un camino difícil pero hay que comenzar a recorrerlo cuanto antes.

Muchas gracias a todos.

(El público aplaude)