[MANIFESTACIÓN] Medios de comunicación libres.

'Por la libertad de expresión'

Lugar: Estudios de Prado del Rey (Pozuelo de Alarcón, Madrid),  Sede de TV3 (Sant Joan Despí, Barcelona), sede de RTVV (Burjassot, Valencia).

Fechas: dias anteriores al debate del
Proyecto de Ley Orgánica de Armonización mediante la cual se liberaliza el Mercado de Comunicación Audiovisual.
(1º en Valencia, 2º en Barcelona y 3º en Madrid)

Lema: 'RTVE (TV autonómica en otros casos), privatización', 'Medios de comunicación libre'.

Convocante: Alianza Liberal.

En la Comunidad Valenciana cometimos un grave error: hicimos resurgir la televisión y radio autonómica pública. Ningún medio de comunicación debe estar en manos de los políticos ni financiados por éstos, ellos no son quiénes para decidir por la gente qué es lo que quiere ver y lo que no.
Creo que es fácil entender que entrado ya el siglo XXI cualquiera puede acceder fácilmente a fundar un medio de comunicación independiente, los políticos que están anclados en el pasado aún no lo comprenden.
No necesitamos tutelas, debemos dejar los medios de comunicación en manos de la gente, en el sector privado.
Para eso estamos hoy aquí, por la libertad de expresión, por una comunicación libre y por la privatización de las TVs y radios autonómicas públicas, que ni son gratituitas ni de calidad.

Nuestro partido se posiciona a favor del proyecto que nos remite el Gobierno. No solo estamos aquí para privatizar o liberalizar unos medios de comunicación públicos, estamos para defender esas libertades e iniciativas privadas y voluntarias y toda esa cantidad de periódicos, revistas, radios y televisiones que no caen en la mano privilegiadora del Estado. Pese a ello, pese a los obstáculos, siguen existiendo.
Se suele asociar la privatización de un medio como Canal Nou, TV3 o la televisión pública vasca como un ataque a sus respectivos idiomas. Nada de eso, nosotros apostamos que sea la gente, que es la que más sabe, la que lleve estos medios y sean quien los valore: con la cuota de share o con sus donaciones.
La televisión pública de calidad es algo muy relativo, los que suelen decir esto son los que quieren imponernos su programación y sus gustos. En esta manifestación se viene a defender lo contrario: la libre decisión y la no coacción.

Se suele asociar privatización y liberalización a la pérdida de un servicio, pero esto es totalmente falso y queremos alzar la voz y que nos escuche el máximo de gente posible. Podemos hablar de que los políticos nos manipulan con las televisiones autonómicas o que colocan a sus amiguetes en los puestos, pero eso es solo lo que se ve si miras poco, el problema es aún mucho peor: quieren imponer a la gente una programación, un tipo de propaganda. En muchos de esos idealistas hay una raiz común y es el odio a lo que existe en las televisiones privadas, un duro sentimiento y una concepción subjetiva de lo que es televisión de calidad, su propio concepto.
Y ese es el gran problema: unos quieren anteponer sus intereses de forma coactiva. Prácticamente insultan a la mayoría de la población, les dicen: "lo que usted mira no es bueno, y como va a seguir mirándolo ya le imponemos nosotros lo que pensamos que va a ser mejor". Son unos creídos.
Muchos apoyan que siga habiendo medios controlados por el Estado y por los políticos, muchos piensan que hay que imponer las cosas desde arriba y que los cambios nunca vienen de la gente. Así nunca habrá cambios reales, habrá cambios de caras e ideas predominantes, pero nunca cambios reales y beneficiosos para la gente.
La liberalización de los medios de comunicación supone mayor control de los ciudadanos, ellos son los que finalmente deciden qué programas funcionan y cuáles no.

Algunos acuden a la necesidad de que tengamos una televisión pública al servicio de todos y pagado por todos. Menos mal que avanzamos ya del despotismo ilustrado a lo que tenemos hoy, pero aún sigue habiendo gente que se cree que debe ser la que lleve las riendas para hacer progresar al pueblo sin que esta tenga nada que decir. Ninguna televisión ni ningún medio de comunicación público está al servicio de todos, en todo caso de la mayoría.

Presenciamos que gracias al poder político son los grupos organizados los que se imponen a los grupos desorganizados, los primeros consiguen expoliar dinero de los segundos y dicen que es por su bien, para tener un medio de comunicación de calidad. Falso. Quieren imponer su modelo, odian la diversidad.
En Catalunya tenemos un buen ejemplo de que esto no es así, los partidos que han gobernado han modificado como han querido cómo funciona TV3 y la radios pública catalanas. ¿Con su dinero? ¡No! Con el tuyo.

No creo que seamos ya niños, tenemos ya un buen uso de razón y por lo tanto tenemos el derecho a decidir qué medio de comunicación consumir y financiar, no que nos lo impongan desde arriba, ya sea desde la Generalitat o desde el Estado central.

La estructura estatal siempre juega en favor de unas personas en detrimiento de otras. La televisión pública es un organismo que puede caer en buenas manos, pero esas manos cambian mucho y siempre está ahí la oportunidad y saber que puedes tener un instrumento de tal calibre para colar propaganda. Lo pagan otros, el político no arriesga más que dejar el cargo que tenga, y nisiquiera eso. Es la pescadilla que se muerde la cola: pagas la televisión pública para que el que la controla siga diciéndote que la pagues para poder seguir controlado para poder seguir diciendo que la pagues. Y te cuelan la trampa.
[...]
¿Acabar con al televisión en euskera? ¿Acabar con la televisión en catalán? No tiene nada que ver, es una tergiversación y un falta de visión. No porque el Estado deje de dar un servicio éste va a dejar de existir. No podemos seguir acostumbrados a creer que lo que lleva tiempo tiene que seguir así, jamás.

Elías Menéndez escribió:No. Hasta que no termine la votación en el Congreso (que aún no ha empezado) des por terminada la publicación de intervenciones.

Nuestro grupo va a proponer un nuevo sistema licencias para las señales tanto de televisión como de radio. Queremos buscar un modelo basado en la propiedad privada y no en el alquiler del monopolio público de las señales. Así es como se liberalizará el mercado televisivo y de radio: aplicando la propiedad privada, quien lo trabaja lo gana.
Lo que no está ganado ni justamente ni con esfuerzos es la televisión pública que nace de la imposición y de la financiación a través de impuestos. Todos estamos obligados a pagarlo, lo veamos o no.
Nos escandalizamos cuando se dan subvenciones a sindicatos, grandes corporaciones, Iglesia o cosas que no nos gusten, pero este sentimiento no es tan grande cuando se trata de la televisión pública. Hay que replantearse que la gente sea quien decida voluntariamente qué medios financiar, no tienen por qué estar obligados a fomentar la prensa oficialista, la del Estado.