Héctor Fernández | PP | "La nueva política pasa por eliminar los aforamientos"

Hay que fundar una nueva administración pública, una nueva forma de gestionar los recursos públicos en lo referente a los políticos y los partidos políticos. Cambiar la cara de la política es fundamental para conservar nuestra democracia. Fijaos hasta qué punto hemos llegado: o cambiamos la política o la democracia está en peligro. En ese sentido, a limpieza en las formas políticas y que exista una igualdad sin privilegios innecesarios, es fundamental para hacer posible un cambio que deberá venir este año. No hay tiempo para más miramientos: el cambio debe venir ahora.
¿Qué es lo que hay que hacer? pues para depurar la política es fundamental la transparencia, para ello desde el PP queremos que se habrá un portal en internet de transparencia en el cual esté accesible para todos los ciudadanos información referente a sueldos de los altos cargos de la administración, todos los cargos políticos y, además, sea obligatorio para los municipios de más de un número determinado de habitantes la publicación detallada e integral de los presupuestos municipales. Asimismo, deberá ser obligatorio que las administraciones, todas, publiquen qué subvenciones conceden, con qué importe y a quién se ha otorgado. El objetivo es eliminar la opacidad e incrementar la información al ciudadano, un principio básico de las democracia occidentales.
Creo que no estoy pidiendo la Luna, estoy poniendo encima de la mesa propuestas lógicas y de sentido común que van acorde a las demandas de regeneración de la política. Como siempre insisto: el cambio no sólo viene por el fondo, sino también y de manera muy relevante, por las formas de hacer política. La política no sólo debe ser limpia, sino parecerlo.

Otra reforma, que nos llevará a plantearnos tocar algunos aspectos de la Constitución, sería la encaminada a los aforamientos. No podemos estar en un sistema en el que hay más de 10.000 personas que tienen un distinto tratamiento ante la justicia. La igualdad ante la ley es un principio básico, es por ello que los aforados deben reducirse al mínimo, e incluso eliminarse. Un aforamiento sirve para que la justicia no sea utilizada políticamente como un arma arrojadiza o una amenaza al ejercicio de la libertad de expresión política, por lo que creo que debe conservarse la protección de la libertad de expresión para el ejercicio de la actividad política, y nada más. Pero lo que es inconcebible es que si un aforado que es diputado en el Congreso atropella a alguien, Dios no lo quiera, haya que estar pidiendo un suplicatorio y su causa vaya por otras vías distintas al del común de los ciudadanos. Es por ello que el PP se compromete a eliminar el aforamiento a todos los diputados nacionales, autonómicos, a los senadores, a los miembros de la judicatura e incluso estamos dispuestos a llegar al modelo británico y el alemán, donde no existe la figura procesal del aforado. Así, la nueva política pasa por eliminar los aforamientos, y así lo plantearemos si llegamos al gobierno en los próximos meses.