Es hora de que la Iglesia mueva ficha.

Tras años de bloqueo frente a la crisis económica en la que la Iglesia se limitaba a mantener comedores sociales, hemos decidido aumentar nuestro papel. Nuestro señor Jesús nos encomendó a sus pastores cuidar de nuestro "ganado", por ello, hemos decidido en una reunión del máximo órgano de la Conferencia Episcopal Española los siguientes puntos del día:

#Manifestaciones en toda España en la que esperamos la presencia de partidos, sindicatos y ciudadanos para protestar por los desahucios que tanto daño hacen a nuestras pobres gentes.

#La creación de un Sindicato Católico Independiente a nivel nacional para representar a los trabajadores que a le se adhieran de la mejor de las maneras.

#La apertura de viviendas sociales, que son propiedad de la Iglesia en España.

#Una mayor apertura de nuestras instituciones, es decir, mayor transparencia de nuestras cuentas, balances y proyectos.

#Apertura de nuevos comedores sociales, residencias y orfanatos. 

#A parte de ello, anunciaremos que le propondremos al Santo Padre mayores medidas contra la lucha de la pobreza global, la pederastia y la corrupción en la Iglesia.

#Un mayor auge en la defensa de la familia, la vida y la lucha a capa y espada contra la relajación moral que nos desborda. 

Creo que se plantean pasos importantes en materias de especial trascendencia para la imagen de la Iglesia que, sin duda, será importante abordar.

Lo que tiene que hacer la Iglesia es echar a todos los pederastas y no esconderlos,tambien repartir todos los tesoros que tienen con los mas necesitados,he dicho.

FDP: ''ganado''?¿ no querrás decir ''rebaño''? xDDDDDDD

Cuando cualquier confesión religiosa, en este caso la Iglesia Católica, pretende influir en la vida política de los países y someter a los Estados a sus dictados el desenlace suele conducir o a la confrontación y conflictividad social, o a la imposición de un modelo de sociedad determinado. La historia avala lo que afirmo, la historia y el presente de muchos países, la mayoría del mundo árabe, pero sin obviar la vulneración de la aconfesionalidad que en ocasiones ha ocurrido en el Estado español.