Javier Lambán: "El PSOE es un partido de gobierno y por ello salimos a ganar"

¿Cómo está siendo esta campaña?

Por el momento está marchando francamente bien. Ya hemos celebrado los primeros actos y durante las próximas semanas continuaremos recorriendo Aragón. No es mi primera campaña, pero el afecto de los compañeros y de los ciudadanos estimula mucho y a mí, personalmente, me hace recordar por qué entré en política. Claro que también soy consciente de que no todo el monte es orégano.  

¿Se ve como presidente de Aragón?

En las elecciones de 2015 el PSOE obtuvo unos buenos resultados que, si bien no nos daban la mayoría absoluta, no habrían permitido formar gobierno. No quiero pecar de prepotencia ni hacer de Nostradamus, pero hoy por hoy no veo motivos para que la tendencia del año pasado a este tenga que cambiar.  

Puede que a nivel aragonés no tanto, ¿pero no le preocupa que los ciudadanos puedan responder a las medidas de ajuste del gobierno votando a otras formaciones?

Una cosa es que no tenga por qué cambiar la tendencia y otra muy distinta es que los resultados vayan a ser exactamente los mismos. Es cierto que el gobierno de De la Torre, con el apoyo del PSOE, ha sacado adelante ciertos proyectos que pueden causar el rechazo de los ciudadanos. Sin embargo, hay que tener en cuenta una cosa; el último decreto-ley aprobado, y que tanta polémica ha suscitado, no recorta en sanidad, ni en educación ni en servicios sociales. Confío en que los ciudadanos lo tendrán en cuenta. De todos modos, y esto es una opinión personal, nunca me ha gustado que se vote a los representantes autonómicos o municipales teniendo en cuenta lo que ha hecho el gobierno central y viceversa, me parece injusto

¿Por qué cree que es injusto? ¿Acaso no son del mismo partido?

Claro que son del mismo partido, pero hay que tener en cuenta que en las instituciones no hay partidos, sino personas. Por eso, puede darse el caso de que el presidente del gobierno haya tenido que subir los impuestos y que el líder de su partido en una comunidad haya hecho un gran trabajo, pero luego, a la hora de la verdad, pese más lo que se ha hecho desde Madrid que todo el esfuerzo desempeñado por el representante autonómico. También podría ocurrir lo contrario, que el presidente autonómico sea un incompetente y que por ello el candidato a la presidencia del gobierno obtenga menos apoyo en cierta comunidad, pero ese tipo de casos suelen tener una menor repercusión.  

¿Qué piensa de la situación actual de Cataluña?

Los sucesos que tuvieron lugar el año pasado en Cataluña hicieron más mal que bien, pues no solo no ha obtenido la independencia sino que ha perdido su autonomía. Creo que deben convocarse elecciones para formar un parlamento y un gobierno catalanes lo antes posible.

¿Está usted a favor de una reforma de la Constitución?

Sí y no. Sí, porque creo que nuestra carta magna necesita una revisión, ya sea parcial o total, para mejorar algunos puntos y adaptarla a los nuevos tiempos. Pero no, porque creo que ahora no es el momento y que España tiene otras prioridades.

¿Con qué partidos estaría dispuesto a pactar?

El PSOE es un partido de gobierno y por ello salimos a ganar. Si nosotros mismos no nos creemos que podemos obtener mayoría y formar el nuevo ejecutivo aragonés, no se lo creerá nadie.

Pero supongamos que nadie obtiene la mayoría absoluta o que la mayoría simple la obtiene el PP. En ese caso, ¿qué haría el PSOE?

Le repito que el PSOE no busca un pacto, busca convertirse en la primera fuerza política de Aragón. Pero si insiste, le diré que no es una cuestión dogmática, sino de programa; nosotros queremos hacer X, si determinados partidos coinciden con nosotros bien, y si no pues no. Mejor llevarnos el chasco antes de empezar que no a mitad de la legislatura, aunque intentaremos que Aragón no tenga que aguantar cuatro años más de neoliberalismo.

Si no cumpliera su programa, ¿dimitiría?

Si no tuviera motivos claramente justificados para hacerlo, dimitiría.

¿Quién cree que ha sido el mejor presidente autonómico de Aragón?  

Santiago Marraco. Hizo un gran trabajo durante los primeros años de la autonomía que entonces no fue valorado, ni por lo suyos ni por los otros.

En el último acto del partido, el discurso de Francisco Alcover se centró en criticar el LAPAO mientras que usted ni lo mencionó. ¿Significa eso que su posición es distinta a la de su compañero turolense?

Cada uno de los que intervinimos en el mitin de Alcañiz nos centramos en unos puntos determinados del programa; Alcover en política lingüística y sanidad, García Feliciana en política nacional y yo mismo en materia económica. Yo secundo todo lo que dijeron mis compañeros, al igual que ellos (espero) secunden lo que yo dije. Por supuesto que estoy en contra del LAPAO y del LAPAPYP y nuestra intención es restablecer la ley de 2009.

Ha dicho usted qué el neoliberalismo “es un canto de sirena”. ¿Qué quería expresar con ello?

El neoliberalismo nos vende la idea de que la aspiración primera de toda persona debe ser enriquecerse y que si no lo hace es porque no quiere o no sabe. Además, propugna una idea de igualdad basada en que todos tenemos las mismas posibilidades de enriquecernos cuando esto no es cierto. Hay que erradicar esta mentalidad porque si no acabaremos creyendo que la desigualdad es algo normal y natural.

Ese razonamiento parece más propio de alguien del PCPE, pues da a entender que está en contra de la economía, que a fin de cuentas es el motor de la política.

Tenga en cuenta que yo soy socialista y que la economía no es el motor de la política, sino un mero condicionante más. No estoy en contra de la economía de mercado, sino de la tesis de que la política debe renunciar a intervenir en el circuito económico. El neoliberalismo defiende que no hay otra vía posible y por eso propugna el fin de las ideologías como históricamente se han concebido. Yo abogo por condicionar los procesos productivos y dirigir los distributivos desde la política, un modelo diferente al que ellos propugnan, es decir una ideología alternativa, por lo que esa concepción no es más que una falacia.

Usted estudió magisterio y ha ejercido la docencia durante varios años, ¿qué le parece la política educativa que se ha aplicado en Aragón durante los últimos cinco años?

Considero que la gestión de la educación ha sido mala, pero no solo a nivel autonómico sino a nivel nacional. La supresión de la filosofía para aumentar las horas de religión, la recentralización del sistema, la reducción de las horas de configuración autonómica, por no hablar de la falta de financiación y el fomento público del sector privado. Francamente, creo que la situación solo puede cambiar de una manera, y es votando.

Para terminar, ya que se dice que el nivel cultural de la clase política deja mucho que desear, ¿cuál es el último libro que ha leído?

Ruido de zuecos, una interesantísima obra del aragonés Severino Pallaruelo que recomiendo a todo el mundo.

Muy al contrario de lo que dice el señor Lambán, la tendencia en estas elecciones cambiará porque el voto a la izquierda a demostrado se inútil, pues han sido incapaces de, aún teniendo mayoría, hacer un gobierno decente, fuerte y estable para los aragoneses. Aragón necesita que la ciudadanía se vuelque con un proyecto sólido como es el del Partido Popular y que sirva de contrapeso a las políticas de recorte, de subida de impuestos y de represión fiscal que socialistas y Ciudadanos hacen desde Madrid.