REUNIÓN PP-Comisión Europea | Esperanza Aguirre: Los valores y los principios del PP no están en venta

En esta reunión la Comisión europea creo que ha ido a un ritmo distinto al nuestro. Nosotros fuimos a intentar convencerles para que dejasen de ahogar la economía española a través de su títere, y ellos fueron a informarnos de que los recortes están muy bien. Y yo creo que los españoles se merecen algo más en Europa que una palmada en la espalda. Pero bueno, nosotros estamos contentos, y yo también personalmente, porque aunque al Comisión no haya dado ni un sólo paso atrás, nosotros tampoco y al menos creo que hemos logrado que se comprendan nuestras posiciones ideológicas y políticas. Aunque tampoco me explico que la Comisión Europea no conociese ya nuestra postura de antemano. Lo que pasa es que, claro, ellos están acostumbrados a vérselas con gente que vende sus principios por cuatro sillones, como es el caso del PSOE y de Ciudadanos, incluso cuando ello implique el mayor palo a la clase media que nuestros ojos hayan visto.
Los valores y los principios del PP no están en venta, y afirmo tajantemente que los del Partido Popular Europeo tampoco. Los populares españoles defendemos unos principios que no son distintos a los de nuestros compañeros en el resto de Europa pero, ¿qué está pasando? que para nosotros las circunstancias no cambian nuestra escala de valores. El Partido Popular no puede apoyar medidas que destruyen la economía familiar y empresarial de todo un país. No podemos apoyar subidas de impuestos que rozan la confiscatoriedad y la destrucción de la riqueza nacional. Creo que nadie en su sano juicio puede esperar que nosotros vayamos a apoyar todo eso. Es como si, siendo de día, se intenta convencernos de que apoyemos al Gobierno en la idea de que es de noche.

Nosotros desde el Partido Popular tenemos un modelo económico que consiste en el incremento de la libertad económica, en la rebaja de impuestos sobre el consumo y sobre la renta principalmente, en la desaparición de las trabas al intercambio de bienes y a la tenencia de la propiedad, y creemos además en un modelo en el cual la clase media no se vea constantemente golpeada por gente que no pisa el terreno que destruye. Asimismo defendemos una Europa en la que no se entorpezca la iniciativa privada, que es uno de los retos que tenemos por delante en la política continental y que debemos afrontarlo cuanto antes.
Lo que no se puede pretender es que respaldemos que en España se suba los impuestos a todos los ciudadanos, rompiendo la tendencia que este país llevaba con el último Gobierno del PP. No nos pueden pedir seriamente que apoyemos que se sigan queriendo pagar las mamandurrias con los bolsillos de la clase media y las clases humildes, unos bolsillos que están rotos de tanto rascar. No podemos apoyar una subida de impuestos que golpeará muy duramente a personas que por la subida pueden dejar de poder pagar su casa y pueden irse a la calle. El drama económico y social que vivimos los españoles es un tema menor para el Gobierno, pero para nosotros no.

Nosotros somos españoles y europeos, pero eso no significa que los españoles estemos en venta, así como tampoco está en venta nuestra libertad, nuestra democracia y nuestra soberanía nacional. Por lo tanto, el Partido Popular pondrá encima de la mesa todas las herramientas que estén en nuestra mano para detener la destrucción de la clase media y del tejido de pequeñas empresas de nuestro país.

Yo sinceramente no la sé y creo que sería bueno que nuestro grupo parlamentario se reuniese para adoptar una postura común. Y creo que esa postura común existe, estoy convencida de que mis compañeros comparten los principios que nosotros estamos defendiendo. Creo que no se entendería que un partido como el PPE apoye medidas de intervención económica, pues esas son políticas socialdemócratas que nuestro ideario en Europa no comparte. Mis compañeros del PPE, al menos con los que he tenido ocasión de hablar, comparten mi postura, pues lo contrario sería absurdo dentro de un partido liberal-conservador. Y desde luego nuestros votantes no aceptarían cosa así.

Creo que la postura que estamos defendiendo en Europa es la misma que defendemos en España, y a la vista está. En estos momentos la ciudadanía quiere políticos honestos y que tengan una escala de valores que no se vendan a la primera de cambio. La ciudadanía quiere que no le mientan y quiere políticos con unos principios claros que no se vean traicionados.
La incorruptibilidad no es sólo económica, sino también moral. Esa es una de las razones de peso por las cuales se hizo el último Congreso del PP y se inició un proceso de reafirmación y de renovación.

Moralmente sí, tanto el PSOE como Ciudadanos son moralmente corruptos porque se han vendido y porque han mostrado una irresponsabilidad para con los españoles que va a arruinar a toda la ciudadanía. Y ellos lo saben, y ellos lo saben perfectamente.