[Consejo General del Poder Judicial] Comparece el presidente, Fabián de la Torre, para anunciar su dimisión

El Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder judicial, Fabián de la Torre, ofrece una comparecencia
en la sede del órgano de gobierno de los jueces.

"Después de una larga carrera judicial, he decidido emprender otros caminos"

Buenas tardes a todos, y gracias por acudir a esta convocatoria.

Hace escasos minutos he comunicado a Su Majestad, el Rey; y a los Excelentísimos Señores Presidentes del Gobierno de la Nación, del Congreso de los Diputados, del Senado y del Tribunal Constitucional, mi decisión de dimitir como Presidente del Consejo General del Poder Judicial y, consecuentemente, del Tribunal Supremo. El Congreso de los Diputados, que me designó, deberá proceder conforme a lo previsto constitucionalmente a la renovación de su vocal; y el Consejo elegirá su nuevo Presidente también de acuerdo a lo previsto en la Constitución y la Ley.

Tras más de dos largos años de ejercicio, por elección unánime del Consejo, que se suman a una larga carrera judicial que comenzó hace ya veintisiete años, he decidido poner fin a mis funciones agradeciendo encarecidamente la confianza y la ayuda prestada a cuantos algo han tenido que ver en este ejercicio. Considero la dimisión como un gesto de normalidad institucional, y no como una crisis institucional o un hecho excepcional, pese a lo poco tradicional de un acto como éste -por desgracia- en nuestro país. En nada afecta y para nada influye mi decisión, personal y libre, en el normal funcionamiento del Poder Judicial.

Durante estos dos años se ha conseguido un hecho que puede haber pasado desapercibido pero que en ello cobra su mayor importancia: la Justicia ha dejado de ser noticia. La judicialización de la política en los años pasados y, consecuentemente, la politización de la justicia, fueron signos inequívocos de lasdeficiencias de un régimen consititucional que se dejó arrastrar por los acontecimientos. Hoy, en un momento de no poca inestabilidad política, la Justicia ha sabido recuperar el camino de la independencia y la profesionalidad que durante tantos años la caracterizó.

Abandono esta responsabilidad, pues, con la confianza tranquila y con renovadas energías para emprender nuevos caminos. De nuevo gracias y buenas tardes.