Reunión entre el Presidente del Gobierno y la Líder de la Oposición

El Despacho del Presidente del Gobierno se encuentra abordado de cámaras y micrófonos por parte de todas las cadenas de televisión y rádio del país. Además, periodistas de todos los medios llenan la sala, con todas las herramientas que tienen, para poder retransmitir en directo la reunión entre el Presidente del Gobierno y la jefa de la Oposición.

Esta iniciativa, única en la historia, ha sido idea del mismo Presidente. Con dicho acto, el Presidente Prim pretende acercar más la política al ciudadano, y permitirle ver como sus representates negocian.

El Presidente del Gobierno llega cuando aun no se sintoniza en antena la emisión de la reunión, y se sienta en su silla. Junto a él, llega el Vicepresidente con una carpeta. De su portafolios saca diversos papeles, y el Presidente los relee mientras los periodistas conversan en sus lugares de trabajo o fuman en la puerta del Palacio. Aun falta media hora para el comienzo de la emisión.

La Presidenta del Partido Popular, Marina Iglesias, llega al Palacio de la Moncloa con un maletín y una carpeta con el logotipo del PP. Se sorprende al ver la gran cantidad de periodistas que hay. Iglesias primero saluda al Presidente del Gobierno y luego saluda al Vicepresidente del Gobierno.

Luego, da la enhorabuena al Presidente del Gobierno por la idea de tener la prensa dentro del despacho ya que es una muestra de transparencia absoluta con la ciudadanía.

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

Buenas noches, señora Iglesas.

Antes de todo, me gustaría agradecer que haya accedido a reunirse conmigo en esta sala, y especialmente que haya accedido a hacerlo de forma pública.

Como ha recordado nuestro amigo Vause [pequeña risa], tenemos un tema muy caliente entre las manos. Ni nada más ni nada menos que una reforma de la Constitución, una Carta Magna que data de hace cuarenta años, y que lentamente ha ido quedando inadecuada al tiempo y a la situación de España.

En pleno siglo XXI, un siglo que ha roto con todo lo que dábamos por sentado, es necesario adecuar dicha Carta Magna. Es un deber, y me gustaría subrayar esta palabra, para una persona en mi posición, tomar las riendas del proceso que culminará con la primera gran reforma de esta Constitución, y confiamos que no la última.

Pero no pienso complir con este deber. Porque no creo que sea lo correcto que esta reforma sea la reforma de un Presidente, de un Gobierno o de un Partido. Es por ello que hoy me reuno con usted, y no solo buscaré el concenso con el su partido, que sigue teniendo la mayoría de los diputados en el Congreso. Es mi intención reunirme también con representantes de todas las organizaciones, sindicatos, asociaciones, partidos... que deseen reunirse conmigo para tratar este tema.

Así pues, y sin más demora, le agradezco otra vez que haya accedido a tener tantas cámaras en su presencia.

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

Eso, señora Iglesias, es el borrador que. Un borrador en ningún caso pretendo imponerle. Es más, me sentiré terriblemente ofendido si no podemos hablar de cada punto y cada coma en los que usted tenga dudas.

Parte I:

Parte II:

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

Tómese su tiempo. Si tiene dudas sobre algo, consúlteme, porfavor

[Con un gesto y hablando directamente a los periodistas]

Acérquense porfavor. Tomen, el texto del borrador.

[Rápidamente, todos los periodistas toman una de las copias del segundo portafolios del Presidente y le dan una ojeada

Artículo 2
1. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad e inalienable diversidad de los pueblos de España, integrados por el principio de plurinacionalidad cultural, siendo configurados como patria común de todos los españoles, y reconociendo su derecho a la autonomía como principio inalterable de la Constitución de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
   

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

Señora Iglesias, le agradezco que haga tantas correcciones. Si me lo permite, me gustaría pedirle que me argumentara un poco más sus correcciones en el artículo 2, puesto que la reforma contempla la indivisibilidad en la diversidad de los pueblos de Españ, organizados en un estado federal; en el artículo 16, puesto que precisamente queremos hacer de este país un país sin interjerencia de la Iglesia, pero también sin interjerencia del Estado en la misma.

Sobre el artículo 44, comparto plenamente con usted que el Gobierno debería siempre poner grandes partidas en la investigación, pero consideramos que poniendo un límite tan alto no solo será perjudicial para las otras partidas sino un error de rigidez. Yo estoy convencido que una vez salgaos de esta crisis económica podremos invertir este 4%, e incluso más, cada año, pero resulta imposible en la situación actual. Además, recordemos que hablamos de cifras en valor relativo, y que en algunos casos este 4% podría ser inferior, aunque de modo muy improbable, a un 2%, teniendo en cuenta las cifras absolutas.

Bien, sobre el artículo 56, considero que es interesante aplicar dicha modificación, puesto que de este modo mantenemos al jefe de Estado como figura pública y por lo tanto sometida al escrutinio público. Aun así, estoy dispuesto a escuchar todo lo que tenga que decir sobre este punto.

En el 62, me gustaría decirle que esta situación solo se ha dado una vez, en situaciones muy oscuras, como recordará. La figura del Presidente del Gobierno es y debe ser la que preside el Consejo de Ministros, no la del Jefe de Estado. Aun así, y evidentemente, el Jefe de Estado tendrá derecho y deber de estar informado de las decisiones adoptadas en los Consejos de Ministros.

Sobre el artículo 119, discrepo absolutamente de su posición. No se trata de un lujo, señora Iglesias. Se trata de la justicia, justicia gratuita y universal. Debemos permitir a todos los residentes de España la posibilidad de reclamar a la justicia, sea cual sea su nacionalidad.

Sobre el punto segundo en el artículo 138, se trata de adoptar un federalismo ligeramente asimétrico. Las comunidades que así lo deseen podrán reclamar las competencias que estimen oportunas, siempre y cuando no entre en conflicto con la Constitución. Es por ello que podría darse la situación de que se crearan estos... "privilegios económicos". Aunque consideraría acertado, en este caso, no eliminar todo el segundo punto, sino simplemente el apartado de "privilegios económicos". ¿Le parece correcto?

Respecto el apartado x, considero un grave error tomarlo como una herramientadel independentismo. Las consultas no vinculantes son una herramienta muy eficaz y democrática que deberían considerarse más a menudo, especialmente también en el ámbito estatal. Como más cerca de la gestión estén los ciudadanos de poder elegir directamente las medidas a tomar, más limpio, transparente y democrático será el país. Y además, [tono humorístico] ya habrá visto usted que si se trata del independentismo, ya convocan la consulta y proclaman la independencia sin tener en cuenta la constitución, [tono normal] por lo que de tener esta competencia o no, estos "independentistas" dispondrán de las mismas herramientas. Y aun así, debe recordar que se tratan de referéndums no vinculantes.

Sobre el artículo 149, no comprendo lo que me dice, lo lamento.

Y sobre el 168, le puedo decir que la supresión de este artículo sería básicamente porque quedaría adoptado en el artículo anterior. Siempre que una quinta parte de los dipiutados lo solicite, podrá reclamar este referéndum, y en este caso, deberá celebrarse. Aun así, escucho las propuestas que pueda hacerme.

Le agradezco sinceramente que pueda debatir conmigo estos puntos en los que discrepa. En este debate nace el diálogo y la democracia.

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

No se trata del concepto de división entre regiones, señora Iglesias, sino entre personas. España está formada por sus ciudadanos, y estos, en su diversidad, forman el Estado. La indivisibilidad es en este concepto.

Y sobre la religión, España ha tenido lazos muy estrechos también con el islamismo, por ejemplo. No debe olvidar que hace poco más de 500 años, en media España se practicaba esta religión... No es el Estado quien debe encargarse de decidir la religión por los ciudadanos. Cada ciudadano es libre, y el Estado no debe interferir en su decisión, y mucho menos decidir utilizar dinero que podría ser utilizado, por ejemplo, en investigación, como usted dice. Porque respecto la inversión en investigación, no dude que será una prioridad para el Gobierno, y confío que para todos los gobiernos que sucedan al mío.

Será como toda figura política, como toda figura pública. E insisto, solo se ha utilizado dicho artículo una vez, y no creo que sea necesario que se aplique jamás. Y no solo eso, el Jefe del Estado se reune periódicamente con el Presidente del Gobierno, por lo que no tiene porqué interferir en su labor y en sus obligaciones, entre las cuales está la presidencia del Consejo de Ministros.

Señora Iglesias, me gustaría saber porqué esta muestra de desprecio hacia los residentes en España que no tengan la nacionalidad. ¿Es que acaso no somos todos iguales? ¿Es que no debe poder un ciudadano de a pie, que no tenga la ciudadanía, utilizar la justicia de modo gratuito?

Y, seamos realistas. ¿Considera que esta fracesita aplicada a la constitución tendrá algún valor? Sería el artículo más subjetivo en cualquier ley jamás vista. Imagine que lo aplicamos en cada artículo, por ejemplo, en el 16. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley; siempre que no pongan en peligro la unidad de España. Es una barbaridad. El referéndum sería, sempre, no vinculante, y seguirái sometido a las leyes y constituciones vigentes en el Estado Español.

Y sobre su modificación... considere que, para poner un ejemplo. Dos Comunidades deciden hacer un referéndum para un problema que els afecta únicamente a ellas. ¿Que motivo habría para que todos los españoles tuvieran que dar su opinión sobre este tema? Los referéndums que afecten a todos los españoles, como dice usted, todos podremos votar, y no solo unos pocos. Pero sería banal y absurdo, por ejemplo, que los ciudadanos de Valencia votasen en un referéndum para la regulación de las costas gallegas y asturianas.

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

Señora Iglesias, por favor, me gustaría poder progesar en este punto. ¿Van a boicotear la reforma porque no entienden la diversidad de los pueblos de España? El artículo 2 quedó obsoleto. España no está integrada por tierras, no es un conjunto de piedras y ríos. España es una nación de naciones, compuesta por sus pueblos, y no sus tierras. España no es la tierra que forman Andalucía, Castilla, Catalunya, Valencia y otras comunidades. Es el estado que forman los andaluces, los castellanos, los catalanes, los valancianos... ¿me entiende? La unidad de los pueblos de España no podrá ponerse en entredicho.

Señora, mi padre, mi madre y mi esposa son católicos practicantes. En ningún momento le he negado que el cristianismo, y concretamente el catolicismo, tenga gran influencia en España. Pero no es motivo para entregarles subvenciones públicas y darle a esta religión un trato de favor, ¿no? Y sepa que esta reforma solo creará problemas con aquellos que no entiendan que Estado e Iglesia deben mantenerse separados, que el Estado debe ser independiente de toda religión. Si la "Iglesia Católica", que dice usted, decide que no le gusta, es un motivo más para separar el poder de la religión. No debemos, y no podemos, dejar que la Iglesia interfiera en la política española. Y si la Santa Sede tiene quejas, escucharé encantado sus motivos, pero no será así. Como le he dicho, mis familiares más próximos son practicantes, y en ningún caso han contemplado jamás enemistarse, como dice usted, por un gobierno que ponga al mismo nivel a todos los credos. La libertad religiosa es un punto irrenunciable, y más la separación poder-creencia. Es por ello que, si dice usted que eso es un problema y no una solución, existe un problema de base, puesto que estos puntos no pueden ser considerados, en ningún caso, problemas.

Y la función de la Iglesia no queda en entredicho. De hecho, Cáritas sigue recibiendo unas buenas subvenciones del estado. Pero es el Estado directamente, y no por medio de la Iglesia, quen debe hacer estas funciones, la ayuda a mayores, alimento a quien no tenga recursos... ¿Que le parecería que le operasen en la Iglesia? La Iglesia debe seguir con su labor humanitaria, la cual respecto y admiro, pero no por ello el Estado debe quedarse de brazos cruzados con dar un poco de dinero a un intermediario.

Y precisamente, usted lo ha dicho. La educación debe ser completamente laica, sin interferencia religiosa, si es por parte del estado. Si los centros católicos imparten clase con normalidad, seguirán recibiendo subvenciones. Y ahora que menciona esta cifra, ¿no le parece un poco exagerado? Es decir, imagine que su empresa, privada, tuviera todos los ingresos a partir del estado. ¿No cree que es precisamente por ello que se debe revisar el estatus de la Iglesa en la constitución? La verdad, es sorprendente que en pleno siglo XXI nuestra constitución tenga artículos que claramente beneficien a un credo.

Señora Iglesias, me gustaría que me respondera. ¿Simplemente se plantará, como en este punto, el primero, o la Iglesia? Usted lo ha dicho, la justicia es para todos los españoles. Pero eso no es restrictivo con que lo sea con todos los que residen en España.

Y señora Iglesias, insisto que: primero, el referéndum sería NO vinculante, cosa que implica que es solo a nivel consultivo; segundo, la unidad de los pueblos de España queda contemplada en el artículo dos, aunque ya veo que si fuera para usted, cada artículo la garantizaría; y tercero, e insisto, si se convoca un referéndum que viole la constitución no tendrá ningún tipo de validez, como es obvio.

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

Le insisto, señora Iglesias. La unidad de los pueblos de España no podrá ponerse en entredicho.

La Iglesia hace una gran labor. Pero la labor de la Iglesia no debe costar un céntimo a los españoles que no deseen pagar por ella. Si alguien desea donar, lo comprendo, y lo encuentro perfecto. Si alguien desea marcar la casilla de la Iglesia, está en su derecho. Pero para nada debe quedar la Iglesia con más poder que los otros credos, y aun menos con una situación de favor en el poder.

Bien. Si solo va a decir eso, debo decirle que nuestra posición es que cualquier persona debe tener acceso a la justicia. Si no me argumenta este punto, señora Iglesias, será complicado avanzar.

Salvador Prim, Presidente del Gobierno

Le insisto, señora Iglesias. La unidad de los pueblos de España no podrá ponerse en entredicho. ¿Pero que significa esto para usted?

Y sobre la Iglesia, creo que estamos en un punto muerto. Para usted es un mitin, para mi es imprescindible que la religión se mantenga al margen del Estado y, por lo tanto, Estado se mantenga al margen de la religión.

Y señora Chacón, entonces supongo que no se opondrá a una regularización de residentes, dando la ciudadanía a la mayoría de ellos. Si está usted a favor de incluir en la Constitución esta regularización periódica, entonces podremos pactar este punto.

Ah, y quienes están en el paro también pagan menos, y no por ello le veo pidiendo que no tengan acceso a la justicia.