[GOBIERNO DE ESPAÑA] Mensaje a la Nación

Muy buenas tardes,

Como es de público conocimiento hace algunas horas se ha celebrado en el Palacio de La Moncloa una reunión institucional entre el Gobierno de la Nación y el gobierno autonómico de Cataluña. La disposición al dialogo por nuestra parte ha sido, es y seguirá siendo plena. Es en ese contexto que el presidente de la Generalidad expuso la situación económica y fiscal de la región que gobierna. Una situación delicada, compleja y muy difícil, una situación que acojo con preocupación e interés de resolución inmediata.

De esta forma, el presidente de la Generalidad me ha trasmitido los datos específicos de esa situación, en tanto Cataluña cerró con 5.431 millones de déficit, es decir un -2,75 %, muy por encima del techo de déficit votado y aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Además Cataluña debe afrontar para 2015 la amortización de más de 7 mil millones de euros. A su vez el presidente de la Generalidad ha planteado algunas medidas que significan un pequeño ahorro ante el enorme desvío presupuestario, condicionando esas medidas a la ayuda del Estado en respuesta a la realidad fiscal de esta comunidad autónoma. Una realidad que es consecuencia, y así se lo hice saber al presidente Macià, de la laxitud en la política fiscal catalana y en el escaso criterio a la hora de priorizar entre aventuras secesionistas y las obligaciones económicas urgentes. Yo quiero recordar, especialmente a todos los catalanes, que no hubo ni siquiera una prórroga oficializada en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña, de los presupuestos lo cual ha creado incertidumbre adicional sobre la economía regional y sin un programa serio y contundente de consolidación fiscal las consecuencias serán muy complejas y muy difíciles.

Sin embargo esto último no era lo que el presidente de la Generalidad ha buscado con esta reunión, quien solo tenía por objeto último plantear un referéndum, mientras la hacienda de Cataluña está en el límite de su capacidad, mientras el paro y la recesión continúan creciendo en la región y mientras su situación financiera está entre la pendiente y el abismo.

Como es evidente y en mi deber de proteger los intereses generales de España, y por tanto, de Cataluña, he planteado al presidente de la Generalidad un plan serio e integral para revertir su endeble situación. España no dejará caer a Cataluña, pero la Generalidad de Cataluña tiene que deponer los desafíos hacia quienes los ayudarán, que son los contribuyentes españoles, quienes no apoyarán jamás un crédito flexible a dicha autonomía sin la lógica correspondencia política, el mínimo, que es el respeto.
Es así que he trasmitido en esa reunión el compromiso del Gobierno de la Nación a mejorar las ayudas fiscales a la Generalidad, que deben entenderse en un marco de extrema gravedad, en tanto se cumpla con un plan de ajuste que sería supervisado por el Ministerio de Finanzas.

Desafortunadamente el presidente  Macià no ha aceptado y ha rechazado una oferta sincera y generosa del Gobierno de España. Con total franqueza digo que es una actitud que parece priorizar el orgullo de un partido político y las reivindicaciones personales por sobre el interés y el presente de Cataluña. Ni siquiera intentado negociar, ellos han golpeado la puerta de Moncloa para imponer un planteo imposible de ilegalidades entorno a una consulta de separación e insuficientes medidas -aisladas y diminutas- de ahorro fiscal.

Yo quiero que todos los españoles, y especialmente los catalanes, entiendan lo que esto significa.  El presidente de la Generalidad, en su afán de rechazar la ayuda del Estado, ha firmado el bloqueo fiscal de la administración pública catalana, puesto que el Tesoro anulará cualquier emisión de deuda en favor de Cataluña. Desde hace meses el Ministerio de Finanzas ha advertido oficialmente, en cumplimentación con la Ley, el desvío presupuestario de la Generalidad. Nunca se obtuvo respuesta oficial. Se hizo una nueva advertencia ante la situación de falta de presupuestos. Tampoco se obtuvo respuesta.
Sin embargo y de acuerdo al artículo 19 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria la Administración advertida tiene el plazo de un mes para adoptar las medidas necesarias para evitar el riesgo. La Generalidad no tomó siquiera una medida paliativa para adecuar el riesgo de incumplimiento.
Desviaron su déficit, violando el compromiso del Consejo de Política Fiscal y Financiera, no adecuaron mediante programas de re-equilibrio sus cuentas públicas y, como he mencionado al comienzo de mi intervención, no presentaron presupuestos para 2014 teniendo un desfajase actual superior a los 6 meses -es decir que Cataluña hace 6 meses que no tiene ley fundamental, consecuentemente no hay conocimiento fáctico del funcionamiento de su administración pública puesto que no existen presupuestos prorrogados con procedimiento oficial.

Por ello anuncio que el Gobierno de España ha decidido hacer uso del poder de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria sobre el ejecutivo autonómico catalán. Como indica el Capítulo I, la ley tiene por objeto de aplicación a todos los poderes públicos, a los que deberá adecuarse la política presupuestaria del sector público orientada a la estabilidad presupuestaria y la  sostenibilidad financiera, como garantía del crecimiento económico sostenido y la creación de empleo, en desarrollo del artículo 135 de la Constitución Española. La Ley Orgánica también explicita en su artículo décimo que corresponde al Gobierno, sin perjuicio de las competencias del Consejo de Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas y de la Comisión Nacional de Administración Local, quienes ya votaron el techo de déficit para 2014, velar por la aplicación de estos principios en todo el ámbito subjetivo de la Ley. Además el Gobierno establecerá mecanismos de coordinación entre todas las Administraciones Públicas para garantizar la aplicación efectiva de los principios contenidos en la Ley y su coherencia con la normativa europea. Por tanto sin presupuestos para 2014, y con desvíos insoportables en 2013 sobre el límite de déficit que todas las autonomías cumplieron y con una varianza de deuda que podría duplicar al resto de las autonomías, la Hacienda catalana pone en peligro la cohesión territorial.

He dado las ordenes correspondientes al Ministerio de Finanzas para aplicar las medidas de corrección automática dispuestas en el artículo 20 de la Ley, que impedirán el endeudamiento del gobierno catalán. En tanto existe incumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria todas las operaciones de endeudamiento de la Comunidad Autónoma de Cataluña precisarán de autorización del Estado. También implica que se suspenderá la concesión de subvenciones. Tras esta situación hay dos caminos, o bien el Gobierno de la Generalidad presenta un plan económico-financiero idóneo o bien se avanzará sobre las medidas coercitivas que de no ser oídas se transformarán en medidas de cumplimiento forzoso, como explicita el artículo 25 y 26 de la Ley Orgánica, procediendo a la intervención de la hacienda catalana y la suspensión de la autonomía.

España y Cataluña están unidas, y no deben ceder al chantaje. La actitud patriótica no es fomentar el odio y la división. El verdadero patriotismo se horroriza del que siembra la discordia. Por ello el Estado de Derecho se consolida en nuestra Nación y reitero que no dejaremos caer a Cataluña, y tampoco a España. Yo confío en que el trabajo, la seriedad y la constancia, servirán también para que, más pronto que tarde, todos empecemos a ver los frutos de una unidad plena y orgullosa. Les invito a todos ustedes a compartir esa confianza.

Muchas gracias y buenas tardes.