La Gaceta [Portada] Lunes 16 de septiembre de 2013

Gonzalo Villanueva escribió:Muchas gracias por su respeto Don Jorge. Yo también le dispensaré ese mismo respeto a usted y a su formación, pues lo merecen, independientemente de la discrepancia que podamos tener.
No se a que se refiere con carencia, es incompatible ser de derechas con defender una república para España y así profundizar en la democracia, a través de la elección libre del Jefe de Estado? Creo que debemos diferencias propuestas: Las propuestas sociales, económicas, de forma de gobierno o de modelo de Estado.  Nosotros, el PNR, impulsamos propuestas económicas liberales y conservadoras en el ámbito social. Somos de derechas, pues. Creemos que el Jefe de Estado debe ser elegido democráticamente y por eso somos republicanos y apostamos por la recentralización, ya que desde que se inició la apuesta por las autonomías cada vez hay más problemas de separatismo. Por eso defendemos el llamado republicanismo unitario, el mismo que defendía Rios Rosas.

Gracias por la información, Sr. Villanueva. Una cuestión, al hilo de lo que usted comenta: países como Italia o Alemania son repúblicas, repúblicas parlamentarias para más señas. Usted afirma que en una República los ciudadanos eligen al Jefe de Estado pero en estos países los ciudadanos no votan al Jefe de Estado, sino que lo eligen los principales líderes políticos y sociales del país, no necesariamente revestidos por las urnas. Aun así, ¿sigue creyendo usted que Italia, por ejemplo, es más democrática que Suecia o Noruega? Porque yo creo (y mi mujer es italiana) que no.

Bien, son diferentes cuestiones, Don Jorge. Yo soy defensor de las repúblicas presidencialistas como Estados Unidos, pues considero que la elección del Jefe de Estado debe depender directamente del ciudadano, aunque no por ellos son menos democráticas las parlamentarias, sencillamente el sistema de elección es diferente, pero en el fondo la decisión depende del ciudadano ¿Por qué? Porque es el ciudadano el que previamente ha votado una lista compuesta por candidatos a diputados, y esos diputados electos tienen la legitimidad otorgada por su pueblo para proceder a la elección del Jefe de Estado, no como en una monarquía, en la que se reduce a una mera cuestión de "legitimidad" sanguínea. En Suecia o Noruega, el Jefe de Estado depende de la cuestión hereditaria y sanguínea, no negaré que son democracias sólidas, pero ciudadano, no por ser monarquías, sino por haber promovido desde el legislativo políticas de fomento democrático. La nuestras es una monarquía, y sin embargo, tiene que profundizar más en democracia, eso está claro, empezando por la LOREG.

Jorge J. Churchill escribió:

Veo, Sr. Villanueva, que hay cuestiones en las que coincidimos. La política española necesita de una relación más cercana y fluida con el ciudadano, de una regeneración que pasa por desbloquear la formación de listas electorales y de mejorar la proporcionalidad en la representación parlamentaria (pues, claramente, D `Hont atenta contra todo esto) así como la transparencia de las instituciones. Lo que me termina de sorprender de usted es su opción por el presidencialismo que, si bien es verdad, funciona de maravilla en EE UU, nuestro talante latino nos haría parecernos más a Venezuela, Colombia o Argentina. el presidencialismo supone una acumulación significativa de poder y, mal administrado, puede degenerar en un autoritarismo preocupante.

Celebro nuestras coincidencias, así nos debemos los demócratas.
Eso si, discrepo con la equiparación de presidencialismo y autoritarismo. Mayor división de poderes que en ningún otro sistema. En los tan demonizados EE.UU son hasta elegidos los fiscales. A lo que voy: El presidencialismo garantiza la absoluta división de los poderes del Estado. No como en nuestro país que miembros de la magistratura y sin ir más lejos del TC los elige el Parlamento. Tampoco coincido con los estereotipos a los que usted hace referencia con el "carácter latino", en los países hispanoamericanos que usted decía, es evidente que es así, pero no por el presidencialismo, sino por el propio autoritarismo de determinadas ideologías.

Casals lee la prensa

FDP: Que asco, tantas formas y modales. No puedo leer eso, la mitad son cumplidos y halagos al rival...  

Gonzalo Villanueva escribió:

Jorge J. Churchill escribió:

Veo, Sr. Villanueva, que hay cuestiones en las que coincidimos. La política española necesita de una relación más cercana y fluida con el ciudadano, de una regeneración que pasa por desbloquear la formación de listas electorales y de mejorar la proporcionalidad en la representación parlamentaria (pues, claramente, D `Hont atenta contra todo esto) así como la transparencia de las instituciones. Lo que me termina de sorprender de usted es su opción por el presidencialismo que, si bien es verdad, funciona de maravilla en EE UU, nuestro talante latino nos haría parecernos más a Venezuela, Colombia o Argentina. el presidencialismo supone una acumulación significativa de poder y, mal administrado, puede degenerar en un autoritarismo preocupante.

Celebro nuestras coincidencias, así nos debemos los demócratas.
Eso si, discrepo con la equiparación de presidencialismo y autoritarismo. Mayor división de poderes que en ningún otro sistema. En los tan demonizados EE.UU son hasta elegidos los fiscales. A lo que voy: El presidencialismo garantiza la absoluta división de los poderes del Estado. No como en nuestro país que miembros de la magistratura y sin ir más lejos del TC los elige el Parlamento. Tampoco coincido con los estereotipos a los que usted hace referencia con el "carácter latino", en los países hispanoamericanos que usted decía, es evidente que es así, pero no por el presidencialismo, sino por el propio autoritarismo de determinadas ideologías.

Cuando hablo de presidencialismo y lo relaciono con el autoritarismo pienso en gobiernos como el de Venezuela, Ecuador o Argentina, países con un régimen presidencialista. En cuanto a la división de poderes, verá, en EE UU los Magistrados de la Corte Suprema (que hace las veces de TS y TC) son nombrados por el Presidente de los EE UU y ratificados por el "consejo de consentimiento" del Senado de los EE UU. Vemos con esto que, al igual que en España, el sistema estadounidense cojea en esto por el mismo sitio.

Todo se puede analizar, debatir y mejorar, para conseguir una democracia fuerte y de calidad.

Así es, en eso estamos.