Biografías edición 2.0

Inicios en la política y estancia en el extranjero
Allí, de la mano de unos antiguos compañeros universitarios, el altonavarro comienza a acercarse al entorno de EAJ-PNV, por aquél entonces todavía en la clandestinidad que el rigor dictatorial imponía. Fruto de estos contactos, Ixidro se afilia al partido en 1970, comenzando con ello su actividad política. Fue a causa de la misma por la que, apenas año y medio más tarde ha de exiliarse por una redada antiterrorista especial de las Fuerzas de Seguridad, deseosas de hallar cabezas de turco en el nacionalismo vasco para disimular una falta de efectividad en sus respuestas frente a las acciones de ETA. A causa de ello, en verano de 1972 Labayen cruza la frontera con Francia y se refugia en Iparralde, concretamente en la ciudad de Bayona, donde participará en varias reuniones y organizaciones nacionalistas e independentistas vascas.

Retorno a España y nombramiento como Presidente del Nafarroa Garaia Buru Batzar
Muerto el dictador, y legalizado ya el Partido Nacionalista Vasco en España, Karlos Ixidro regresa a Alta Navarra el cuatro de marzo de 1977, poco antes de que se convocaran las elecciones a Cortes Constituyentes. Allí es elegido Presidente de la Agrupación Local del Partido en Roncal, cargo que desempeñará hasta su nombramiento como Presidente del Nafarroa Garaia Buru Batzar en 1981. En el transcurso de este cuatrienio es cuando verdaderamente el nombre del político altonavarro comienza a ser conocido en los círculos internos del PNV, que como formación atravesaba una mala racha, producida por la ausencia de liderazgo en sus dirigentes, cosa que les hizo perder toda clase de peso político y capacidad decisoria en los procesos constituyente y autonómico del estado español. Con este trasfondo, y en el contexto de reforma y reestructuración integral que del nacionalismo vasco estaba promoviendo José Iriarte, Karlos Ixidro es elegido por sus compañeros, visto su talante vasconavarrista y soberanista, burukide de la organización altonavarra del partido, y encargado por tanto de afianzar sus estructuras en la herrialde sureña históricamente más impermeable al ideario jeltzale.

Tras su nombramiento, comienza un periodo de inusitada actividad dentro de la división altonavarra del Partido Nacionalista Vasco, fomentada por el nuevo Napar Buru Batzar, que modificó su denominación a "Nafarroa Garaia Buru Batzar", más en consonancia con el ideario nafartzale que comenzó a florecer en algunos sectores del PNV, entre los que se encontraba el propio Labayen. El objetivo de esa efervescente actividad política era canalizar el manifiesto descontento existente en la Comunidad con la Diputación Foral entonces presidida por el popular Carlos Prim, que llevaba varios meses desaparecido. Precisamente, la inactividad de la Diputación Foral había propiciado un alzamiento ciudadano en 1981, que un año más tarde rebrotó fuertemente, fruto de la participación de Marruecos, Libia y la Unión Soviética en el mismo, mediante el envío masivo de armas. A consecuencia de dicha insurrección, el Gobierno de España hubo de intervenir la Comunidad Foral y nombrar al general Gutierrez-Mellado delegado del Consejo de Ministros en ella.

Elecciones Forales de 1982 y ascenso a la Presidencia de la Diputación Foral
En el transcurso de los acontecimientos, y mientras la ciudad de Pamplona se encontraba en un estado de ebullición revolucionaria, el líder del nacionalismo vasco, en un alarde de temple y audacia, consigue pronunciar un emotivo discurso, que es transmitido por Televisión Española, en el cual rechaza tajantemente los sucesos violentos e insta a la ciudadanía a retornar a la calma. Pero el roncalés no se queda ahí, y le exige el Gobierno del Estado que no declare el Estado de Sitio, cosa que en esos momentos estaba siendo debatida en Consejo de Ministros y que finalmente no tuvo lugar. Este discurso fue, con mucha probabilidad, el auténtico punto de inflexión en la carrera política de Labayen, ya que le permitió adquirir un cierto renombre y auparse a la primera línea de la política, convirtiéndose en el político más popular de la Comunidad Foral de Navarra y en uno de los más valorados del Estado Español. Por tal motivo, y después de una maratoniana campaña electoral, el jeltzale logra hacerse con la victoria en las Elecciones Forales anticipadas de 1982, convocadas por el Presidente Carlos Prim poco antes de dimitir, en las que el hasta entonces gobernante Partido Popular salió notablemente perjudicado.

Las Elecciones Forales de 1982 arrojan un Parlamento Foral muy dividido políticamente, en el cual el Partido Nacionalista Vasco, siendo la fuerza más numerosa, no obtiene más de 18 diputados de 70. Por ello, para poder constituir un gobierno sólido Labayen acuerda con el Partido Socialista de Navarra un gobierno bipartito,que le permite alcanzar la Presidencia de la Diputación Foral de Navarra, es el llamado "Acuerdo de Tudela".