Ahora 1. La Entrevista. Toni Alcántara pregunta a Pasqual Prim.

 La Entrevista

Sr. Prim, encantado de tenerle en frente. Comencemos fuerte. Hace unos días nos sorprendió a todos la noticia de su dimisión al frente del PSUC. Sea sincero ¿Dimite usted porque quiere o considera que le han forzado a dimitir los acontecimientos?

Dimito porque soy una persona responsable.

¿Qué razones le han llevado a este punto?

Evidentemente es el rechazo del PSUC-EUiA por parte de la sociedad catalana. Eso significa que no hemos sabido explicar bien nuestro programa, y que no somos los más aptos para hacerlo la próxima vez.

En ese sentido, ¿qué futuro le augura al PSUC después de esta dimisión en bloque?

Creo que es una oportunidad única para el renacer de ese partido. El PSUC es un partido que ha demostrado siempre que está al lado de los ciudadanos, y estoy seguro que los catalanes volveremos a comprenderlo

¿Existe posibilidad de relevo?

¿Como? No le he entendido bien.

Disculpe, no me expliqué bien. Me refiero a que usted, como es lógico, sabrá de afiliados que estuvieran dispuestos a llevar las riendas del partido a su marcha. ¿Ve a alguien capaz y dispuesto a sucederle?

Veo a mucha gente capacitada. En Barcelona he visto a gente con mucho potencial y talante, por ejemplo. Estoy seguro que sea quien sea que tome las riendas lo hará muy bien. Es importante que el PSUC no caiga más, ya que eso abriría las puertas de la casa de cimiento al lobo feroz.

¿Al lobo feroz? Entiendo que a rivales políticos ¿A quiénes considera usted más peligrosos en ese aspecto?

No hay una escala de peligrosidad, sino que simplemente no aportan nada bueno. Para darle dos ejemplos, el PP, que ya ha demostrado de lo que es capaz y ya ha pagado por ello; y CiU, que demostró dos veces que no dudaría en abandonar a los catalanes cuando tienen el sueldo asegurado.

Cierto es que, al contrario que en otros casos, como los que usted menciona, la constancia es una de las virtudes del PSUC, han sido, corríjame si me equivoco, más de cinco años los que su expartido ha estado presente, día a día, en la vida política y social catalana y española. ¿De dónde sacaban las fuerzas?

No es el partido quien trabaja. El partido es solo la suma de la gente, de los militantes. Somos todos quien cada día haciamos trabajo en el Parlament y en las calles, en el Congreso y en los despachos. Eso no se debe agradecer al PSUC sino a sus militantes y colaboradores.

¿No tiene sensación de miedo por la posibilidad de que ese trabajo se pierda?

Completamente. Ya hemos visto que partidos políticos, por tal de sacar un rédito electoral, son capaces de sabotear la vida de los ciudadanos y de dinamitar el reparto igualitario de la riqueza, ya sea mediante su firme oposición al progreso en el Parlament o mediante las denuncias a la justicia.

Denuncias a la justicia, una herramienta socorrida, cierto es. Hemos visto cómo los últimos acontecimientos, los que seguramente hayan lastrado al PSUC a reducir tanto los votos obtenidos en estas últimas elecciones, se han desarrollado más en los juzgados que en el parlament. Usted, si no me equivoco, tiene todavía un procedimiento abierto. ¿Cómo ve su resolución?

Como ha dicho, hay partidos que trabajan más en los juzgados que en el Parlament, en campañas de desprestigio que en la construcción de Catalunya. A esos partidos se les ha visto el plumero muchas veces, pero estoy seguro que esa va a ser la última.

Actualmente no tengo ningun caso pendiente con la justicia, aun que no ha faltado demandas. Lo que pasa es que ante la falta de argumentos prefieren no presentarse a juzgado, los acusadores. En una denuncia del PSC, afirmaron que yo había realizado ciertas declaracciones que incluso en sus archivos adjuntos se mostraba que no eran mías sino de otro político cuyo nombre no me acuerdo.

Es verdad, que ya se habían archivado los asuntos de los que le acusaban. Realmente, cualquiera que vea el registro de entradas de denuncias en su contra podría pensar que usted era una persona poco tratable, pero recuerdo que su relación con otros partidos no era mala, ni mucho menos. Han sido numerosos los casos de colaboración suya con otros políticos, ya sea en coaliciones, actos conjuntos o viajes, incluso. ¿Qué momentos de colaboración recuerda con más emoción?

La verdad, recuerdo con mucho aprecio mis reuniones con los dirigentes de HB e IR, aun que también con el PCE. Evidentemente, pero, el más emocionante fue mi viaje a Moscú. Hay políticos que aun no han entendido su significado.

¿A quiénes va a echar de menos al abandonar el mundo de la política?

A todos. Al camarada Padilla, al camarada Markel, al camarada Lara... y dentro de mi mismo partido, al camarada Clos y al camarada Marat, con el que me veo muchas veces aun. Casi toda la gente con la que he hecho política han sido personas excepcionales y extraordinarias.

Y eso me lleva a preguntarle sobre un asunto escabroso, pero de obligada información, a mi parecer, tanto para mí como para el televidente. Trabajó estrechamente con el Sr. Müller, que se ha visto implicado, ya veremos en qué grado, con el asesinato de Ignacio Rentería. Casualmente, cuando explotó este asunto, yo estaba en Barcelona entrevistándole, cuando se tuvo que ausentar inmediatamente. Por supuesto, la entrevista se detuvo a la mitad y no vimos consecuente publicar lo hablado hasta entonces. Viéndole me parecía como dice usted de sus compañeros, una persona carismática y bondadosa. ¿Qué nos puede decir de él?

Aunque he tenido algunas discrepancias con él, es una persona que trabaja siempre y duro por el pueblo de Catalunya y de España. No ha cesado sus trabajos desde que empezó en la política, y eso le honra.

¿Le ha decepcionado en algo o sigue confiando en su inocencia?

Que me haya decepcionado alguna vez no implica que no confie en su inocencia. Martí Müller es inocente, y pongo la mano en el fuego por él. No tengo ninguna duda.

¿Cree que su persecución ha tenido causas políticas para desestabilizar al antiguo govern?

Totalmente. Hay sectores políticos descontentos con la política seguida por el Govern de Catalunya durante los hechos de Navarra, y en no poder vengarse directamente por ser nuestro comportamiento digno, solo pueden utilizar artimañas. Entre ellos, La Vanguardia, ese panfleto sensacionalista, que inventa estadísticas sin datos. Por ejemplo, en uno de sus ejemplares afimaron que Müller era visto como el asesino de Rentería por casi la mitad de los españoles, cuando los datos oficiales rebajan eso al 6%. La campaña de CiU para destruir el Govern que más ha trabajado, y mejor lo ha hecho, por los catalanes, ha sido el pan de cada día.

Es verdad, Sr. Prim, que muchas veces los datos de ciertas publicaciones dejan bastante que desear. De hecho, esa encuesta del INE, que traté yo mismo en un artículo para elPeriódico, fue bastante criticada por ciertos sectores, y en ella se indicaba al único sospechoso que las fuerzas de seguridad todavía no había controlado. Yo nunca entendí qué razones entendían esos sectores que podía tener el gobierno para alterar esos datos, que claramente le perjudicaban tal y como el INE los había publicado. Pero dejemos de hablar de esas críticas para hablar de su opinión. Si a usted le hubieran formulado la pregunta de la encuesta ¿Qué opción hubiera marcado, Hinzpeter, De la Hoz, otro?

Evidentemente no puedo señalar a un culpable, porque no lo se. No quiero adentrarme en especulaciones y conspiraciones como a tantos les gusta hacer por tal de hacer entrar miedo al pueblo sobre los comunistas, masones y judíos.

Entiendo que, por lo que me dijo antes, a Müller no, claro. ¿Qué opina de la rápida liberación de De la Hoz?

Evidentemente el gobierno de De la Torre nos muestra una y otra vez que le encanta actuar a la impulsiva y sin esperar a pruebas si tiene miedo por su supervivencia, como pasó por ejemplo en el caso de Navarra. En cambio, cuando no es de su incumbencia se queda de brazos cruzados mirando como se matan iraquíes e iraníes, o como los israelitas incumplen sistemáticamente las leyes internacionales y asesinan en masa a libaneses e invaden su país.

¿Dónde puede estar Hinzpeter?

Confío que el Gobierno lo sepa. Creo que en eso saben más incluso ustedes que yo...

No le voy a mentir, nuestras investigaciones al respecto han sido intensas, pero no tenemos nada concreto todavía. Y, por supuesto, hasta que no tengamos información contrastada no aventuraremos ningún rumor.
Pero cambiemos radicalmente de tema, volvamos a su vida, que es lo que nos importa. Muchas han sido las leyes y proyectos, tanto en el Parlament como en el Congreso de Diputados, los que el PSUC ha conseguido sacar adelante. ¿Qué ley o leyes usted cree que ha conseguido más cambios positivos para la ciudadanía?

Sinceramente, creo que todas las leyes que ha presentado el PSUC han sido buenas para la ciudadanía. Hemos propuesto leyes para transferir las competencias de las diputaciones a la Generalitat, para proteger zonas naturales, para regular los salarios, para mejorar las condiciones de los discapacitados, por la igualdad, ayudas sociales, hemos creado el Fons Català... Hemos trabajado muy duro en cada momento, y creo que todas nuestras leyes han tenido cambios positivos para la ciudadanía.

Si reconoce algún error en alguna otra propuesta, ¿nos puede explicar las razones que le llevaron a presentarla?

¿En esa legislatura? No. En la pasada, pero, fue un error confiar en la solidaridad de la ultraderecha nacionalista y conservadora, que no dudó en huir de Catalunya para no pagar tantos impuestos. Fue un error que el compañero Casals presentase la ley de impuestos a las grandes riquezas.

Aun así, no son ustedes los únicos que cometen errores. En el congreso de los diputados, en estos primeros tres años de legislatura de Fabián de la Torre, ha sido precisamente el PSUC, con usted a la cabeza, el partido más incidente de la oposición. Un trabajo más que loable que a lo mejor a la sociedad le puede sorprender, sobre todo por las omisiones de otros grupos parlamentarios. ¿Qué valoración hace usted de los partidos que han formado oposición contra el gobierno?

Creo que ha sido muy deficiente. El PSOE desapareció en muchas ocasiones muy importantes, como el PCE. La FCD se mostró muchas veces irresponsable. Pero lo peor fue INR.

¿Cree que tenía que haber sido otro partido, y no el PSUC, el que hubiera liderado esa labor?

Evidentemente. Tenía que ser el PSOE, era el encargado, pero prefirió hibernar durante parte de la legislatura.

Y vamos a hablar tanto de ideologías como de pactos, lo cual muchas veces no va unido de la mano. Desde siempre, entre PCE y PSUC ha habido polémica. Partidos con ideologías tan similares siempre discutieron por, sobre todo, una razón. PCE siempre comentó que el socialismo y el comunismo no podían entender de nacionalismos. ¿Cómo entienden ustedes la relación entre esas ideologías y el nacionalismo?

Bueno, el problema fue que el PSUC siempre ha apostado por una política de aceptar las nacionalidades en el estado español y de intentar descentralizarlo al máximo, cosa que se entiende poco en los libros escritos por Marx. Cabe recordar, pero, que Marx escribió sus críticas y manifiestos hace más de cien años, y el mundo ha cambiado muchísimo en ese tiempo.

Y ese inicio de desacuerdo desembocó en diversos conflictos entre ustedes, rayando incluso la falta de respeto en algunos casos por parte de ambos bandos. Pero luego nos sorprendían con actividades conjuntas y, como colofón, la coalición que formaron para las últimas elecciones catalanas. ¿Cómo me puede explicar eso?

Me gusta que me haga esa pregunta. En un momento dado, nos dimos cuenta que el debate nacional no era tan prioritario como ayudar a miles de ciudadanos que pasan dificultades. En ese punto, decidimos que al margen de ideologías territoriales, teníamos que estar unidos por la justicia social.

¿Cree que fue uno de los aspectos que no entendió la sociedad catalana y por eso les castigaron en los comicios?

No lo creo, no lo creo. En esa coalición nos encargamos de que el programa no fuese ambiguo sino una clara llamada socialista y catalanista.

¿Cuánto tiempo cree que puede durar esa coalición?

Ahora mismo temo que el PSUC no pueda reponerse del duro golpe que han sido esas elecciones y tenga que volver a integrarse en el PCE, por lo que la coalición puede ser eterna, para así decirlo. Por eso, pido a los dirigentes que asuman la gran responsabilidad de dirigir en PSUC en el congreso extraordinario que mantengan la independencia del PSUC de los otros partidos, aunque no significa que tengan que romper la coalición electoral. Esa se romperá cuando lo estimemos necesario.

Volviendo a usted. Sea franco conmigo, por favor. ¿Se arrepiente de algo que haya hecho o dejado de hacer en su vida política?

Me arrepiento de no poder seguir en el Congreso. Ha sido una decisión durísima para mi abandonar la presidencia del PSUC y además no poder presentarme a las elecciones generales. Pero no, no lamento nada.

¿Y en su vida personal?

Esa pregunta se aleja un poco de lo que to venía a responder... Bueno, le responderé una cosa que lamento: Lamento no haber pasado más tiempo con Casals, una magnífica persona que por desgracia nos abandonó hace un tiempo.

Perdone por la injerencia en su vida personal, pero entiendo que los políticos son personas y, aunque su vida personal no debe ocupar portadas, sí que vale para entender algunas situaciones. Por último, para finalizar esta entrevista, ahora que usted dimite, su vida personal, la cual ya hemos tratado, va a tomar el protagonismo de su tiempo. ¿A qué se va a dedicar Pasqual Prim a partir de ahora?

Bueno, seguiré trabajando en el partido, además de seguir ejerciendo como profesor.

¿Podría ser que, alguna vez, usted vuelva al mundo político?

No lo descarto [sonríe]

Pues sólo tengo que agradecerle su disposición a realizar esta entrevista en estos tiempos tan convulsos para usted.

Ha sido un placer conocerlo, esperamos que los televidentes hayan podido conocer mejor a esta persona, que ha sido protagonista de la actualidad política en los últimos años.

Buenas noches, Sr. Prim, le deseo lo mejor en esta nueva etapa de su vida.

El placer ha sido mío, sr Alcántara.