[MONCLOA] El Presidente: "El Gobierno lo controlará, pero pagarán por lo que han hecho"

El Presidente del Gobierno comparece ante la Nación en la Sala de Prensa del Palacio de la Moncloa.

"HEMOS LLEGADO HASTA EL LÍMITE.
MÁS ALLÁ SÓLO QUEDA LA QUIEBRA DEL ESTADO"

Buenas tardes.

En la tarde de ayer una situación anómala en las carreteras del País Vasco y Navarra provocó la alerta en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Se envió la orden de establecer controles que, en primer lugar, dificultaran el tráfico para controlar el movimiento y además permitieran determinar cuál era la causa del tumulto. No obstante, en las carreteras navarras varios individuos armados abrieron fuego contra distintos controles, matando a 30 guardias civiles e hiriendo a varias decenas más. En el tiroteo subsiguiente fallecen 10 agentes más, y otras 17 personas implicadas. Los heridos ascienden a 100.

Poco más tarde conocíamos que el destino de las aglomeraciones en las carreteras eran las ciudades capitales de Vitoria y Pamplona. En ambas, varias decenas de miles de ciudadanos de varios puntos de la geografía cercana pretendían concentrarse entorno a diferentes instituciones -las sedes de las presidencias de ambas Comunidades, los parlamentos, etcétera- con motivos poco claros y en todo caso violentos.

El Gobierno, ante esta situación, ordenó la entrada en alerta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las dos CCAA así como la alerta de las Fuerzas Armadas en las Regiones V y VI, para reforzar a los contingentes que fuera necesario desplazar. En ese momento, he llamado al Presidente de la Comunidad Foral para ordenarle, en los términos del artículo 155 de la Constitución, que pusiera fin a los dramáticos hechos que se estaban produciendo. Carlos Prim me manifestó que las instituciones se encontraban saturadas e inoperativas y, por tanto, ese mandato no podría ser atendido. Me manifestó, además, su intención de dimitir de su cargo tan pronto como se solucione ésta situación.

Así, dí comienzo al procedimiento de intervención de la Comunidad como ustedes conocen. El Real Decreto de intervención y nombramiento de un nuevo Delegado del Consejo de Ministros -figura que escenificaría el flujo de atribuciones- estaba ya redactado y listo cuando en el Palacio de la Moncloa hemos empezado a recibir informaciones que apuntaban a que "la mayoría" de los Ayuntamientos de fuera de Pamplona habían sido "tomados", así como las sedes de Correos y Telefónica de Vitoria mientras en ambas ciudades un elevado número de ciudadanos, armados, intentaban violar las instituciones superiores de ambas comunidades.

Ante la gravedad de los hechos y en consideración a la Constitución y la Ley, el Gobierno ha optado por no suspender la autonomía y tomar la vía de la extrema urgencia: solicitar al Congreso de los Diputados la declaración del Estado de Sitio en la Comunidad Foral y en el País Vasco. Al mismo tiempo, he ordenado a las Fuerzas Armadas que cumplan el deber que tienen para con España protegiendo con unidades de infantería y artillería las Presidencias del Gobierno Autonómicas, los Parlamentos, las Delegaciones del Gobierno y los Tribunales Superiores de Justicia. En Vitoria se procederá al desalojo de los edificios ocupados. En Pamplona, un perímetro miliar se ha establecido entorno a esas sedes institucionales en el centro de la ciudad a la espera de la declaración del estado de Sitio, la más grave de las situaciones previstas en el orden constitucional.

Esta declaración, de producirse, provoca los efectos de los estados de Alarma y Excepción, además de los previstos en el artículo 32 de la Ley Orgánica 1/1982. El Gobierno nombrará una Autoridad militar -de su máxima confianza, me aventuro a decir- que decretará un toque de queda y la suspensión de los derechos de reunión y de manifestación. Es la única forma que tenemos de garantizar que la paz regresa a Pamplona y Vitoria sin desencadenar un enfrentamiento mayor.

Esto es todo lo que puedo decirles de momento, porque quedamos a la espera de los resultados de nuestras medidas. Ahora bien, todos sabemos que cien mil ciudadanos no se movilizan de forma espontánea. Esta insurrección es el límite; más allá sólo está la quiebra del Estado. Han muerto sesenta personas. Se ha puesto en jaque a las Instituciones democráticas y al orden constitucional.

Este Gobierno va a controlar la situación dentro de los términos de la Constitución y la Ley, como siempre ha hecho; pero los culpables, los promotores de esta acción subversiva y suicida, pagarán por ello ante la Justicia.

Buenas noches.

Palacio de la Moncloa

F.Alberti. escribió:A situaciones desesperadas,soluciones con cabeza.El ojo por ojo,violencia con violencia no tienen cabida en un país democrático.