Markel Keheill

Markel Keheill


De nacionalidad francesa, nacido en Ziburu (Aquitania, Francia) el 15 de mayo de 1949, este hijo de carniceros vasco-franceses se educó en contacto con la naturaleza y paisanaje del lugar, trabajando en el negocio familiar desde los 11 años.

A los 15 años comenzó su carrera como cocinero en una taberna de su ciudad natal, fruto de la relación que tenían sus padres como proveedores de productos cárnicos, empleo que abandonaría en 1969 para emigrar a Bizkaia, una vez ahorrado lo suficiente para estudiar la Licenciatura de Filosofía.

Durante su periodo universitario, combinó la asistencia a las clases con trabajos como ayudante de cocina en diversos locales del centro de Bilbo, para poder pagar sus gastos con autonomía de su humilde familia. En esos complicados años (terminó la carrera en 1973) se formalizó su ideal político actual, formando parte de organizaciones clandestinas que pretendían defender la cultura vasca y conseguir la libertad de su pueblo frente a la opresión histórica de los estados español y francés. Conviene resaltar que la naturaleza de esas organizaciones era pacífica (cararcterística muy marcada en la personalidad de Markel) aunque, con el tiempo, se formaron escisiones de las mismas vinculadas a acciones terroristas. No obstante, la identidad independentista de ese tipo de organizaciones siempre iba acompañada por vinculaciones políticas afines a corrientes comunistas y anarquistas, entendiendo como imprescindible la creación de una nueva entidad territorial que se basara en el poder del pueblo, negación del sistema capitalista, eliminación de privilegios, socialización de las herencias personales y promoción de un modelo de organización social y medioambientalmente coherente.

En 1974, ante el alborotado panoráma político, decide y consigue emigrar a Belfast (Irlanda del Norte), para protegerse de las acciones que el estado franquista acometía sobre las organizaciones donde había participado y para proseguir su formación como filósofo. Allí, consiguió entablar relación con algunas facciones del IRA, absorbiendo información sobre su forma de actuar. Pese a ello, el carácter pacifista de Markel no cambió, y siguió apostando por cambiar la situación por otros medios, fuera o dentro de la ley, democráticos o no, pero nunca basados en la violencia.

En 1976 vuelve a su ciudad natal, para tomarse un año sabático políticamente hablando, volviendo a trabajar en la carnicería de sus padres. Ese año fue clave en su vida, puesto que le permitió asimilar la información recibida en los últimos años y reflexionar sobre el papel que quería desarrollar en el proyecto de liberación del pueblo vasco.

En 1978, conoce a su actual compañera de viaje, Edurne Bilbao, persona desvinculada a la política y recepcionista de un antiguo hotel de la localidad de Mundaka, con la que va a convivir en 1979, a ese bello y característico núcleo de población, volviendo a interesarse por los movimientos independentistas abertzales surgidos a raíz de la muerte de Francisco Franco.

En agosto de 1980, Markel Keheill, después de meditarlo concienzudamente, solicita el ingreso en una formación política reciente pero con calado en la sociedad vasca como es Herri Batasuna.

Su vocación filosófica, más que política, puede ayudar a este grupo parlamentario a enfocar con criterio los importantes y delicados acontecimientos que pueden surgir en esta etapa tan relevante para Euskadi y para su vida.