El Pais - Opinion: "Y tras la tormenta, siempre llega la calma"

¡Qué razón tiene el dicho popular! Unos días atrás el conocimiento de la ya famosa circular de la Fiscalía General del Estado sobre el proceso de adhesión a la CEE desató una de las mayores tormentas político-diplomáticas de los últimos años, en la que el Gobierno y los miembros de las Cortes incurrieran en un defecto de forma sobre su tramitación, sin que hasta la publicación de la Circular nadie hubiera dado cuenta de ello.

Pues bien, a partir de ese momento no pararon de llover las críticas al Gobierno por su actuación, incluso por parte de Sus Señorías que habían apoyado todo el procedimiento sin haber caído en la cuenta del error de forma que se cometía. Rayos, granizo y tempestades cayeron desde algunos sectores de la oposición, sobre un Gobierno que asumiendo sus responsabilidades se puso a trabajar en enmendar la situación desde el primer momento. Primero, reuniendo la Presidenta a su equipo y diseñando una primera fase del plan de actuación, posteriormente mediante una ronda de contactos en el ámbito nacional, incluyendo claro está al líder de la oposición que horas antes había pronosticado un apocalipsis de caos y perdición para nuestra nación en Europa y de la que responsabilizaba en exclusiva al Gobierno, apoyado el PLD por su sempiterno escudero el PDP.

El líder de la oposición tras realizar una serie de llamadas telefónicas y ejercer una colaboración responsable, de nuevo volvió a la carga, como profeta del catastrofismo, en busca de algún voto, arremetiendo contra el gobierno nuevamente auxiliado por los que parecían sus gregarios del PDP, mientras el Gobierno continuaba diseñando una estrategia diplomática engranada pieza a pieza para dar solución a esta crisis. Mientras, le seguían cayendo los granizos dialécticos lanzados desde la oposición y ciertos medios, ya conocidos por todos, que colocaban ridículamente al Sr. de la Torre como "Presidente in pectore" y salvador de la nación por sus llamadas de teléfono. ¡Oiga que ni Gila!

"¿Está la Tacher? Que se ponga. Oiga mire que soy Fabián, siii, el de ESPEIN que is DIFEREN, bueno da igual que ni sepa quien soy, deje de hablar raro y no me eche de Europa, a mí Noooo que no se entera a España, perdón la ESPEIN (pa' que me entienda bien se lo digo en inglés). Bueno diga un poco lo de echarnos, pero no lo haga, que así puedo arañar algún voto, porque como sea por mis méritos mal voy. Sí y es que a mi mujer le hace ilu tenerme de presidente... ¿Qué dice de guachi guachi púuu?- esta señora qué raro habla- bueno lo dicho que dé muchos besos a la familia y esas cosas, a Ud no que me da miedo ¿eh? y no se olvide de lo de Europa ¿eh?. Adios, Adios -click."

Pero volviendo a la crónica de los sucesos, mientras caía la tormenta, el ejecutivo de la Sra. Torres realizó su trabajo, poner soluciones desplegando una increíble maquinaria diplomática y demostrando una gran labor para transmitir tranquilidad a nuestros socios como contrapartida de las voces agoreras que se escuchaban en nuestro país desde ciertos medios y partidos.

Y ¿cuál fue el resultado?, la casa no se cayó... el trabajo y el esfuerzo consiguieron que, a pesar de las durísimas condiciones en las que se ha trabajado y por muchos profetas del apocalipsis que predicaban el final de los tiempos, en vez de ayudar a resolver el problema, esas oscuras predicciones no se cumplieron. Y tras la tormenta ha llegado la calma a nuestro país no divisándose desde Europa ninguna nube, mas que un futuro integrado en la CEE como estado moderno y que sabe resolver los contratiempos bajo una simple premisa, responsabilidad y trabajo.