León Miralles

León Miralles (1923- ) nace un 13 de Enero de 1923 en el madrileño barrio de Arturio Soria, descendiente de una familia de clase media, siendo el hijo mayor de una familia de dos hermanos. Su padre, de convicciones republicanas, trabaja para la guardia civil mientras que su madre se desenvuelve como costurera en la época. Desde pequeño muestra su interés por el funcionamiento de la administración pública. Desde los 3 años ingresa en el colegio Nuestra Señora del Pilar, de administración marianista, en la madrileña calle Castelló en el cual destaca por sus calificaciones y por el interés mostrado en la organización estudiantil de la propia institución. En 1941 ingresa en la Universidad Complutense de Madrid, tras haber realizado el servicio militar obligatorio, popularmente conocido como mili, en la academia militar de Zaragoza. En la universidad cursa los estudios de Derecho y se ve involucrado en diversos altercados con el régimen de la época, llegando a ser expulsado durante un mes de dicha institución tras una trifulca con alumnos de convicciones franquistas.

Al terminar la formación universitaria en 1946 decide comenzar a estudiar las oposiciones a la judicatura, vocación que floreció en él desde que apenas tenía 12 años. Dos años después aprueba dichas oposiciones escogiendo como primer destino la vizcaína localidad de Getxo, para trasladarse posteriormente a Las Palmas de Gran Canaria. En 1957 es nombrado titular del juzgado de instrucción de Palma de Mallorca. Finalmente en 1963 es destinado a los juzgados de Plaza de Castilla en los cuales desarrolla la mayor parte de su carrera judicial. Época convulsa por la aparición de la banda terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna) y por el apoyo público que respaldaba dicho movimiento, destaca por el juicio y la condena de diversos simpatizantes y "supuestos miembros" de la banda por diversas causas. Es en 1968 cuando la banda comete su primer atentado reconocido y ese mismo año se localiza en unos terrenos de arboreda cerca de la frontera francesa un zulo con diverso contenido de carácter armamentístico y documental entre el cual destaca una lista de objetivos de ETA así como los planes detallados para atentar contra los sujetos en cuestión. El nombre del juez León Miralles aparece subrayado en rojo. Recibe uno de los golpes más duros de su vida cuando en 1969, su padre fallece tras una trifulca en una manifestación contra el régimen franquista.

Sigue desarrollando su actividad judicial durante los primeros años de la década de los 70 y compagina su actividad con una de sus pasiones: las relaciones internacionales. Colabora activamente en la fundación del Centro Español de Estudios para Iberoamérica y se traslada asiduamente a países de la zona para ofrecer conferencias relacionadas con su carrera y con la mayor implicación de España en misiones en la zona. En 1973 pide una excedencia de dos años y se traslada a vivir al distrito Federal en México, donde ejerce como observador de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y es nombrado ciudadano ilustre de la ciudad. Imparte clases en la UNAM como profesor invitado. Crítico con el régimen de gobierno mexicano monopolizado por el PRI desde la revolución mexicana, ofrece una de sus conferencias más polémicas el 20 de julio de 1974, en el auditorio Plutarco Elías Calles cuando asegura "mientras Latinoamérica no aprendar a invertir, desarrollar, fomentar y convivir con la educación, la democracia no se podrá convertir en una comensal permanente en la mesa que conforma nuestro sistema. Latinoamérica no es todo lo democrática que debe ser, es un hecho". Su nombre suena repetidas veces como embajador de España en el país azteca.

El 15 de Noviembre de 1975 y ante las noticias que llegan de España por la delicada situación de salud de Franco decide regresar a Madrid. Pese a lo inapropiado del gesto, celebra el 20 de Noviembre como un demócrata consciente de la gran responsabilidad que van a tener los españoles a partir de ese momento. Embargado por una pretensión de servicio público, abandona la carrera judicial en excedencia para dedicarse a la vida política y, movido por sus convicciones centristas, decide afiliarse al Partido Demócrata Popular en 1977.

Casado desde 1949 y con tres hijas, comienza una nueva etapa en su vida al servicio del pueblo español y con la pretensión de ayudar a levantar una democracia en construcción.

(Iré actualizando)