Miquel Torra: "Nuestro sistema padece deformaciones"

Es difícil de aceptar y a algunos les va a costar entender lo que quiero expresar, pues se trata de otra reflexión transversal a todo lo que pasa día a día en nuestro escenario político.

Los representantes del pueblo se estan alejando cada vez más del pueblo, en un momento donde el contacto -o más bien dicho, la transferencia de confianza- entre la población y el pueblo debería de ser una realidad cotidiana.

Es doloroso para todos ver como todos los partidos políticos existentes se acusan de lo que contínuamente hace también su partido, me parece realmente estúpido, y lo peor de todo es que todos los españoles también lo notan.
Toda la clase política estuvo muy contenta de la alta participación que hubo en las últimas elecciones generales pero el planteamiento que lanzo hoy es el siguiente: ¿Realmente creemos que por este camino el pueblo va a continuar confiando en nosotros? Sus representantes, nosotros, no hacemos más que buscar la manera de atraer a nuevos votantes a partir de atacar a otros partidos políticos ¿esa es la metodología más correcta? Busquemos alternativas.

¿Qué le parecería a la clase política emitir periódicamente propuestas interiores del partido y debatirlas respetuosamente con las otras fuerzas políticas sin caer en las descalificaciones? Se trataría de abrir un tema dónde se buscara un amplio abanico de posibilidades y dónde los distintos partidos políticos pudieran aportar sus ideas para que las leyes finalmente fueran lo más fructíferas posibles. ¿Qué hay de la construcción de una sanidad o de una educación pública debatida entre todos los representantes políticos en vez de aprobarla a golpe de escaño? Sí, todos convergemos en que si un partido político tiene una mayoría en un parlamento, va a utilizar esos escaños, que para eso estan, pero, ¿qué va a pasar cuando caiga del poder? El siguiente partido político, con ideas completamente distintas o opuestas tal y como sucede en muchas ocasiones, va a invertir un montón de recursos económicos para tirar atrás todas las medidas del gobierno anterior y muchos más recursos nuevos para hacer las cosas "a su manera" (que no va a ser la única, puesto que las posibilidades de que otros recuperen el poder o entren representantes distintos son muchas).

Es ahí cuando podríamos estar todos a favor: ¿y si aprobamos los textos a partir de la influencia que se tenga en el Parlamento? Sería tan fácil como que todas las fuerzas políticas representadas tendrían una capacidad de decisión en cada texto aprobado a partir de la influencia que tienen en la cambra. Si todos nos dedicamos a ello, podríamos aprobar las leyes primero a partir del consenso y luego a partir de la votación. Parece una utopía, pero no lo es. Sería la demostración de madurez política y de ejemplo que podríamos dar a la sociedad plural que todos queremos construir.

¿De qué sirven las mayorías absolutas si no es para que caigan? Es ley de vida, y eso es lo que pasa siempre. Las mayorías absolutas estan expuestas a un desgaste obvio, como todo gobierno, lo que se acaba transformando en un traspaso de votos hacia la oposición a medio plazo casi inevitable, puesto que por muy bien que gobierne un partido, en la metodología seguida hasta el momento la oposición actua: o salen los trapos sucios del gobierno -o se exageran- o la misma oposición se los inventa.

No debemos olvidar de dónde venimos: venimos de un régimen donde el simple hecho de hacer lo que estoy haciendo yo ahora no estaba permitido. ¿Realmente somos todos tan distintos? Algo tenemos que tener en común, algo que en los primeros meses de vida de democracia todos defendíamos y que con el paso del tiempo hemos ido deformando: la voz de todos. Lo que parecían posibilidades de apertura de las libertades individuales y colectivas a partir de las competencias estatales, las públicas, se está transformando en la creación de una esfera de poder dónde muchos quieren estar y al no tener todos lugar nos convertimos en verdaderos guerreros medievales, pero por si fuera poco nuestro lema ya no es el honor, sino el temor: ese que utilizan más de un y de dos partidos políticos para atraer el voto. Hemos caído en el la campaña electoral negativa: ya no se proponen las propias ideas, sino que se destruyen las del adversario.

Con todas éstas deformaciones que padece nuestro sistema político no podemos tirar adelante con normalidad, eso es evidente. Creo que como mínimo, los Parlamentos deberían tener un proceso de intento de consenso antes de acudir a la votación, puesto que sino estamos alimentando a las deformaciones democráticas que hoy a mi entender parecen indestructibles.

Paraules tendres i maques… Palabras tiernas y bonitas, cuando habla de mayor diálogo, de mayor consenso, palabras que ojalá se cumplieran.

Estimados señores, a dios rogando y con el mazo dando. El camarada Miquel Torra habla de dialogo y debate sobre propuestas, y de dejar el escarni partidista y los insultos a un lado: Pues bien, en las pocas intervenciones que llevamos, ya se nos ha calificado de "fanaticos", "vagos" y una serie de lindezas más. Todo el mundo está de acuerdo con lo que dice mi camarada, pero ninguno se lo aplica a si mismo.

¿Quien ha atacado a quien en esta intervención? Quienes dicen que son constantemente atacados por el PCE. ¿Por qué? Porque no saben otra cosa que atacar e insultar a quien no comparte sus postulados. A las personas que defienden, con TRABAJO un modelo de sociedad alternativa: En Andalucia, en Extremadura, en Catalunya, en el Pais Valencia...a lo largo y ancho de este pais.